El c¨¢ncer de pulm¨®n ser¨¢ el m¨¢s mortal en mujeres en 2020
El alza del tabaquismo relegar¨¢ el tumor de mama al segundo lugar en letalidad
Son dos curvas divergentes: mientras que la mortalidad por c¨¢ncer de pulm¨®n en Espa?a y en la mayor¨ªa de los dem¨¢s pa¨ªses de la UE baja entre los hombres (la excepci¨®n es Portugal), entre las mujeres no solo sube, sino que se acelera. En concreto, entre 1990 y 2007, una portavoz del Ministerio de Sanidad espa?ol afirma que la mortalidad por c¨¢ncer de pulm¨®n en hombres descendi¨® un 19% en la UE, y un 4% en Espa?a. En cambio, entre mujeres se increment¨® un 39% en la UE; una tasa que Espa?a duplica, y llega al 73%. El 20% de las mujeres fuma, un porcentaje que aumenta ligeramente en cada Encuesta Nacional de Salud.
Si se compara con el que es, por el momento, el primer c¨¢ncer femenino -tanto en incidencia como en mortalidad-, el de mama, se ve que en la UE la mortalidad ha bajado un 9% entre 1990 y 2007, y en Espa?a un 24%. La proyecci¨®n de lo que va a pasar en Espa?a parece clara. Con el retraso debido a la tard¨ªa incorporaci¨®n de las mujeres al h¨¢bito tab¨¢quico, el pa¨ªs sigue el mismo camino que antes recorrieron Estados Unidos y el norte de Europa, donde el c¨¢ncer de pulm¨®n ya es la primera causa de muerte en mujeres, por delante del de mama (en los grandes estudios se comparan esos dos para mujeres junto con el colorrectal, que son los primeros; y en hombres se cambia el de mama por el de pr¨®stata). Por ejemplo, esto es as¨ª en Dinamarca desde 1996. En Hungr¨ªa sucede desde 2005, aproximadamente. Y si se confirma la tendencia -y nada parece indicar que no vaya a confirmarse- las proyecciones son que en Espa?a ocurrir¨¢ a partir de 2020, indica Bartomeu Massuti, secretario del Grupo Espa?ol de C¨¢ncer de Pulm¨®n (GEPC).
Este distinto comportamiento tiene varias causas. Por un lado, el aumento del tabaquismo femenino; en segundo lugar, que de los tumores -mama, pr¨®stata, colorrectal, pulm¨®n- que se suelen usar como ¨ªndice es el que tiene peor pron¨®stico (se calcula que solo el 20% de los afectados sobrevive durante cinco a?os, que es el plazo que en oncolog¨ªa se considera para hablar de curaci¨®n). Tambi¨¦n tiene un peor diagn¨®stico precoz, hay menos indicadores previos y no existe algo parecido a las mamograf¨ªas o las colonoscopias para detectarlo pronto. En cambio, Massuti indica que de estos cuatro tumores, "es el que es m¨¢s f¨¢cil de prevenir". Y aqu¨ª llega al tabaco. "El c¨¢ncer de pulm¨®n tiene dos tipos de causas claras: la primera, la exposici¨®n directa al humo del tabaco; la segunda, la exposici¨®n indirecta", afirma tajante Massuti.
La influencia del humo del tabaco es tan clara que ya se mide incluso la diferencia entre la exposici¨®n en los lugares de trabajo y en el domicilio en el caso de los fumadores pasivos. Y el resultado, que public¨® el a?o pasado la revista Cancer research, es claro: la contaminaci¨®n del entorno laboral por tabaco aumenta un 27% el riesgo de tener un c¨¢ncer de pulm¨®n. Cuando lo nocivo est¨¢ en casa, el incremento es del 23%.
El trabajo solo encuentra otro factor que suponga un aumento del riesgo de m¨¢s del 1%: la presencia de rad¨®n, un gas que est¨¢ en las rocas. "Este factor es importante sobre todo en algunos sitios de Asia", dice Massuti. El resto, como la dieta o las radiaciones, tiene una influencia menor. En este grupo de otros factores se encuentra, por cierto, la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica -uno de los argumentos m¨¢s repetidos por quienes se oponen a que se proh¨ªba fumar en sitios p¨²blicos-. Pero los datos muestran que, de media, "no aumenta el riesgo de c¨¢ncer de pulm¨®n en un no fumador m¨¢s del 1%", afirma el experto. La causa principal no es que los humos de los coches o las industrias no sean cancer¨ªgenos, sino que, salvo que se meta la cabeza en un tubo de escape, est¨¢n en un espacio donde se diluyen.
Hay otro dato preocupante: haber fumado, marca. Y haberlo dejado no elimina las secuelas. A los 75 a?os, el que dej¨® el tabaco a los 50 tiene un 6% m¨¢s de riesgo de tener c¨¢ncer de pulm¨®n. Por eso, Massuti lo tiene claro: "Lo mejor es no empezar".
El impacto de la ley
No se puede hablar de tabaquismo y c¨¢ncer de pulm¨®n sin mencionar la futura ley, que se espera entre en vigor el 2 de enero. Y frente a las protestas de los empresarios hosteleros recogidas por las enmiendas del PP, destaca el relativo silencio de las tabacaleras, que han dejado su defensa en manos de los clubes de fumadores por la tolerancia. Bartomeu Massuti, del Grupo Espa?ol de C¨¢ncer de Pulm¨®n (GECP), no se sorprende tanto. En un gr¨¢fico de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) muestra lo que espera al negocio de la venta del tabaco, y las perspectivas globales son muy buenas. Hasta 2020 esperan un descenso de las ventas del 8% en Europa, y una estabilidad en EE UU. En California, donde las normas son las m¨¢s estrictas del mundo, la tasa de fumadores se mantiene por encima del 13%, frente al 30% de Espa?a. Los datos de California se consideran la m¨¢xima reducci¨®n posible. Pero el futuro del resto de los mercados es boyante. En ?frica, la OMS calcula un incremento de las ventas del 16,1%; en los pa¨ªses de la antigua URSS, del 8,7%, y en el resto de Asia y Ocean¨ªa, del 6,5%.
Ellas enferman antes
La situaci¨®n de las mujeres frente al c¨¢ncer de pulm¨®n es tan preocupante que el grupo espa?ol de m¨¦dicos que se dedica a esta enfermedad ha iniciado un estudio dedicado exclusivamente a ellas. Aunque el trabajo se va a presentar hoy en un seminario que organiza la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM), ya hay algunos datos preliminares basados en las 800 primeras voluntarias de las 2.000 que van a formar parte del estudio.
La primera de las conclusiones es que ellas enferman antes. "Lo normal es que el c¨¢ncer de pulm¨®n aparezca a partir de los 65 a?os, pero estamos viendo que en las mujeres lo hace antes", dice Bartomeu Massuti, secretario del Grupo Espa?ol de C¨¢ncer de Pulm¨®n (GECP). Esto es grave, porque "aumenta los a?os de vida perdidos", ya que se trata de una enfermedad con muy mal diagn¨®stico.
Otra de las conclusiones es que un 42% de las enfermas se declara no fumadora. Pero casi todas ellas (el 95%) se considera fumadora pasiva. Este es un dato m¨¢s por el que el GECP est¨¢ convencido de la utilidad de la ley antitabaquismo que se va a aprobar, aunque "sus efectos tardar¨¢n d¨¦cadas en notarse", indica Massuti.
La buena noticia es el tipo de tumor. Hay dos posibles: uno que afecta a los ganglios, el adenocarcinoma, y otro a los tejidos de los pulmones, el epidermoide. El primero lo representa un 70,4% de las pacientes que forman parte del estudio. Y eso es bueno, porque se trata,dentro de la gravedad, del que tiene mejor tratamiento.
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