Los laboristas califican de temerario el plan de recortes

El momento m¨¢s delicado de la coalici¨®n de conservadores y liberales-dem¨®cratas desde que llegaron al poder en mayo pasado ha llegado un poco demasiado pronto para el principal partido de la oposici¨®n. Su nuevo l¨ªder, Ed Miliband, a¨²n no hace un mes que ocupa el cargo. Y el nuevo portavoz del Tesoro, el canciller del Exchequer en la sombra, Alan Johnson, lo es desde hace menos de dos semanas.

Que la elecci¨®n de Ed Miliband como l¨ªder sea acertada o equivocada es un asunto subjetivo. Que va a tener problemas para desbordar al l¨ªder conservador y primer ministro, David Cameron, en los debates semanales de los Comunes, est¨¢ m¨¢s bien fuera de duda. Ayer, Miliband se mostr¨® tajante en el fondo pero vacilante en las formas al denunciar los recortes conservadores. "Est¨¢ usted jugando a las apuestas con el crecimiento como nunca antes en esta generaci¨®n; est¨¢ jugando con el empleo de la gente y con su medio de vida", le espet¨®. Palabras duras. L¨¢stima que sus blandas formas le restaran eficacia.

Los duelos entre Alan Johnson y George Osborne en torno al Tesoro prometen ser diferentes. Johnson es un viejo zorro de la pol¨ªtica que ha llegado a su actual posici¨®n casi por casualidad. Ed Balls, mano derecha de Gordon Brown, parec¨ªa predestinado a ser canciller del Exchequer en la sombra desde que David Miliband, derrotado por su hermano Ed en la lucha por el liderazgo laborista, decidiera dejar la primera fila de la pol¨ªtica.

Un portavoz flojo

Pero las bases laboristas, que eligen a los miembros del Gabinete en la sombra aunque es el l¨ªder quien reparte las carteras, premiaron con el mayor n¨²mero de votos a Yvette Cooper. Yvette es la esposa de Ed Balls y, como ¨¦l, ha hecho su carrera pol¨ªtica en el Tesoro a la sombra de Brown. Nombrar a Balls canciller en la sombra hubiera sido una machada. Decantarse por Cooper podr¨ªa haber abierto una guerrilla familiar similar a la que ha acabado con la carrera del mayor de los hermanos Miliband. El peque?o Ed resolvi¨® el enigma nombrando a Alan Johnson, un antiguo cartero del ala blairista pero respetado por los sindicatos. L¨¢stima que nunca se interesara por la econom¨ªa y que haya cumplido ya los 60.

Sus duelos con Osborne, que tampoco estudi¨® econom¨ªa pero lleva a?os dedicado a ella, prometen ser pol¨ªticos. Como el de ayer. "Todo esto es una apuesta temeraria. Los diputados de la oposici¨®n est¨¢n jaleando los mayores cortes del gasto que se recuerdan. Muchos de ellos se metieron en pol¨ªtica para eso", le espet¨® ayer Johnson a los tories.