La crisis arrastra de nuevo al naval
Los astilleros afrontan su peor a?o
En noviembre de 2001, una periodista le pregunt¨® a Fernando Santodomingo, entonces presidente de Vulcano, si los astilleros podr¨ªan alg¨²n d¨ªa sobrevivir sin ayudas estatales. Tras un largo silencio, dijo: "Tendr¨ªa que cambiar el mundo de repente".
Han pasado casi 10 a?os y el naval ha cambiado bastante, aunque sigue dependiendo en cierta medida de las garant¨ªas p¨²blicas. En 2004 la Uni¨®n Europea suprimi¨® las primas que ingresaban los constructores por cada nuevo barco. Solo se mantuvieron ayudas a la formaci¨®n y la investigaci¨®n. En 2006 se cre¨® la sociedad p¨²blica Navantia para la actividad militar, que integr¨® a los astilleros de Ferrol, Cartagena, San Fernando, Fene, Puerto Real y C¨¢diz. Los centros de Sestao, Sevilla, Manises y Gij¨®n (Factor¨ªas Juliana) fueron privatizados para la construcci¨®n civil. El ¨²ltimo se traspas¨®, contra el criterio del comit¨¦ de empresa, a Vulcano.
Atr¨¢s parec¨ªan haber quedado los a?os de la reconversi¨®n y la sequ¨ªa de proyectos de los bienios 92-93 y 98-99. El viento sopl¨® a favor de los astilleros gallegos, con plantillas propias muy reducidas, una gran red de empresas auxiliares y orientados a fabricar buques de alto valor a?adido, como ferries off-shore (de apoyo a plataformas mar¨ªtimas), cruceros y gaseros. En el ecuador de la d¨¦cada la r¨ªa de Vigo vivi¨® su mejor momento. "En Barreras tuvimos 14 ¨® 15 encargos seguidos", recuerda su presidente, Jos¨¦ Francisco Gonz¨¢lez Vi?as.
La carga de trabajo garantizaba que iban a sucederse unos a?os muy tranquilos, pero el sector demostr¨® una vez m¨¢s su bipolaridad. Desde el 2008 las entregas se descompensaron con la contrataci¨®n, los bancos cerraron el grifo del cr¨¦dito a unas empresas que necesitaban -y necesitan- financiar de principio a fin cada nuevo proyecto.
"Lo vimos venir, pensamos que pod¨ªamos aguantar dejando pasar la mala racha", se?ala Vi?as. Pero la crisis fue m¨¢s profunda que nunca. El primero en caer fue Astilleros M. C¨ªes, ahora en liquidaci¨®n. Despu¨¦s lleg¨® la insolvencia de Factor¨ªa Naval de Mar¨ªn, que a¨²n intenta sacar la cabeza del agua por unas deudas de 57 millones contra¨ªdas con sus 390 auxiliares. La situaci¨®n se ha puesto mucho m¨¢s fea desde que el pasado 8 de noviembre Vulcano, el segundo astillero privado espa?ol, ve¨ªa fracasar su intenci¨®n de desprenderse de las deudas de su filial Juliana.
Como acreedor, Pymar, la sociedad controlada por el Ministerio de Industria y participada por las comunidades aut¨®nomas y los astilleros, no quiso apoyar el convenio, que le habr¨ªa obligado a perder 28 millones de euros. Su fondo patrimonial de garant¨ªas, que avala el dinero que adelantan los armadores cuando estos encargan un barco, est¨¢ seco porque ha tenido que hacer frente a varias cancelaciones de contratos. Vulcano, que ten¨ªa el compromiso de que la operaci¨®n saldr¨ªa adelante, no lo entendi¨®. "Nos traicionaron", asegur¨® entonces su director general, Jos¨¦ Dom¨ªnguez, que pese a todo es optimista sobre el futuro de la empresa. Con el apoyo de la Xunta a trav¨¦s de un aval de 17 millones y, a ¨²ltima hora, el empuj¨®n de Pymar, que accedi¨® a hacerse cargo de otros cuatro, Vulcano podr¨¢ terminar su principal encargo: el buque s¨ªsmico llamado 533.
Sobre el futuro a m¨¢s largo plazo, Dom¨ªnguez se cierra: "En lo ¨²nico que pensamos es en terminar los barcos que tenemos en cartera, los pr¨®ximos meses ser¨¢n cruciales".
Un obrero chino gana 150 euros
El d¨ªa que Ram¨®n Sarmiento, l¨ªder del metal en Comisiones Obreras, comunic¨® a sus compa?eros de Vulcano el panorama del astillero fue muy claro: "Nos estamos jugando el futuro. El [buque] 533 no es el problema ni la soluci¨®n de Vulcano. Estamos en la UCI y probablemente haya que hacer sacrificios, pero si perdemos las riendas nos clavamos nosotros mismos el ata¨²d". No les ocult¨® que les tocar¨¢ lidiar con "olas altas de cojones", pero tampoco que podr¨¢n salir de ¨¦sta como lo han hecho otras veces.
La lucha tambi¨¦n se librar¨¢ en los despachos. "Hace un a?o no se mov¨ªa un papel, pero ahora el mercado se ha reactivado. Se van a hacer barcos y tenemos que conseguir que se contraten aqu¨ª", se?ala el presidente de Barreras. Lo mismo piensan pa¨ªses que han sido muy proteccionistas con el naval y que pagan, como China, 150 euros mensuales a sus trabajadores frente a sueldos gallegos de 1.500 euros. "No podemos competir por ah¨ª, por eso no hacemos barcos convencionales y s¨ª buques complicados t¨¦cnicamente", recuerda Vi?as. China, Corea, Vietnam, Singapur e incluso Ruman¨ªa, Ucrania e Italia son rivales del sector gallego. Nadie sabe qu¨¦ pasar¨¢ cuando Asia consiga equipararse en calidad. "Ellos mejorar¨¢n, pero nosotros tambi¨¦n, y por ahora vamos por delante".
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