Emotivo desfile ante Marcelino

La gente espera pacientemente a que llegue su turno. En grupos de 15 o 20 personas entran en el auditorio de Comisiones Obreras en Madrid a homenajear a Marcelino Camacho, fallecido a la una y media de la madrugada de ayer. No hay grandes aglomeraciones, pero la afluencia es constante. A la una de la tarde, tres horas despu¨¦s de que abriera la capilla ardiente han desfilado por ella cientos de personas y todav¨ªa queda casi un d¨ªa.

Al entrar, en respetuoso silencio, encuentran en el escenario una foto de Marcelino Camacho en blanco y negro con su frase m¨¢s famosa, "ni nos domaron, ni nos doblegaron, ni nos van a domesticar", el ata¨²d con su cuerpo y al lado las banderas republicanas, del PCE y de CC OO. Unos, los menos, se santiguan (entre ellos el presidente del Congreso, Jos¨¦ Bono), otros levantan el pu?o -son camaradas comunistas de Marcelino- y otros simplemente miran con respeto el f¨¦retro. Sentada a su lado, su compa?era, Josefina, y sus dos hijos, Marcel y Yeina. De pie, entrando y saliendo, los dirigentes del sindicato, con el secretario general a la cabeza, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo.

El Gobierno casi en pleno, el Pr¨ªncipe y ex pol¨ªticos fueron a consolar a la familia

Josefina, viuda de Camacho, recibi¨® a todos con entereza y sobriedad

El l¨ªder de CC OO y su equipo se encargan de atender a la procesi¨®n pol¨ªtica, que transcurre paralela al homenaje c¨ªvico y sindical. Marcelino Camacho despierta la unanimidad de los responsables p¨²blicos. Nadie olvida su lucha por los derechos de los trabajadores, por la libertad, su papel en la transici¨®n... en definitiva, su biograf¨ªa.

"Es la despedida a Marcelino, una de las personalidades m¨¢s relevantes que el mundo sindical ha dado en la historia contempor¨¢nea", homenaje¨® ayer el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en su visita a la capilla ardiente. Acababa de aterrizar de Bruselas, donde hab¨ªa asistido a una cumbre de la Uni¨®n Europea y fue directamente al auditorio Marcelino Camacho, el nombre oficial, casualmente.

La visita de Zapatero culminaba el desfile de miembros del Gobierno que hab¨ªa arrancado sobre las doce y media, al acabar el Consejo de Ministros, con la llegada del responsable de Trabajo, Valeriano G¨®mez. Tras ¨¦l, el vicepresidente tercero, Manuel Chaves; la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n; la de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde; el de Fomento, Jos¨¦ Blanco; la de Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar; y el de Industria, Miguel Sebasti¨¢n.

Antes del aluvi¨®n ministerial hab¨ªa acudido el presidente de Congreso, Jos¨¦ Bono. "Marcelino Camacho no solamente es uno de los padres del sindicalismo espa?ol, sino que es una de las claves de la democracia, de la Transici¨®n", elogi¨® Bono. Poco despu¨¦s pas¨® el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, del PP. A esas horas llega uno de los sucesores del fallecido en la secretar¨ªa general de CC OO, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo, y el l¨ªder de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez. "Ha sido un l¨ªder obrero intachable", lo¨® M¨¦ndez. Por parte de la patronal CEOE, acudi¨® el secretario general, Jos¨¦ Mar¨ªa Lacasa, y el vicepresidente, Arturo Fern¨¢ndez.

Entre tanto, por los pasillos se ve andar y abrazarse a miembros hist¨®ricos de CC OO, como Nicol¨¢s Sartorius, con los l¨ªderes actuales, y los trabajadores del sindicato, manteniendo con trabajo un riguroso orden y organizaci¨®n.

La representaci¨®n de la Casa Real correspondi¨® al pr¨ªncipe Felipe. ?l fue el encargado de rendir "homenaje y tributo" a Marcelino Camacho.

Entre los correligionarios de Izquierda Unida, a la que perteneci¨® desde primera hora a trav¨¦s de su pertenencia al Partido Comunista, Cayo Lara, Willy Meller, Gaspar Llamazares... "Como s¨ªmbolo, no morir¨¢", vaticin¨® el portavoz parlamentario de la coalici¨®n. "Marcelino Camacho deber¨ªamos ser muchos", concluy¨® el l¨ªder de IU, Lara.

Al homenaje tambi¨¦n se sum¨® el Partido Popular. El presidente, Mariano Rajoy, envi¨® un telegrama con sus condolencias. Y la secretaria general, Mar¨ªa Dolores de Cospedal acudi¨® a la capilla ardiente. "Luch¨® por los derechos de los trabajadores cuando no era f¨¢cil", defini¨® Cospedal.

La n¨²mero dos del principal partido de la oposici¨®n lleg¨® a la capilla ardiente minutos despu¨¦s de que saliera el vicepresidente primero, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, a las siete y media de la tarde. El ministro de Interior estuvo especialmente cari?oso con Josefina. Charl¨® con ella durante un buen rato. La mujer de Marcelino estaba sentada, y como durante todo el d¨ªa, se la ve¨ªa locuaz, sobria y entera.