Cogami mira a la empresa
Dedicada a atender a discapacitados, la entidad posee 11 negocios y un proyecto presentado al concurso ec¨®lico
El de la Confederaci¨®n Galega de Persoas con Discapacidade (Cogami) tal vez sea el proyecto m¨¢s singular de los 91 que se presentaron al concurso e¨®lico cerrado el pasado julio. No tanto por la idea -la instalaci¨®n de tres centros para la recogida, almacenamiento, tratamiento y distribuci¨®n de biomasa forestal- como por la filosof¨ªa que lo dirige. Y es que, a diferencia de otros aspirantes, entre ellos las grandes el¨¦ctricas espa?olas, Cogami es una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, reci¨¦n aterrizada en el sector y centrada durante sus 20 a?os de historia en la atenci¨®n a personas con discapacidad. La deriva empresarial del colectivo es, en palabras de Anxo Queiruga, su presidente, una apuesta por la "autofinanciaci¨®n" y una prueba de que, m¨¢s all¨¢ de su labor asistencial, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro tambi¨¦n puede "crear riqueza".
La entrada al mundo laboral ordinario sigue siendo "compleja"
Unas 130 personas han encontrado empleo en los quioscos del grupo
Cogami no es totalmente ajena al mundo empresarial. Si acceder al mercado laboral ordinario sigue siendo "complejo" para una persona con discapacidad, el acceso al empleo a trav¨¦s de empresas de econom¨ªa social, que exigen un porcentaje m¨ªnimo de trabajadores discapacitados en plantilla, se ha ensanchado. Los 11 negocios que ha puesto en marcha Cogami operan en sectores tan diversos como el textil, la jardiner¨ªa, el reparto de alimentos a domicilio, las artes gr¨¢ficas, los quioscos (130 personas trabajan en los de Cogami), la carpinter¨ªa o la inform¨¢tica. A la espera de la resoluci¨®n del concurso y como actividad paralela a la asistencial, el grupo empresarial creado alrededor de Cogami -Galega de Econom¨ªa Social (GES)- da trabajo, por s¨ª solo, a 801 trabajadores, el 92% de ellos con alg¨²n tipo de discapacidad. "La ley exige un m¨ªnimo 70% para este tipo de empresas", puntualiza Queiruga, al frente de este colectivo desde febrero de 2006.
El a?o pasado, la entidad factur¨® 10,6 millones de euros. Aunque el 92,5% de su financiaci¨®n procede de las arcas p¨²blicas, el Plan Estrat¨¦gico de la entidad, que fija sus objetivos econ¨®micos y sociales hasta 2012, insiste en la necesidad de elevar la financiaci¨®n privada hasta el 16% del total.
Dice Queiruga que la discapacidad es m¨¢s f¨¢cil de llevar en algunas ocupaciones, a¨²n sin ser incompatible con ninguna. En la pr¨¢ctica, las profesiones en la que mejor encajan son las que conllevan un contacto directo con el cliente -el 60% de los empleos creados por Cogami son puestos de oficina- o las relacionadas con el cuidado del medioambiente. "Por eso la biomasa es una actividad que permite que las personas discapacitadas puedan integrarse", reflexiona Queiruga. Los centros log¨ªsticos para la gesti¨®n de biomasa se ubicar¨¢n Vilasantar, Mazaricos y Cerdido y, a la vez que activan zonas rurales que pierden poblaci¨®n, estas empresas servir¨¢n, cuenta Queiruga, para mejorar las expectativas laborales de los discapacitados, cuyas posibilidades de encontrar un empleo son m¨¢s reducidas si cabe en el campo.
En Galicia sufren alg¨²n tipo de discapacidad alrededor de 200.000 personas, casi el 10% de la poblaci¨®n. Entre las 50 asociaciones de toda Galicia que integran Cogami hay casos muy diversos. Como el de Aghademo, la Asociaci¨®n Galega de Hemofilia, de ¨¢mbito auton¨®mico, nacida para orientar a las personas que sufren esta dolencia.
Los prejuicios gozan de buena salud pese a las campa?as de concienciaci¨®n promovidas por las administraciones y los beneficios fiscales a los que se acogen las empresas con estos trabajadores en plantilla. "A veces se relaciona la discapacidad con estar permanentemente en una silla de ruedas, con absentismo laboral o con dificultades para relacionarse", enumera Queiruga. En 2009, Cogami ayud¨® a encontrar un empleo de al menos seis meses de duraci¨®n a 2.348 personas. Para ello cuenta con el Servicio de Intermediaci¨®n Laboral (SIL), que asesora a trabajadores discapacitados en la b¨²squeda de empleo, pero tambi¨¦n a las empresas reticentes. "Algunas incluso han repetido", se congratula el presidente, que reh¨²ye victimismos: "No somos ni mejores ni peores trabajadores, somos personas como todas las dem¨¢s", recalca.
M¨¢s all¨¢ del mundo de la empresa, queda todav¨ªa mucho por hacer. "Las mujeres discapacitadas sufren el doble de discriminaci¨®n", denuncia. En los colegios, ni el profesorado ni las instalaciones son siempre las adecuadas para atender a los ni?os explica Queiruga. "La realidad es que no tenemos una formaci¨®n b¨¢sica garantizada".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.