Juanes protesta otra vez
El cantante recuerda en su nuevo disco a las v¨ªctimas de una matanza paramilitar ocurrida en Colombia
A veces Juanes se levanta con poca gana de ser Juanes. "En ocasiones me digo "?por qu¨¦ me tengo que meter en estas cosas?", pero lo hago porque no puedo cambiar mi forma de ser, si creo en algo me meto a fondo".
Estas cosas son: pedir la despenalizaci¨®n de la marihuana, organizar conciertos por la paz en lugares que dan mucha guerra pol¨ªtica o, como ahora, escribir una canci¨®n contra los paramilitares que masacraron a los vecinos de Segovia (Colombia), que se incluye en P.A.R.C.E., el disco que saldr¨¢ a la venta el 7 de diciembre.
"Veinte tipos armados llegaron el 11 de noviembre de 1988 en tres carros y empezaron a matar indiscriminadamente a toda la gente del pueblito solo porque votaban a la izquierda", cuenta en un hotel de Madrid. La historia reciente de Colombia est¨¢ plagada de exterminios similares, pero a Juanes le estremecieron los cr¨ªmenes de Segovia mientras le¨ªa un libro sobre la extinci¨®n de la izquierdista Uni¨®n Patri¨®tica a fuerza de atentados y asesinatos.
El artista baraja organizar un concierto por la paz en Ciudad Ju¨¢rez
"No puedo cambiar mi forma de ser, si creo en algo me meto a fondo"
Juanes (Medell¨ªn, 1972) es un tipo pegado a la realidad que hace canciones pegadizas. Hay ejemplos mirando atr¨¢s (La historia de Juan es la de un ni?o de la calle y Rosario Tijeras, la de una pistolera violada en la infancia) y adelante. El nuevo trabajo arranca con un tema, Quimera, donde recuerda cat¨¢strofes recientes (los terremotos de Chile y Hait¨ª, las inundaciones de Nueva Orleans...), y se pregunta qu¨¦ hacer con la naturaleza.
-?Y qu¨¦ se puede hacer?
-Lo ¨²nico que nos queda es amarnos, creer en esta energ¨ªa tan bonita que parece que no tiene importancia.
Con la respuesta, se evapora el tipo pegado a la realidad y aflora la ret¨®rica de un so?ador. Que tambi¨¦n est¨¢ en Juanes: basta recordar esa suerte de plegaria rumbosa que es A Dios le pido. En suma, que el realista se inspira en los conflictos colectivos y el idealista se gu¨ªa por los individuales: el amor, la ruptura, la soledad, la amistad.
En su nuevo ¨¢lbum hay una loa a los amigos y el mismo t¨ªtulo, P.A.R.C.E., es un t¨¦rmino usado en Medell¨ªn para referirse a los colegas. "Cuando llego a Medell¨ªn mis amigos me siguen tratando tan mal como antes, seguimos siendo igual que antes de mi fama", sostiene.
?l mismo sigue pareciendo un chico cualquiera de Medell¨ªn, que conserva los amigos de entonces. El d¨ªa de la entrevista viste vaqueros y camisa. Se pliega a todas las exigencias promocionales con la obediencia de un colegial. "?Tengo tiempo para lavarme los dientes?", llega a preguntar a la gente de la discogr¨¢fica antes de partir hacia un estudio de televisi¨®n. No hay tab¨²es ni cuestiones espinosas prohibidas. Lo bueno de Juanes es que ha decidido no ir de cantante de ¨¦xito pol¨ªticamente correcto. Opina sobre cualquier asunto y se moja una y otra vez, a sabiendas de que significarse disgustar¨¢ a una parte del mundo.
Ocurri¨® con el concierto de la paz en La Habana, que mont¨® en 2009 con su amigo Miguel Bos¨¦, tras la experiencia iniciada en la frontera colombiana para mediar en una bronca diplom¨¢tica a tres bandas (Colombia, Ecuador y Venezuela). Las cr¨ªticas de la oposici¨®n castrista causaron bajas de algunos artistas (Ricky Martin o Enrique Iglesias). En Miami se destrozaron discos del colombiano a martillazos. "A pesar de lo duro que fue nunca fui capaz de dar un paso atr¨¢s, estamos muy convencidos de que mereci¨® la pena", asegura ahora.
-?D¨®nde har¨ªa hoy un concierto por la paz?
-Nos gustar¨ªa mucho ir a Ciudad Ju¨¢rez y El Paso, pero es un tema dif¨ªcil. Nos han dicho que vayamos con mucho cuidado porque puede ser peligroso para nuestras familias.
Juanes est¨¢ convencido de algo que irrita mucho al presidente de M¨¦xico, Felipe Calder¨®n: la tremebunda semejanza entre la violencia causada por el narcotr¨¢fico en la Colombia de hace unos a?os y el M¨¦xico de hoy. "Por m¨¢s que hagan no lo pueden parar, en Colombia no lo han podido parar. Se ir¨¢ transformando y corrompiendo todos los niveles de la pol¨ªtica y la sociedad, a no ser que busquen otras salidas como la despenalizaci¨®n o la educaci¨®n preventiva".
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