La Universidad es para ti, la factura para todos
La subida de tasas amenaza los estudios de las clases m¨¢s humildes - El beneficio de graduarse es personal, pero tambi¨¦n social - El debate recorre Europa en medio de recortes por la crisis
El debate sobre las matr¨ªculas universitarias encarna uno de los principales puntos de fricci¨®n entre los dos socios del Gobierno brit¨¢nico: mientras los conservadores siempre han defendido un sistema de libre mercado en el que cada instituci¨®n pueda decidir la cuant¨ªa que cobra a los estudiantes, los liberaldem¨®cratas convirtieron en bandera electoral su oposici¨®n a cualquier modelo que redunde en un aumento de las tasas. Los primeros, encabezados por el primer ministro, David Cameron, han ganado el primer asalto, al anunciar recientemente un consenso bipartidista que permitir¨¢ al menos doblar la actual tasa l¨ªmite de 3.290 libras (algo m¨¢s de 3.700 euros) para ingresar en una universidad de Reino Unido.
El Gobierno brit¨¢nico quiere eliminar el tope de las matr¨ªculas
"Existe m¨¢s presi¨®n que nunca", se queja la asociaci¨®n de alumnos europeos
Que abone m¨¢s quien pueda, y haya m¨¢s ayudas para el resto, dice la teor¨ªa
La subida de tasas afecta sobre todo a la clase media, la que no tiene becas
Pero ese debate que est¨¢ sacudiendo el interior del nuevo Gobierno brit¨¢nico no es exclusivo de aquel pa¨ªs, sino que bajo distintas formas y particularidades locales est¨¢ recorriendo toda Europa. ?Deben pagar m¨¢s los estudiantes universitarios por sus matr¨ªculas? ?Deben pagar m¨¢s (bastante m¨¢s) solo los que suspendan, como se ha planteado en Espa?a? ?Deben hacerlo todos porque el beneficio del t¨ªtulo universitario es sobre todo para el que lo ostenta (beneficio privado, se llama, frente al beneficio social) y porque si no el sistema universitario europeo no va a aguantar la crisis ni va a ser sostenible a largo plazo?
Para distintos sectores, la respuesta es que los universitarios, al menos algunos, tienen que aportar m¨¢s dinero a su universidad. Primero, porque si fuera m¨¢s caro estudiar, los alumnos se esforzar¨ªan m¨¢s (en Espa?a, un 30% de los alumnos abandonan despu¨¦s de dos a?os sin obtener titulaci¨®n alguna y solo un 30% acaba la licenciatura de cuatro a?os en el periodo previsto).
Asimismo, cobrar m¨¢s a los que pueden pagarlo, dando ayudas realmente adecuadas a quien las necesita (es decir, con dinero suficiente para que nadie se quede sin estudiar por motivos econ¨®micos), ser¨ªa m¨¢s justo que subvencionar a todos por igual, los que tienen para pagar y los que no. En esta corriente estar¨ªan economistas como Jose-Gin¨¦s Mora o Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo, quien resalta que la mayor parte del beneficio de los estudios universitarios es privado (es decir, el t¨ªtulo redunda en mejores condiciones de trabajo y mejores sueldos individuales), frente a otros niveles educativos previos cuyos beneficios para toda la sociedad son mucho mayores.
En contra, argumentos que aconsejan no mezclar en el debate tasas y becas, porque tienen misiones, procedencias y destinos diferentes. Y porque con las subidas de las matr¨ªculas "los m¨¢s afectados no son los m¨¢s ricos, sino los que est¨¢n en el l¨ªmite donde las becas no alcanzan", es decir, las clases medias, escrib¨ªa en un art¨ªculo de opini¨®n el pasado mayo el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense Julio Caraba?a.
"Es importante situar el debate de las matr¨ªculas en una discusi¨®n m¨¢s amplia sobre la financiaci¨®n de la Universidad y la importancia de que diversifiquen la procedencia de sus ingresos para garantizar su sostenibilidad a largo plazo", dice el secretario general de la Asociaci¨®n Europea de Universidades (EUA, en ingl¨¦s), Lesley Wilson. Pero el 75% de los ingresos de los campus p¨²blicos europeos procede de los Estados.
Wilson explica que esas subvenciones no deben bajar, pero que las universidades han de aumentar sus ingresos por investigaci¨®n privada, a trav¨¦s de la filantrop¨ªa y antiguos alumnos, la formaci¨®n permanente y otras actividades comerciales. Pero la crisis econ¨®mica s¨ª ha bajado esa aportaci¨®n estatal, con recortes presupuestarios desde el 48% en Letonia, hasta el 10% en Italia o en 6,6% en Reino Unido (estos ¨²ltimos en varios a?os).
Y eso ha reavivado el debate de las matr¨ªculas. "Est¨¢ clara la necesidad de incrementar la financiaci¨®n de la educaci¨®n superior para mantener el ritmo de la demanda y no poner en peligro la calidad. Esa financiaci¨®n puede ser de dinero p¨²blico o de fuentes privadas. Cada Estado miembro tendr¨¢ que revisar su estructura y elegir lo m¨¢s adecuado. Pero est¨¢ claro que los pa¨ªses optan cada vez m¨¢s por introducir o ampliar el cobro de matr¨ªculas", resume el portavoz de Educaci¨®n de la Comisi¨®n Europea Dennis Abbott.
"Existe m¨¢s presi¨®n que nunca para tomar ese camino f¨¢cil [la subida del precio de las matr¨ªculas]", dice a trav¨¦s del correo electr¨®nico la lituana Rasa Cincyte, del comit¨¦ ejecutivo de la Asociaci¨®n de Estudiantes Europeos (ESU, en siglas inglesas). Cincyte asegura que entiende los desaf¨ªos de afrontar la crisis y pensar en la sostenibilidad del sistema a largo plazo, sin embargo: "Ver la educaci¨®n universitaria como un bien privado es un enfoque muy preocupante", a?ade.
En general, los precios de las matr¨ªculas en Europa han sido y son m¨¢s bajos que en EE UU, el espejo que se suele usar en los debates universitarios, aunque dentro de una enorme variedad que iba, en el curso 2007-2008, desde la gratuidad en los centros p¨²blicos en los pa¨ªses n¨®rdicos, hasta los 1.500 euros en Holanda, u horquillas de hasta 3.400 euros en Lituania, seg¨²n el informe del grupo alem¨¢n de investigaci¨®n econ¨®mica Cesifo.
En pa¨ªses como Austria, Dinamarca o Irlanda se ha debatido la introducci¨®n de matr¨ªculas, cuenta Abbott. En Alemania, se introdujeron en algunos Estados en 2007. Incluso Finlandia, Suecia y Dinamarca han empezado a introducir el pago de matr¨ªculas para algunos programas y a cobrar a los alumnos extranjeros.
En el lado contrario est¨¢ el rechazo social a este tipo de medidas, representado de forma m¨¢s visible por los estudiantes. "Hay algunos logros que demuestran que la direcci¨®n opuesta [a subir las matr¨ªculas] tambi¨¦n es posible. Por ejemplo, Irlanda, que se deshizo de los derechos de matr¨ªcula no hace mucho. Adem¨¢s, una investigaci¨®n llevada a cabo por la Asociaci¨®n de Estudiantes Europeos en 2007 demuestra que en algunos pa¨ªses la situaci¨®n financiera ha empeorado debido a la introducci¨®n de la matr¨ªcula o el aumento de los montos sin aumentar la disponibilidad de pr¨¦stamos y ayudas", advierte Rasa Cincyte, de la ESU.
Mientras, en el Reino Unido el debate contin¨²a. En un gesto que amenaza con revuelta en las filas de su propio partido, el liberaldem¨®crata Vince Cable, secretario de Negocios, fue el responsable de defender en los Comunes hace apenas unas semanas la impopular medida de quitar el l¨ªmite m¨¢ximo de las matr¨ªculas, ampar¨¢ndose en las "actuales circunstancias econ¨®micas" y en un an¨¢lisis independiente encargado por el Gobierno sobre el modelo de financiaci¨®n de la educaci¨®n superior difundido ese mismo d¨ªa. Dirigido por el ex consejero delegado de la petrolera BP, John Browne, el estudio defiende en realidad la anulaci¨®n de cualquier tope en el precio de la matr¨ªcula, aunque considera razonable que el coste medio de la misma ronde las 6.000 libras (unos 6.700 euros). Cable acept¨® ese incremento como f¨®rmula para recortar los subsidios del Gobierno a las universidades (lo que hoy paga el estudiante no cubre el coste real del curso), pero titube¨® sobre la propuesta de que algunas instituciones de ¨¦lite cobren todav¨ªa m¨¢s para mantener la competitividad.
En un fiel de la balanza est¨¢n los argumentos como el de la Universidad de Cambridge, que calcula el coste real por estudiante en unas 9.000 libras (unos 10.140 euros). En el otro, la "pesadilla" que afronta la Universidad de East London, sede de una colonia estudiantil muy variada ¨¦tnica y socialmente: si le "permiten" aumentar el precio de las matr¨ªculas, en realidad una obligaci¨®n a causa del recorte de los subsidios gubernamentales, se arriesga a perder a centenares de universitarios de clase humilde. El visto bueno a esa flexibilidad en las tasas, un punto muy sensible porque rememora el end¨¦mico clasismo de la sociedad inglesa, es una de las grandes inc¨®gnitas que penden sobre la reforma universitaria, cuyos detalles se conocer¨¢n en las pr¨®ximas semanas.
Hasta entonces, lo que los futuros alumnos ya saben es que el coste de su carrera sufrir¨¢ un dr¨¢stico aumento, si bien podr¨¢n sufragarlo a trav¨¦s de los pr¨¦stamos para estudiantes; pueden empezar a devolver el dinero cuando est¨¦n trabajando y sus ingresos superen las 21.000 libras anuales. Por el contrario, aquellos licenciados con recursos econ¨®micos para saldar la deuda casi de inmediato deber¨¢n abonar una tasa de penalizaci¨®n, al estilo de las que se pagan cuando se cancela un pr¨¦stamo hipotecario.
La f¨®rmula es calificada de m¨¢s equitativa por un reciente informe del Instituto de Estudios Fiscales, que cree beneficioso para los estudiantes de escasos recursos la posibilidad de saldar el pr¨¦stamo con su universidad a lo largo de muchos a?os. Otros medios, como la Asociaci¨®n M¨¦dica Brit¨¢nica, alertan sobre la perspectiva de que muchos estudiantes acaben endeudados hasta las cejas despu¨¦s de graduarse.
En Espa?a, ser¨¢n los repetidores
En Espa?a, el debate sobre el precio de las matr¨ªculas en las universidades p¨²blicas est¨¢ abierto desde hace mucho tiempo: se calcula que un estudiante paga de media entre el 10% y el 20% del coste real de sus estudios en la universidad p¨²blica, as¨ª que la subvenci¨®n media por estudiante, con independencia de la renta, ser¨ªa de unos 7.100 euros.
Ahora, lo que est¨¢ planteado en los documentos oficiales es que los que suspendan paguen m¨¢s. El arranque progresivo de esta idea ha sido pospuesto hasta 2012 por las actuales dificultades econ¨®micas. Unas penurias que, si contin¨²an, podr¨ªan retrasar a¨²n m¨¢s la medida, explica una portavoz del Ministerio de Educaci¨®n. Los repetidores ya pagan m¨¢s, pero en el futuro ser¨¢ mucho m¨¢s: hasta el 50% del coste real de los estudios en la segunda matr¨ªcula, y el 100% en la tercera. Por ejemplo, la materia m¨¢s cara de Derecho en una universidad madrile?a, que el curso pasado costaba 80 euros en primera matr¨ªcula, en el futuro valdr¨ªa 330 en la segunda y 660 en la tercera. Los alumnos, a trav¨¦s de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades P¨²blicas, ya se han declarado radicalmente en contra de la medida. A pesar de que el plan del ministerio contempla que, junto a la subida de las tasas a los repetidores, se desarrollar¨¢ un sistema mucho m¨¢s potente de becas y ayudas al estudio. El objetivo es aumentar el n¨²mero de becarios (la idea es llegar al 30% de los alumnos de grado en 2015; ahora son el 15%), su cuant¨ªa y las modalidades de estas.
Distintos modelos
- Bajo diferentes nombres. Lo que pagan los alumnos para estudiar en las universidades p¨²blicas europeas puede variar de nombre y caracter¨ªsticas seg¨²n el pa¨ªs. Pueden ser matr¨ªculas por los servicios acad¨¦micos, por los servicios administrativos o la matr¨ªcula de acceso, explica el informe de la Asociaci¨®n Europea de Universidades titulado Autonom¨ªa Universitaria en Europa. De ¨¦l, y de la base de datos del grupo alem¨¢n de investigaci¨®n econ¨®mica CESifo, se toman la mayor parte de las siguientes cifras.
- Estudios gratuitos, con excepciones. En general, no pagan matr¨ªculas los estudiantes de campus p¨²blicos de Chipre, Rep¨²blica Checa, Irlanda, Malta, Noruega, Eslovaquia, Eslovenia o Suecia. En la mayor¨ªa de ellos, s¨ª pagan los alumnos extranjeros de fuera de la UE. En otros, como Eslovenia, se pagan solo los estudios de posgrado (unos 1.500 euros). En Rep¨²blica Checa, las universidades pueden cobrar a los que repiten. En Alemania, en algunos Estados no se paga, y en otros s¨ª: los precios van de 100 a 500 euros por semestre.
- El Estado marca el precio. En pa¨ªses como Espa?a, B¨¦lgica u Holanda, el precio de las matr¨ªculas lo fija el Estado. En Espa?a, el Gobierno establece una horquilla que luego concreta cada comunidad aut¨®noma. El precio medio es de 900 euros al a?o. En Holanda esta en torno a los 1.500 euros, o en Suiza, entre 1.200 y 2.900.
- La universidad decide. En Italia o Reino Unido, por ejemplo, el Estado fija una cantidad m¨ªnima o m¨¢xima, respectivamente, que se puede cobrar a los alumnos y las universidades deciden. Ese l¨ªmite por arriba es el que actualmente est¨¢ debatiendo eliminar Reino Unido. En Italia se pagaban de media 750 euros en 2007-2008.
- Becas y ayudas. El gasto p¨²blico en becas y ayudas en educaci¨®n Superior en Espa?a es el 0,08% del PIB. La media de la OCDE se sit¨²a en el 0,25%. Alemania est¨¢ en el 0,22%; Francia, en el 0,09%, y Reino Unido, en el 0,31%. En la mayor¨ªa de pa¨ªses tambi¨¦n se puede acceder a cr¨¦ditos con bajo inter¨¦s, o ninguno. En Espa?a, esta medida lleg¨® hace poco y de momento solo se puede pedir para los estudios de m¨¢ster o doctorado.
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