El mayor riesgo es la cat¨¢strofe gota a gota
El 60% del millar de balsas mineras de Espa?a est¨¢n abandonadas
El millar de balsas de residuos mineros dispersas por Espa?a vuelve a la actualidad de sopet¨®n con el expediente abierto por la Junta de Andaluc¨ªa a la empresa responsable del mayor dep¨®sito de Europa y tras la cat¨¢strofe ecol¨®gica ocurrida en Hungr¨ªa estos d¨ªas por el vertido de un hect¨®metro c¨²bico de barro rojo. El inventario nacional m¨¢s actualizado es de 2002. Cifra las balsas en casi un millar, de las cuales alrededor del 60% est¨¢n abandonadas, clausuradas o han sido restauradas. El recuento es obra del Instituto Geol¨®gico Minero de Espa?a (IGME, un organismo investigador adscrito al Ministerio de Ciencia).
Los ecologistas est¨¢n inquietos pero sin alarmismo. No temen otra gran cat¨¢strofe como la de Aznalc¨®llar, hace 12 a?os, pero s¨ª una especie de cat¨¢strofe gota a gota. Juan Jos¨¦ Carmona, portavoz en asuntos de agua de WWF, lo explica: "Si la balsa no est¨¢ bien controlada puede ocurrir una cat¨¢strofe silenciosa, una cat¨¢strofe de la que no te das cuenta, como las filtraciones [de residuos t¨®xicos] que crean peque?os arroyos, lo que puede tener efectos importantes sobre los acu¨ªferos y eso podr¨ªa entrar en la cadena alimentaria".
WWF reclama m¨¢s control sobre los dep¨®sitos de residuos mineros
Todas las minas en activo requieren desde 2000 un plan de emergencia
Aznalc¨®llar fue una lecci¨®n que no se olvida. Tuvo nefastas consecuencias ambientales y econ¨®micas, pero tambi¨¦n gener¨® cambios legislativos. Desde 2000 todas las compa?¨ªas mineras est¨¢n obligadas a presentar el proyecto de construcci¨®n de una balsa, adem¨¢s de un plan de mantenimiento y de seguimiento [de los residuos] incluso para despu¨¦s de la clausura, explica el experto Lucas Vadillo, del IGME. "En Espa?a la legislaci¨®n es suficientemente rigurosa para que no ocurra ninguna cat¨¢strofe tras la de Aznalc¨®llar", a?ade Vadillo.
Al bi¨®logo e investigador del CSIC Miguel Ferrer -director de la estaci¨®n biol¨®gica de Do?ana cuando la rotura de Aznalc¨®llar- lo que m¨¢s le preocupa es qui¨¦n se ocupa de las balsas abandonadas (m¨¢s de 500, seg¨²n el inventario de 2002) porque, recalca, "los residuos son para siempre". Todos los dep¨®sitos son competencia de las comunidades aut¨®nomas.
Explica Ferrer que las balsas m¨¢s grandes, las que albergan mayor volumen de residuos, son las de las minas de cobre, que se concentran en Sierra Morena. Precisa que de los 39 dep¨®sitos ubicados en esa franja, que va de Portugal a Almer¨ªa, 38 est¨¢n abandonados. "Se supone que los vigila la Administraci¨®n", dice. Estos dep¨®sitos almacenan sobre todo metales pesados.
Desde WWF, el ecologista Carmona opina que la normativa espa?ola es "bastante buena", pero "muchas veces falta voluntad" y a?ade que las Administraciones deber¨ªan poner tanto empe?o en hacer cumplir las leyes como el que ponen en elaborarlas. "Hace falta m¨¢s control [de las balsas] y entender que invertir en prevenci¨®n y en seguridad es b¨¢sico, por encima de cualquier ahorro econ¨®mico a corto plazo"
Para Ferrer, bi¨®logo del CSIC, los planes de emergencia no deben ser conocidos solo por las empresas y las Administraciones sino tambi¨¦n por los vecinos. As¨ª, de ocurrir una cat¨¢strofe, sabr¨ªan a qu¨¦ se enfrentan, c¨®mo actuar, hacia d¨®nde correr.
Desde Xove, en la costa cant¨¢brica de Lugo, han mirado de reojo a Hungr¨ªa en las ¨²ltimas semanas. Porque all¨ª existe, desde hace d¨¦cadas, una factor¨ªa que fabrica aluminio con el mismo procedimiento que la responsable del vertido h¨²ngaro.
Cada d¨ªa se repite el ritual en Xove. Decenas de camiones salen de la planta de la multinacional estadounidense Alcoa -la mayor productora de aluminio del mundo-, cargados con lodos rojos que depositan en una gran balsa que ocupa unas 75 hect¨¢reas (como 75 campos de f¨²tbol) y tiene 80 metros de profundidad. La operaci¨®n, rutinaria desde hace 30 a?os, nunca hab¨ªa suscitado gran inquietud entre los vecinos de este Ayuntamiento, uno de los de mayor renta per c¨¢pita de Galicia. Ahora es inevitable que observen sin pesta?ear el vertido de lodos t¨®xicos, por la similitud aparente entre ambas balsas.
Diariamente, esa inmensa piscina recibe unas 3.000 toneladas de residuos, que ocupan 1.700 metros c¨²bicos. Desde Alcoa aclaran que son lodos generados en el refino de al¨²mina a partir de la bauxita, considerados restos mineros "no peligrosos", sometidos a controles diarios para vigilar la estabilidad del dique de contenci¨®n y garantizar que est¨¢n en condiciones adecuadas. Explican que el residuo llega al dep¨®sito ya filtrado, lo que permite que el barro se consolide en estado s¨®lido, dando lugar a un residuo que no puede fluir, lo que "imposibilita" un suceso como el de Hungr¨ªa.
Alcoa asegura que todos los controles realizados demuestran la estabilidad del dique, en tanto que el dep¨®sito cuenta con un plan de emergencia espec¨ªfico "conocido y aceptado por las autoridades competentes".
Al alcalde, el popular Demetrio Salgueiro, no le gusta que se hable de este tema. Entiende que es "alarmismo infundado" y dice que observa la balsa de Alcoa "con total tranquilidad".
Esta opini¨®n no la comparte una de las vocales de la Asociaci¨®n para la Defensa Ecol¨®gica de Galicia (ADEGA), Adela Figueroa, quien advierte de que no hay "ninguna garant¨ªa" de que no vaya a suceder un accidente similar al de Hungr¨ªa. De hecho, agrega, ya se han detectado fisuras en el muro de contenci¨®n y aporta un dato m¨¢s para la inquietud: "La balsa gallega es siete veces superior a la h¨²ngara".
La factor¨ªa de aluminio tiene previsto usar la balsa hasta en torno a 2020, cuando se espera que la capacidad de almacenamiento llegue a su l¨ªmite. Existe un proyecto para sellarla y transformarla en zona verde.
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