200 a?os "leal y valerosa"

Los vitrasas del transporte urbano salieron de cocheras engalanados con galladertes y la prensa local, engordada con suplementos de felicitaci¨®n. Ayer se cumplieron 200 a?os de la declaraci¨®n de Vigo como Ciudad Leal y Valerosa en reconocimiento a su gesta de la Guerra de la Independencia -fue la primera ciudad espa?ola que se sacudi¨® los invasores- por c¨¦dula de un rey, Fernando VII, que pas¨® de ser el Deseado al m¨¢s indeseable de los monarcas espa?oles (no por elevar la categor¨ªa de Vigo de villa a ciudad, obviamente). La inauguraci¨®n de una plaza conmemorativa con una monumental escultura de Silverio Rivas y el reconocimiento a 10 instituciones y empresas que han protagonizado el desarrollo social y econ¨®mico de Vigo centraron ayer la celebraci¨®n, despu¨¦s de un pr¨®logo austero de dos semanas salpicadas de cert¨¢menes y conferencias.

Una escultura de acero de Silverio Rivas elogia la luz de la r¨ªa

Diez instituciones y empresas fueron distinguidas por el Ayuntamiento

Vigo ten¨ªa 6.000 habitantes cuando el episodio de la independencia (ahora 300.000) y no fue f¨¢cil convencer a otros ¨®rganos y villas -singularmente Tui, por lo que ayer se contaba- de que le reconocieran el t¨ªtulo real de ciudad. Otro suplemento, y "no hay discusi¨®n posible", dec¨ªa que la celebraci¨®n llegaba ocho meses tarde porque fue el 1 de marzo cuando el Consejo de Regencia le otorga el t¨ªtulo de "Ciudad Fiel, Leal y Valerosa", aunque con la firma de "yo, el Rey" no se promulga hasta el 27 de octubre y descabalgando la condici¨®n de "fiel".

Tampoco cabe atribuir a este detalle la paradoja hist¨®rica de que la rebeli¨®n popular que encabezaron los patriotas Morillo y Cachamui?a como un anticipo del fado de Am¨¢lia Rodrigues (Lisboa n?o sejas francesa: tens a¨ª tenentes/ bravos e valentes/ nados e criados c¨¢) concluya en este Bicentenario con Vigo como la ciudad claramente afrancesada, por su dependencia econ¨®mica. De hecho, Pierre Ianni, director de la factor¨ªa Peugeot-Citro?n, fue uno de los receptores de los galardones de ayer.

El escultor Silverio Rivas explic¨® su obra como una fusi¨®n de los elementos capitales del escudo vigu¨¦s: la torre del castillo, el olivo y el mar. Una inspiraci¨®n her¨¢ldica, pues, que se materializ¨® en un olivo de acero de siete metros, "elogio a la luminosidad de la r¨ªa" y al esfuerzo colectivo de los vigueses, que traslada expl¨ªcitamente a las 23 ramas (planchas obl¨ªcuas) de la escultura, cada cual con el nombre grabado de una parroquia o barrio de la ciudad. Un grupo de ni?os descubri¨® la escultura, tirando afanosamente de la tela que la cubr¨ªa y que se enganchaba en el afilado ramaje de acero, hasta que la desgarraron en varios pedazos, y el grupo Troula puso el aire festivo, con mimos, zancos, tamborrada y ca?onazos de confeti, mientras los grupos pol¨ªticos marcaban distancias: el Gobierno local, en torno al alcalde y al escultor, que discursearon; los populares, subidos a un repecho para presenciar la ceremonia y, ajenos a ambos, Pierre Ianni, Julio Fern¨¢ndez Gayoso y el obispo, Luis Quinteiro, secreteando, o en mera tertulia.

Nadie lo record¨®, pero de haber prosperado una orden de la Xunta, hace dos semanas, de paralizar las obras del monumento por una presunta falta de control arqueol¨®gico, ayer no se hubiera inaugurado. El alcalde, Abel Caballero, desoy¨® esa orden y la convirti¨® en un agravio que el PP no pudo consumar. Ayer estuvo solemne y emotivo evocando los dos siglos que se celebraban y la justificaci¨®n de los galardones que se iban a entregar. Los recibieron los presidentes o directivos del Celta, Faro de Vigo, Caixanova, la Cooperativa de Armadores, el Puerto, Radio Vigo, la Zona Franca, el astillero Hijos de J. Barreras, la Universidad y el ya citado Citro?n. Gayoso, portavoz de los galardonados, trenz¨® luego una glosa a todos ellos en la que reclam¨® al Celta que "de una vez por todas" vuelva a la Primera Divisi¨®n. No ser¨¢ por falta de ganas.

En las dos semanas precedentes de celebraci¨®n cobraron especial relieve las dos jornadas de conferencias-debate (los dos s¨¢bados precedentes) de Vigo no div¨¢n, organizadas por Outro Vigo ¨¦ Posible (OVEP), con financiaci¨®n municipal pero no precisamente complacientes con la gesti¨®n pol¨ªtica de la ciudad. Ah¨ª, como en las sesiones de reflexi¨®n psicoanal¨ªtica, aflor¨® de la mano de reconocidos expertos el mont¨®n de desdichas que la ciudad arrastra y cuya discusi¨®n atrap¨® a la audiencia, en las dos jornadas y con ligeros descansos, desde las 11 de la ma?ana hasta las tres y media de la tarde, que no es frecuente.

En este contexto de celebraciones, Caballero coloc¨® el rescate de la Panificadora para usos p¨²blicos. La escultura de Rivas pone un hito fronterizo a la transformaci¨®n dr¨¢stica que anuncia el Bicentenario, faldas abajo del Castro: plan Moneo para remodelar la Praza do Rei, Panificadora, Barrio do Cura, Casco Vello y O Berb¨¦s. La otra ciudad posible.