Los bienvenidos excesos de Mourinho
El Madrid est¨¢ encantado con los arrebatos de su entrenador porque el portugu¨¦s "fomenta los valores del club" y transmite car¨¢cter y disciplina a los jugadores
Los directivos del Madrid observan los arrebatos de Jos¨¦ Mourinho con admiraci¨®n embelesada. Est¨¢n tan convencidos como los jugadores de que el modelo de gesti¨®n del t¨¦cnico encaja perfectamente en la historia del club. "No deja nada al azar", dice un alto cargo del club, "lo planifica todo, todo, todo...". Tambi¨¦n los arrebatos. Preguntado por las declaraciones excesivas; los posibles desaires a futbolistas y colegas; los festejos desaforados, como el que protagoniz¨® en Alicante saltando al campo para gritar el tercer gol de su equipo, uno de los miembros de la junta echa mano de las Sagradas Escrituras: "Cuando Jesucristo nombr¨® al hombre que deb¨ªa encabezar su Iglesia, no eligi¨® a Juan, el genio fr¨ªo, sino a Pedro, un pescadero ardoroso y apasionado".
"Impulsa la entrega, la solidaridad, el trabajo...", resalta un alto dirigente
Acostumbrados a la figura contenida de Ra¨²l, durante 15 a?os la referencia del madridismo, muchos aficionados miran con asombro la exuberancia de la pareja m¨¢s representativa del equipo en estos d¨ªas: Cristiano y Mourinho. Entre los dos hacen mucho ruido. El escritor Javier Mar¨ªas, viejo madridista, confes¨® hace unos d¨ªas estar saturado de la personalidad del t¨¦cnico. Pero el sentimiento de rechazo es cada vez m¨¢s raro tanto en el club como en la hinchada.
Jos¨¦ Emilio Santamar¨ªa, pieza importante en el equipo de Di St¨¦fano, ganador de cuatro Copas de Europa, director de la cantera en los a?os setenta y responsable de la asociaci¨®n de veteranos, emite un veredicto favorable. "Antes los entrenadores se limitaban a programar el partido", dice; "ahora tienen otras responsabilidades. Est¨¢n sometidos a presiones de todo tipo. Deben responder a intereses publicitarios. Les vigilan las televisiones. Mourinho responde a todas estas exigencias y lo hace de manera tal que transmite a sus jugadores un compromiso y una confianza en el triunfo. Su conducta es la de un entrenador ganador. En Alicante celebr¨® los goles como un jugador, pero esta es su forma de transmitir implicaci¨®n. Antes no exist¨ªa la zona t¨¦cnica. Helenio Herrera no sal¨ªa del banquillo. Ahora se ha delimitado un espacio para que los entrenadores se desahoguen porque participan mucho m¨¢s".
"?Payaso!", gritaban los hinchas del H¨¦rcules a Cristiano Ronaldo. "?Tonto!", le dec¨ªan cada vez que fallaba un remate o que perd¨ªa una pelota. Las andanadas se prolongaban como una persistente m¨²sica de fondo porque el jugador no dejaba de encarar, regatear y armar la pierna desde lejos y, en cuanto pod¨ªa, dirig¨ªa alguna mirada desafiante a las tribunas como buscando r¨¦plica. La manifestaci¨®n que se arm¨® se pareci¨® mucho a la que se organiza cada vez que el Madrid juega fuera. Cristiano marc¨® dos goles. Cuando logr¨® el primero, se llev¨® la mano a un o¨ªdo, haciendo pantalla, y recorri¨® el fondo del estadio como retando a sus detractores. Luego,Mourinho abandon¨® la caseta y se meti¨® al campo con los suplentes para abrazarse con el h¨¦roe, como si en la derrota de un reci¨¦n ascendido hubiese m¨¢s gloria que en una Champions.
El t¨¦cnico del H¨¦rcules, Esteban Vigo, casi no se percata. "No le di importancia", dijo ayer pensando en el festejo de su hom¨®logo y Cristiano; "yo, a veces, hago cosas que pueden molestar a mis colegas, pero no pretendo ofender. No creo que Mourinho haya pretendido provocar. Cada uno celebra los goles como quiere y ellos no faltaron al respeto a nadie".
"Mourinho fomenta los valores del madridismo: solidaridad, entrega, trabajo en equipo y respeto por el rival", reza un alto dirigente del club, que advierte de que el festejo en Alicante fue un caso puntual. Otro directivo apunta: "?Qui¨¦n ha dicho que el se?or¨ªo implique reprimir la felicidad? ?l explot¨® porque le hab¨ªa salido todo lo que le pidi¨® en el descanso a los jugadores. Yo jam¨¢s he o¨ªdo a un jugador del Madrid decir lo que dijo luego Casillas: 'El m¨ªster estuvo genial".
"Su comportamiento es correcto", dice Pirri, otro veterano ilustre; "soy defensor de Mourinho. En este club lo m¨¢s importante siempre fue correr, luchar, trabajar. Mourinho ha inculcado a los jugadores que el que no lucha... no juega. Ahora hay una disciplina. Un orden que ¨²ltimamente se hab¨ªa perdido. Los jugadores hac¨ªan lo que quer¨ªan. Primero estaban ellos y luego el club. Ahora no. Se implican y Cristiano es ejemplar. Ser¨ªa reprochable si fuese un pasota. Pero, cuando t¨² vas a otro campo, lo que quieres es un compa?ero como ¨¦l, un ganador nato. A Cristiano le divierte la pelea. Discute con el ¨¢rbitro. Se encara con el rival. Es sensacional. ?Qu¨¦ me importa c¨®mo celebre los goles? Hoy los goles se celebran haciendo gilipolleces y eso no es culpa de Cristiano".
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