El Gobierno brit¨¢nico aprueba un hist¨®rico recorte del gasto en Defensa

Si el Imperio Brit¨¢nico desapareci¨® a mediados del siglo XX, el at¨¢vico amor a la guerra de los brit¨¢nicos recibi¨® ayer una dosis seguramente mortal de realismo: no hay dinero para mantener un ej¨¦rcito tan caro como el que a¨²n tiene Reino Unido. Sin dinero no hay ej¨¦rcitos, sin ej¨¦rcitos no se ganan guerras y, para no ganarlas, m¨¢s vale no hacerlas.

David Cameron, el primer ministro conservador, lo dijo de forma m¨¢s hermosa al presentar en los Comunes un dr¨¢stico plan de ajuste del gasto militar del 8% que ¨¦l defini¨® como "un cambio de estrategia" que llevar¨¢ a la defensa brit¨¢nica "de una excesiva dependencia en el intervencionismo militar a dar prioridad a la prevenci¨®n de conflictos".

La modernizaci¨®n del sistema de misiles Trident se aplaza a 2016

La realidad es que el Reino Unido no tiene dinero para aguantar el poder¨ªo militar que le gustar¨ªa tener. S¨ªmbolo de los tiempos, sin duda: la crisis financiera ha dejado las arcas vac¨ªas. Pero s¨ªmbolo tambi¨¦n de los tiempos en sentido m¨¢s amplio: la reina Victoria muri¨® hace ya m¨¢s de 100 a?os, el Imperio ya no existe, el apoyo brit¨¢nico a Estados Unidos en las batallas del ¨²ltimo cuarto de siglo ha tenido m¨¢s importancia pol¨ªtica que militar y, sobre todo, el pa¨ªs ya no puede permitirse un esfuerzo como ese.

Pese a toda su ret¨®rica de renovaci¨®n y de adaptaci¨®n a un mundo con amenazas distintas y m¨¢s complejas, la primera revisi¨®n de la estrategia brit¨¢nica de Defensa desde 1998 es un paso m¨¢s hacia la p¨¦rdida de influencia militar en el mundo: menos soldados, menos barcos, menos aviones, menos tanques, menos dinero, probablemente menos disuasi¨®n nuclear, si queda alguna. Aunque nadie hizo ayer (apenas) ¨¦nfasis en ello, el futuro solo tiene un nombre: coordinar el gasto militar con Europa.

El programa de recortes anunciado por Cameron significa una reducci¨®n de 42.000 personas en los efectivos actuales de la defensa. Aunque la parte del le¨®n de ese recorte es sobre todo de civiles que trabajan en el Ministerio de Defensa (25.000), afecta tambi¨¦n a los tres ej¨¦rcitos. La Fuerza A¨¦rea, la m¨ªtica RAF, perder¨¢ 5.000 hombres, la Marina otros 5.000 y el Ej¨¦rcito de Tierra, 7.000. Con los 95.000 soldados que formar¨¢n las Fuerzas Armadas en 2015, el Reino Unido apenas podr¨ªa desplegar 30.000 al mismo tiempo en el exterior, dos tercios de los que llegaron a desplegarse en Irak.

No solo habr¨¢ menos material humano: el n¨²mero de tanques se reducir¨¢ en un 40% y el de artiller¨ªa pesada un 35%, la flota se cortar¨¢ de 23 buques a 19, los aviones Harrier y Nimrod ser¨¢n desmantelados a favor del caza europeo Eurofighter y el portaaviones Ark Royal se desmantelar¨¢ de inmediato. La construcci¨®n de dos nuevos portaaviones aprobada por los laboristas no se ha cancelado porque debido a los contratos ya firmados la cancelaci¨®n ser¨ªa m¨¢s cara que la construcci¨®n.

Pol¨ªticamente, el programa de ajuste del gasto ha permitido a la coalici¨®n de conservadores y liberales-dem¨®cratas evitar una de las patatas m¨¢s calientes de su cohabitaci¨®n: la decisi¨®n definitiva sobre la renovaci¨®n del programa de disuasi¨®n nuclear, el Trident, no se tomar¨¢ hasta 2016. Para entonces ya se habr¨¢n celebrado las elecciones legislativas, previstas para 2015 salvo crisis imprevistas. Mientras tanto, el recorte de cabezas nucleares de 48 a 40 y la reducci¨®n de tubos lanzamisiles de 12 a 8 permitir¨¢n ahorrar m¨¢s de 850 millones de euros al a?o.