El misterio de Layton Court

Anthony Berkeley es autor de una de las novelas de crimen y misterio m¨¢s originales, que ha quedado como una obra maestra del g¨¦nero: El caso de los bombones envenenados. Lumen la anuncia como pr¨®xima en esta peque?a biblioteca que va a dedicar a su autor y de la que nos ofrece como estupendo aperitivo este Misterio de Layton Court. Berkeley -que tambi¨¦n firm¨® novelas con el seud¨®nimo Frances Iles- fue un escritor elegante, ingenioso y dotado de un excelente sentido del humor. Escribi¨® en la ¨¦poca de oro del g¨¦nero detectivesco ingl¨¦s y si hubiera que buscarle un par, ¨¦ste ser¨ªa sin duda Dorothy L. Sayers. Como ella, era un hombre de excelente formaci¨®n y amplia cultura. El misterio de Layton Court es casi una comedia por su tono desenvuelto y su aparente frivolidad. Se trata de una intriga casi convencional (elegante anciano, caballero ingl¨¦s rodeado de invitados en su mansi¨®n, aparece suicidado en la biblioteca) con unas caracter¨ªsticas muy definidas. Primero: cumple a rajatabla la norma de poner en manos del lector lo mismo que el detective sabe, pero, adem¨¢s, lo va haciendo sobre la marcha; es decir: no disimula pistas que el lector ha de encontrar sino que lo obliga a acompa?ar al detective paso a paso, pues ambos van descubriendo lo mismo a lo largo del relato. Segundo: crea un detective cl¨¢sico que se define por su inteligencia, su jovialidad, sus simp¨¢ticos errores y su decidida voluntad, propia de un sportman, de superar todos los obst¨¢culos. Tercero: la frivolidad se revela en realidad como un estilo limpio, claro y directo de organizar con cuatro elementos una trama cada vez m¨¢s enrevesada que al final se revuelve sobre s¨ª misma con un remate del mejor gusto torero. Y cuarto: es uno de los mejores desarrollos que he le¨ªdo del cl¨¢sico enigma de la habitaci¨®n cerrada. Evidentemente, la novela pertenece a la tradici¨®n -o etapa- del g¨¦nero que considera la obra como un juego entre el lector y el autor. En esta ¨¦poca de oro, la l¨®gica se asociaba al juego (lejos de la estricta exigencia de l¨®gica estricta y pura de la etapa anterior, comandada por R. Austin Freeman) y bien podemos decir que su divisa fue "usted puede ser el detective", modo en el que impl¨ªcitamente se establec¨ªa el juego. Berkeley es un autor indispensable en la biblioteca de cualquier amante del g¨¦nero, pero, adem¨¢s, como los m¨¢s afines de sus compatriotas (Sayers, Chesterton, Innes, Blake...), es un novelista de verdadera altura literaria. Al espa?ol se lo verti¨® en la m¨ªtica colecci¨®n de Borges y Bioy El S¨¦ptimo C¨ªrculo: toda una carta de presentaci¨®n para un cl¨¢sico indiscutible.