Interior otorga la semilibertad al disidente de ETA Txelis

Fue, probablemente, el preso de ETA m¨¢s precoz en mostrar su arrepentimiento. Solo a?o y medio despu¨¦s de ser detenido en Bidart (Francia) el 29 de marzo de 1992, el ex jefe pol¨ªtico de la banda Jos¨¦ Luis ?lvarez Santacristina, Txelis , ide¨®logo e inventor de la kale borroka, ya reclam¨® el fin de los atentados de la organizaci¨®n terrorista. Desde entonces, sus pronunciamientos a favor de las v¨ªas pac¨ªficas han sido habituales. Hasta que, en 1998, ETA se hart¨® y lo expuls¨® acus¨¢ndolo de alentar "un intento de escisi¨®n". Txelis, de profundas convicciones religiosas -fue seminarista de adolescente-, hab¨ªa enviado una carta a sus ex compa?eros de armas en la que condenaba sin paliativos el secuestro y asesinato del concejal del PP de Ermua (Vizcaya) Miguel ?ngel Blanco.

El preso, en segundo grado, podr¨¢ salir de la c¨¢rcel para estudiar o trabajar

La organizaci¨®n terrorista lo expuls¨® de sus filas en 1998

Esta actitud de Txelis frente a ETA acaba de obtener recompensa. La Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, le ha concedido la prisi¨®n atenuada, una medida recogida en el art¨ªculo 100.2 del Reglamento Penitenciario. Esta norma permite que presos que se encuentran en segundo grado y que, en principio, no pueden salir de la c¨¢rcel, accedan a un cumplimiento flexibilizado que, en el caso de Txelis, le permitir¨¢ salir los d¨ªas laborables para hacer cursos de formaci¨®n o trabajar. Id¨¦ntica medida ha sido ya otorgada al menos a otros tres disidentes de la banda -I?aki Rekarte, Andoni Mu?oz de Vivar y Fernando de Luis Astarloa- que, como Txelis, est¨¢n presos en el centro penitenciario de Nanclares de Oca (?lava).

Aunque este modelo personalizado de cumplimiento es aplicable desde el momento en que Interior lo acuerda, el ex dirigente etarra sigue, por el momento, en prisi¨®n. Su expediente penitenciario se encuentra actualmente en la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional, dirigida por Javier Zaragoza, que debe informar a favor o en contra de la prisi¨®n atenuada. Con ese informe, el juez central de Vigilancia Penitenciara, Jos¨¦ Luis de Castro, decidir¨¢ hoy mismo o ma?ana si da el visto bueno final. Se espera que Txelis pueda salir de la c¨¢rcel a partir de la semana que viene.

La prisi¨®n atenuada es el final de un largo periplo de acercamiento a las c¨¢rceles del Pa¨ªs Vasco en el que est¨¢n inmersos otros miembros hist¨®ricos de la banda que han abjurado de la violencia, como Joseba Urrusolo Sistiaga, Idoia L¨®pez Ria?o, Kepa Pikabea o Carmen Gisasola. Todos pasaron por las prisiones de Zuera (Zaragoza) o Villabona (Asturias) antes de llegar a Nanclares de Oca. Txelis, como el resto de reclusos etarras que han accedido a la semilibertad, ha gozado previamente de permisos regulares de hasta 36 d¨ªas al a?o. El primero fue aprobado por el juez Jos¨¦ Luis de Castro las pasadas Navidades.

Txelis, ex jefe del aparato pol¨ªtico de ETA, cumpli¨® siete a?os de condena en Francia por el delito de asociaci¨®n de malhechores, el equivalente franc¨¦s a pertenencia a organizaci¨®n terrorista. Tras su entrega a Espa?a el 17 de noviembre de 1998, fue condenado por ordenar el asesinato del catedr¨¢tico y miembro del Consejo de Estado Manuel Broseta, perpetrado el 15 de enero de 1992 en Valencia. Tambi¨¦n cumple condena por ordenar, desde su antiguo puesto de dirigente de la organizaci¨®n, el cobro del impuesto revolucionario a empresarios vascos y navarros.

Para acogerse al r¨¦gimen de semilibertad, los presos de la banda tienen que declarar expresamente su abandono de la violencia y hacer una petici¨®n expresa de perd¨®n a las v¨ªctimas del delito y comprometerse a pagar las indemnizaciones por sus atentados. En el caso de Txelis, adem¨¢s de existir esta carta, sus repudios p¨²blicos de la violencia han sido tantos a lo largo de los a?os que no hay ninguna duda de su rechazo a las armas.

El colectivo de presos de la banda lo expuls¨® junto a su compa?ero Kepa Pikabea en 2008 al considerar que trataba de dividir a los presos de la banda. Diez a?os antes, en el debate previo a la tregua de 1998 Txelis hab¨ªa difundido entre el colectivo de presos una carta titulada Tomemos la palabra en la que criticaba una vez m¨¢s el recurso a la violencia y que provoc¨® un profundo malestar en los partidarios de las acciones armadas.