Luz
La ¨²nica manera que tiene el periodismo de reivindicarse en los tiempos de des¨¢nimo es ofrecer m¨¢s y mejor periodismo. Hace tres semanas, en las cercan¨ªas de El Aai¨²n, supimos de la acampada de protesta de miles de saharauis que reclamaban mejores condiciones laborales y econ¨®micas. La cima informativa se alcanz¨® con la muerte de un adolescente por disparos de la polic¨ªa marroqu¨ª que hab¨ªa cercado el lugar de la protesta. Para entonces, las redacciones de peri¨®dicos y televisiones tan solo contaban para ilustrar las noticias con unas grabaciones difusas, algunas fotos lejanas, material sin fuerza en un mundo que gobierna la mirada de espectador, donde entrar por los ojos es la ¨²nica garant¨ªa de la implicaci¨®n general.
A partir de ese momento el Gobierno marroqu¨ª dispuso el arsenal habitual de esfuerzos para provocar el apag¨®n informativo. Aislamiento de la protesta, dificultad para la salida y entrada de v¨ªveres, personas, datos, y tratar de entorpecer al m¨¢ximo la llegada de periodistas o nuevos manifestantes. Nada nuevo. El efecto sorpresa de la convocatoria, su aparente falta de ligaz¨®n con los sospechosos habituales de las revueltas reivindicativas, ten¨ªa que ser contrarrestado de inmediato hasta la invisibilidad. Durante d¨ªas las informaciones sufrieron una especie de depresi¨®n hacia el para¨ªso del silencio. Incluso la agencia de noticias oficial marroqu¨ª habl¨® de un joven muerto en la frontera melillense tras un enfrentamiento con la polic¨ªa espa?ola, que result¨® pura invenci¨®n. Cualquier maniobra de distracci¨®n, cualquier desplazamiento del inter¨¦s informativo era bienvenido.
Parec¨ªa sencillo predecir el apag¨®n definitivo, la vuelta a la normalidad, el final de las protestas bajo la habilidad de los fabricantes de niebla. Pero los periodistas han logrado llegar. Y ayer en este peri¨®dico, Ignacio Cembrero escrib¨ªa desde el campamento de Agdaym Izik y mostraba una fotograf¨ªa urgente y bien expresiva del mar de jaimas. Otros medios han logrado romper el cerco y sencillamente posar la mirada del mundo sobre quien m¨¢s la necesita. Algunos solo tienen eso en favor de su lucha, nuestra mirada distante a trav¨¦s de los medios. No es poco. Justifica un oficio, que cuando est¨¢ bien hecho, y logra imponerse sobre las mil dificultades, es luz que alumbra un mundo m¨¢s digno.
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