La 'receta Blasco', otra vez
Los ingredientes de los esc¨¢ndalos que persiguen al consejero se repiten: adjudicaciones pol¨¦micas y viejos conocidos
Hay cosas que nunca cambian. La toma de posesi¨®n de Rafael Blasco como consejero es garant¨ªa de que, m¨¢s pronto o m¨¢s tarde, saltar¨¢ un esc¨¢ndalo (o varios) relacionado con su gesti¨®n. La pol¨¦mica -esto tampoco suele fallar- estar¨¢ relacionada con adjudicaciones concedidas a empresas vinculadas, de una u otra forma, a personas relacionadas con su entorno. Y, adem¨¢s, entre las firmas beneficiarias de los fondos p¨²blicos o entre sus responsables no es extra?o que aparezcan una y otra vez los mismos nombres.
El ¨²ltimo de estos episodios, el presunto desv¨ªo de fondos a organizaciones afines a trav¨¦s de los fondos de cooperaci¨®n, tiene todos estos ingredientes. Los ingredientes de la receta Blasco.
De nuevo, la pista lleva a un cl¨¢sico de las pol¨¦micas del consejero: Augusto C¨¦sar Tauroni. Esta vez, eso s¨ª, en segundo plano. Este ex socio de un hermano del consejero, Bernardo Blasco, fue protagonista de una pol¨¦mica adjudicaci¨®n de Bienestar Social en 2001 cuando Rafael Blasco dirig¨ªa este departamento. La firma de Tauroni, General de Comunicaci¨®n y Servicios (GCS), se alz¨® con un concurso de atenci¨®n telef¨®nica a personas mayores por 99.716 euros mediante un proceso administrativo urgente -"una ficci¨®n", seg¨²n denunci¨® Eulen, competidora por el contrato-. CGS tambi¨¦n obtuvo otra serie de contratos de Bienestar Social por m¨¢s de 200.000 euros.
Otra de las empresas beneficiadas por el paso de Blasco por Bienestar Social fue Lonerson. Obtuvo un contrato junto a Tissat de 6,7 millones de euros para la gesti¨®n de los centros 24 horas. Lonerson aport¨® directivos que cotizaban en CGS para hacerse con el contrato. En otro concurso, junto a Asispa para la teleasistencia en situaciones de riesgo, us¨® la sede social, el tel¨¦fono y la web de CGS. La relaci¨®n CGS-Lonerson qued¨® a¨²n m¨¢s patente cuando Consuelo Tauroni, hermana de Augusto C¨¦sar, se present¨® como representante de Lonerson en la consejer¨ªa.
El tinglado de ONG subvencionadas por Blasco ha devuelto a Lonerson a escena. El administrador de la firma desde 2005 es Adolfo Soler Sempere, a su vez, administrador de Dinamiz-e. Esta empresa se ha beneficiado de la trama al asesorar a ONG. Pero, adem¨¢s, Soler es vicepresidente de la Fundaci¨®n Solidaria Entre Pueblos, situada en el epicentro de la pol¨¦mica.
Otro de los protagonistas que ha vuelto a primer plano a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de la cooperaci¨®n es Marc Llinares, actual jefe de ¨¢rea de cooperaci¨®n. Llinares fue el sustituto que busc¨® Blasco en su paso fugaz por la Consejer¨ªa de Sanidad (2006-2007) para Alfonso Jim¨¦nez, jefe del departamento de inform¨¢tica, cuando este le dio problemas. Jim¨¦nez plant¨® cara al consejero al oponerse a los criterios de adjudicaci¨®n que le trataban de imponer en contra de la opini¨®n de los t¨¦cnicos. Finalmente, abandon¨® la consejer¨ªa y Blasco puso en su lugar a Llinares. Entonces, poco antes de abandonar el departamento, Blasco aceler¨® varias adjudicaciones por valor de cinco millones de euros.
El episodio de Jim¨¦nez no es un caso aislado en la trayectoria de Blasco. Sin ir m¨¢s lejos, en Solidaridad y Ciudadan¨ªa ha habido al menos cuatro bajas por defender posturas contrarias a las dictadas por la c¨²pula de la consejer¨ªa. Entre ellas se encuentran dos directoras generales (Carmen Dolz y Pilar Collado), adem¨¢s de un jefe de ¨¢rea (Sergio Aguado) y una jefa de servicio (Teresa Clemente). En la direcci¨®n general, Blasco puso a Josep Mar¨ªa Felip, el m¨¢s fiel aliado del consejero. En lugar de Aguado, el elegido fue otro viejo conocido: Marc Llinares.
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