Escasa expectaci¨®n ante la llegada del Papa a Barcelona

La llegada del Papa ayer por la noche a Barcelona no movi¨® a las masas. Ni a favor, ni en contra. Desde las siete de la tarde, dos millares largos de j¨®venes procedentes de ciudades como Madrid, Zaragoza, Bilbao, San Sebasti¨¢n y de la propia Barcelona se congregaron en la plaza de la catedral para esperar, con c¨¢nticos y rezos, la llegada del Pont¨ªfice. Y durante el d¨ªa, tres movilizaciones contra la visita se sucedieron sin demasiado ¨¦xito de participaci¨®n en las calles de la ciudad.

Por la ma?ana, la ONG contra el sida Dance4life organiz¨® un acto l¨²dico junto al Arc de Triomf que reuni¨® a dos centenares de personas. La propuesta tuvo cierto ¨¦xito, pero m¨¢s por el car¨¢cter festivo de la iniciativa -que consiste en bailar de forma colectiva al son de una m¨²sica- que por lo que supuso de oposici¨®n al viaje del Papa. El acto de protesta sirvi¨® para advertir de los estragos que causa el sida y fomentar el uso del preservativo. De hecho, los participantes repartieron condones a los ciudadanos. Algunos, incluso, se los pusieron en la cabeza a modo de gorro improvisado.

Desde el mediod¨ªa, el centro de Barcelona qued¨® blindado por las fuerzas de seguridad para que el recorrido de hoy transcurra sin incidentes. Una de las zonas calientes, la plaza de la catedral -Benedicto XVI durmi¨® a escasos metros de all¨ª, en la sede del arzobispado- fue protegida con vallas. En esa ¨¢rea restringida no pudo entrar ya nadie sin la acreditaci¨®n correspondiente.

Dos horas concentrados

A primeras horas de la tarde, poco despu¨¦s de que unos 200 agentes de los Mossos llegaran a la plaza en autobuses de TMB, una treintena de miembros del sindicato anarquista CGT ascendieron por Via Laietana hasta quedar situados a la altura de la plaza de la catedral. Los antidisturbios no les permitieron avanzar m¨¢s y los sindicalistas permanecieron en una acera. Los manifestantes, junto con la numerosa presencia de polic¨ªas y medios de comunicaci¨®n obligaron a cortar el tr¨¢fico en uno de los carriles de la calle. Despu¨¦s de dos horas, los concentrados se disolvieron sin incidentes.

Menos personas a¨²n (una docena) participaron en un pasacalle en el barrio de Sants. Los j¨®venes entraron en la plaza de Osca ataviados con capirotes y unas andas donde cargaban un monigote que quer¨ªa ser el Papa. Despu¨¦s, lo pasearon por las calles del barrio y denunciaron la pederastia en la Iglesia cat¨®lica.

Los j¨®venes que se concentraron por la tarde en la plaza de la catedral aguardaron la llegada del Pont¨ªfice con la esperanza de verle. Un grupo de j¨®venes de Madrid confi¨® en que el papam¨®vil llevase "luz interior" y, de esa forma, pudieran ver al Papa. No sab¨ªan que el Pont¨ªfice llegar¨ªa procedente del aeropuerto en un coche convencional con los cristales tintados de negro. Otro grupo de j¨®venes, de la parroquia de Sant Baldiri, en Sant Boi, exhib¨ªa una pancarta dando la bienvenida a Benedicto XVI.