El gatillo f¨¢cil mat¨® a la embarazada Nabiha
A medida que avanzaba el siglo XX, cada vez m¨¢s civiles pagaban con sangre el precio de las guerras. Si en la I Guerra Mundial fallecieron nueve soldados por cada civil, en las contiendas de hoy d¨ªa son 10 los civiles muertos por cada uniformado ca¨ªdo en combate. Las guerras cada vez se libran m¨¢s en zonas urbanas, salpicadas en Irak por cientos de controles militares. En los check-points montados por los soldados de EE UU perecieron al menos 681 civiles en 14.000 incidentes.
Nabiha, una mujer de 35 a?os, era trasladada en coche a toda prisa a un hospital en Samarra, unos 100 kil¨®metros al norte de Bagdad. La velocidad hizo sospechar a los soldados norteamericanos, que rociaron el veh¨ªculo de balas. Muri¨® la embarazada y un primo. Tampoco se pudo salvar al beb¨¦.
Otras personas perdieron la vida por no entender las se?ales en los controles; algunos eran dementes; otro circulaba en bicicleta y se aproxim¨® demasiado a un veh¨ªculo blindado estadounidense, otros llevaban paquetes o bultos que despertaron sospechas en los uniformados. Porque durante la ocupaci¨®n del pa¨ªs, los militares estadounidenses tuvieron permiso para abrir fuego al primer sobresalto. As¨ª son las guerras de hoy: los pa¨ªses occidentales -que lidian con t¨¢cticas nuevas de los insurgentes, especialmente los ataques suicidas- hacen todo lo posible para reducir las bajas en sus ej¨¦rcitos.
Del gatillo f¨¢cil de los militares estadounidenses sabe cualquier conductor bagdad¨ª. Seg¨²n ve¨ªan un blindado norteamericano -en teor¨ªa, desde el 31 de agosto no patrullan en Irak-, el frenazo y el ceda el paso eran instant¨¢neos. Pero la macabra loter¨ªa pudo tocarle a cualquiera, como le toc¨® a un traductor del Ej¨¦rcito de EE UU confundido por un francotirador. En Rubta, en septiembre de 2005, los marines buscaban insurgentes. El asalto a una casa "sospechosa" acab¨® en matanza de inocentes. Cuando los militares entraron en la vivienda hallaron los cad¨¢veres de dos ni?os menores de 10 a?os. No encontraron a ning¨²n adulto.
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