Max Kohnstamm, uno de los 'padres' de Europa
Promovi¨® la CECA, precursora de la actual Uni¨®n Europea
En su adolescencia, Max Kohnstamm, diplom¨¢tico holand¨¦s, fallecido el pasado 20 de octubre a los 96 a?os y nacido en ?msterdam, tem¨ªa no estar a la altura de su padre, que fue catedr¨¢tico de termodin¨¢mica y pedagog¨ªa. Con el tiempo, sin embargo, los ¨¦xitos del chico superar¨ªan las expectativas paternas. Y es que Max Kohnstamm, amante del arte, la filosof¨ªa y una buena conversaci¨®n, acab¨® convirti¨¦ndose en uno de los promotores de la Comunidad Europea del Carb¨®n y del Acero (CECA), precursora de la actual Uni¨®n Europea. Antes de ayudar en dicho esfuerzo integrador a los pol¨ªticos franceses Jean Monnet y Robert Schuman, considerados los padres de Europa, el diplom¨¢tico holand¨¦s conoci¨® lo peor y lo mejor de la ¨¦poca que le toc¨® vivir.
El diplom¨¢tico holand¨¦s apoy¨® la plena integraci¨®n de Alemania
Durante sus estudios de Historia, que comenz¨® en ?msterdam en 1933, consigui¨® una beca para trasladarse un a?o a Estados Unidos. El viaje no era nada frecuente en aquellos tiempos, y all¨ª, lejos de su hogar, vio la amenaza de una guerra abierta en Europa.
Regres¨® en 1940, cuando la situaci¨®n era ya insostenible. La escena de su ¨²ltimo examen universitario, hecho en casa con su profesor, no pudo ser m¨¢s simb¨®lica. Fue el 10 de mayo, mientras las tropas nazis invad¨ªan Holanda. Como los Kohnstamm eran en parte de origen jud¨ªo, los ocupantes les consideraron medio arios. En 1942, fue detenido y enviado a un campo de concentraci¨®n en el centro de su pa¨ªs. Luego ser¨ªa trasladado al sur, a Brabante, en calidad de reh¨¦n. Liberado dos a?os despu¨¦s, se encontr¨® al principio algo desconcertado. Sin embargo, su vida estaba a punto de dar un vuelco ins¨®lito.
Despu¨¦s de afiliarse a la socialdemocracia, y de contraer matrimonio con Kathleen Sillem, con la que tendr¨ªa cinco hijos, la entonces reina Guillermina le pidi¨® que fuera su secretario personal. Lo hizo y se mantuvo en el cargo hasta la abdicaci¨®n de la soberana, en 1948.
En la treintena y con un curr¨ªculo donde destacaban ya sus dotes de mediador, un hecho marcar¨ªa su carrera posterior. Fue nombrado asesor gubernamental para Alemania, cargo desde el que har¨ªa sus primeras llamadas a una Europa com¨²n, con Alemania como socio de pleno derecho. Su dominio del alem¨¢n, franc¨¦s e ingl¨¦s, le ayud¨® en su visi¨®n de futuro. Cuando el plan del d¨²o galo, bautizado como Plan Schuman, de regular el sector del carb¨®n y del acero europeo se transform¨® en la CECA, el diplom¨¢tico holand¨¦s fue nombrado en 1950 su primer secretario.
Para Kohnstamm, pacifista de coraz¨®n, la idea de una Europa unida equival¨ªa a mantener la paz, as¨ª que abraz¨® su labor con entusiasmo. Despu¨¦s har¨ªa muchas otras cosas: secretario general del Comit¨¦ de Acci¨®n para los Estados Unidos de Europa, presidente honor¨ªfico del Consejo Asesor del Centro de Estudios Europeos, de Bruselas, y primer presidente del Instituto Universitario Europeo, en Florencia. Analista y comentarista de todo lo europeo hasta el final de su vida.
Entre las distinciones que recibi¨® hay dos muy se?aladas. Se trata del premio Jean Monnet, y el galard¨®n Four Freedom, entregado este ¨²ltimo en memoria del que fuera presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt.
En el orden privado, hab¨ªa un honor que le devolv¨ªa a su colorista juventud. Adem¨¢s de Gran Caballero de la Orden de Orange Nassau, era el padrino de Constantino, hijo menor de la actual reina Beatriz de Holanda, la nieta de la reina Guillermina, a la que el diplom¨¢tico le llev¨® la correspondencia.
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