Un pelot¨®n de supervivientes
El dopaje y el antidopaje tejen una madeja que contamina hasta sus ra¨ªces al ciclismo espa?ol - Mosquera, positivo en la Vuelta, corri¨® ayer en Alcobendas
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Hace 20 d¨ªas, poco despu¨¦s de que salieran a la luz los problemas del madrile?o Alberto Contador con el clembuterol, se hizo p¨²blico el positivo de dos ciclistas gallegos, Ezequiel Mosquera y David Garc¨ªa, que hab¨ªan sido de los m¨¢s fuertes durante la Vuelta. Como la sustancia hallada en su orina, ¨¦teres de almid¨®n, figura como espec¨ªfica en la lista de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la federaci¨®n espa?ola no pudo aplicarles una suspensi¨®n provisional hasta que se resuelva su expediente por dopaje, con lo que ambos pudieron seguir practicando su oficio. Unos d¨ªas despu¨¦s, sin embargo, un segundo positivo, por EPO en este caso, le supuso a Garc¨ªa la suspensi¨®n inmediata.
La reacci¨®n de ambos ha sido de puros supervivientes. Garc¨ªa, quien antes del segundo positivo juraba su inocencia, temiendo que a los dos a?os de sanci¨®n previstos por la ley se les a?adiera una multa econ¨®mica equivalente al 70% de su salario neto anual, mostr¨® inmediatamente su deseo de colaborar con las autoridades antidopaje para tratar de ver reducidas sus sanciones y multas.
Agentes, corredores y organizadores mezclan sus intereses
"Las autoridades no nos entienden", se queja el sindicato de ciclistas
Mosquera, aprovechando que a¨²n no est¨¢ sancionado, ha decidido aprovechar al m¨¢ximo las posibilidades de seguir ingresando dinero y acepta todas las invitaciones para participar en alimenticios crit¨¦riums, como el de ayer en Alcobendas o el de la pr¨®xima semana en Chihuahua (M¨¦xico). Para ¨¦l, la imagen de su deporte es secundaria a su propia necesidad.
El organizador de ambos eventos, financiados con dinero p¨²blico, el que invit¨® a Mosquera, es Antonio Vaquerizas, otro miembro de la familia ciclista con mentalidad de superviviente y tambi¨¦n m¨¢nager personal de corredores. Lo fue de Mois¨¦s Due?as, positivo en el Tour de 2008, que vio reducida su sanci¨®n de dos a un a?o por colaborar en la lucha antidopaje (despu¨¦s, no le contrat¨® ning¨²n equipo profesional), y de H¨¦ctor Guerra, positivo en la Vuelta a Portugal de 2009, y tambi¨¦n lo es de Garc¨ªa. Ciclistas cortados por el mismo patr¨®n, de los que para llegar a un equipo de primer nivel, para dar el pelotazo, sobreviven a?os y a?os en los s¨®tanos del ciclismo arriesg¨¢ndose para destacar, aparecer en el escaparate y firmar el contrato de su vida. Todos tienen m¨¢nager, consejero, m¨¦dico amigo, desde juveniles.
Es tambi¨¦n el esquema del ciclismo espa?ol: estrechez de miras, ombliguismo, m¨²ltiples sectores, dirigentes, directores, promotores, organizadores, cada uno mirando c¨®mo sobrevivir, sin m¨¢s. Todos, enfrentados con todos. Y el ciclista, que deber¨ªa ser el centro de la organizaci¨®n de su deporte, convertido en un residuo marginal del sistema.
Al ciclismo espa?ol ha llegado este oto?o un gran patrocinador, Telef¨®nica-Movistar, para financiar al equipo de Eusebio Unzue. Este se encuentra con la contradicci¨®n de poseer dinero y no tener d¨®nde gastarlo si no es alimentando el modelo, dando sentido a los especuladores, convirti¨¦ndose a su vez en superviviente. Detr¨¢s de los grandes campeones asentados, todos ellos rondando o superando ya ampliamente los 30 a?os, no llega nada.
"Nadie trabaja a largo plazo", dice, con amargura en la voz, un veterano ciclista espa?ol que, como muchos en su situaci¨®n, prefiere seguir an¨®nimo. "El ciclismo espa?ol falla desde la base, desde los amateurs. No hay conciencia ¨¦tica, sentido del trabajo y el esfuerzo, ni nadie que intente imponerla. Y yo a los j¨®venes les intento aconsejar durante las carreras y me mandan callar. Me llaman viejito. Se puede correr limpio y ser un buen profesional. Yo lo hago y s¨¦ cu¨¢l es mi sitio y hasta d¨®nde puedo llegar. Ya gano el dinero que gano. El problema son los que creen que pueden tener contratos millonarios sin tener nivel para ello y hacen lo que hacen", a?ade.
?scar Freire, el mejor clasic¨®mano espa?ol de la historia, contaba c¨®mo le sorprend¨ªa en la Vuelta ver que ciclistas espa?oles para ¨¦l desconocidos, sin historial ni credenciales, le dejaban tirado en cualquier repecho. "Luego, pasa lo que pasa", dice; "a los 20 a?os, uno ya sabe si vale o no vale para el ciclismo y a qu¨¦ puede aspirar. Lo que no vale es seguir, arriesgarse, enga?ar".
Pipe G¨®mez, el presidente del sindicato de ciclistas -heredero de Jos¨¦ Rodr¨ªguez, quien fue su compa?ero en el Kelme y que como abogado se ha especializado en temas de dopaje en un importante despacho al que ha llevado su cartera de clientes captada en el sindicato- contempla mudo c¨®mo se desmorona el prestigio, el sentido, de su oficio. "Trabajamos en silencio, donde hay que trabajar", alega; "no tiene sentido otra cosa. Lo que pasa es que las autoridades deportivas no nos entienden".

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