El Papa pide ayuda estatal para la familia

Ba?ado por la maravillosa luz y "asombrado" por la belleza, las original¨ªsimas formas y los fant¨¢sticos colores imaginados por Antonio Gaud¨ª, Benedicto XVI dedic¨® ayer como bas¨ªlica menor el templo de la Sagrada Familia. Durante una liturgia solemne, larga y brillante, en la que el Papa mezcl¨® algunas frases en catal¨¢n con el castellano y el lat¨ªn, Ratzinger reflexion¨® sobre Dios como medida del hombre y del arte, y dej¨® otro mensaje pol¨ªtico al solicitar ayudas de Estado para las familias heterosexuales y al cargar contra las leyes que regulan el aborto.

Ante los Reyes, las autoridades y las 6.500 personas que llenaban el templo en construcci¨®n desde hace 128 a?os -al ritmo actual estar¨¢ terminado hacia 2026-, el Pont¨ªfice pidi¨® protecci¨®n para las mujeres y para la familia tradicional. "La Iglesia aboga por adecuadas medidas econ¨®micas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realizaci¨®n", dijo durante la homil¨ªa, "y para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado".

Ratzinger emple¨® el castellano, el catal¨¢n y el lat¨ªn al consagrar la Sagrada Familia

Al iniciar el papam¨®vil su trayecto hac¨ªa la Sagrada Familia, un centenar de homosexuales, que aguardaban al Pont¨ªfice, se besaron en protesta por el mensaje hom¨®fobo de la jerarqu¨ªa.

Barcelona, en todo caso, fue m¨¢s acogedora que Santiago para Ratzinger. Unas 100.000 personas estuvieron presentes en el recorrido de Benedicto XVI por las calles y en los aleda?os de la Sagrada Familia, seg¨²n los c¨¢lculos de EL PA?S, aunque el Ayuntamiento elev¨® la cifra a 250.000.

El Papa defendi¨® que "el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestaci¨®n, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su t¨¦rmino natural". Y a?adi¨®, frente a algunos derechos reconocidos en la Constituci¨®n, que legislar sobre esos asuntos ser¨ªa inconveniente, ya que "solo donde existen el amor y la fidelidad nace y perdura la verdadera libertad".

Con tono firme, critic¨® sin ambages la ley del aborto al pedir "que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepci¨®n; para que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jur¨ªdica, social y legislativamente".

En ese punto del discurso, mostr¨® su oposici¨®n a la eutanasia y dej¨® traslucir su rechazo a la adopci¨®n de hijos por parte de parejas homosexuales, al afirmar: "La Iglesia se opone a todas las formas de negaci¨®n de la vida humana, y apoya cuanto promueva el orden natural en el ¨¢mbito de la instituci¨®n familiar".

Parte de la homil¨ªa estuvo marcada por sus reflexiones sobre Gaud¨ª, creador de la Sagrada Familia, un templo en construcci¨®n desde hace m¨¢s de cien a?os y concebido para expiar los pecados de la Barcelona anarquista y revolucionaria de finales del siglo XIX y principios del XX. Ratzinger defini¨® a Gaud¨ª como "arquitecto genial y cristiano consecuente", y record¨® que mantuvo "la antorcha de su fe ardiendo hasta el t¨¦rmino de su vida, vivida en dignidad y austeridad absoluta".

La homil¨ªa hab¨ªa comenzado con un p¨¢rrafo en catal¨¢n, en el que el Papa salud¨® a los Reyes, al arzobispo de Barcelona, Llu¨ªs Mart¨ªnez Sistach; a los cardenales y obispos presentes y a las autoridades nacionales, auton¨®micas y locales. Luego explic¨® que la consagraci¨®n de la Sagrada Familia es "el punto cumbre y la desembocadura de una historia de esta tierra catalana que, sobre todo desde finales del siglo XIX, dio una pl¨¦yade de santos y de fundadores, de m¨¢rtires y de poetas cristianos". Una nueva alusi¨®n, esta vez m¨¢s suave, a la Guerra Civil, que la realizada en el vuelo de llegada a Espa?a.

La misa termin¨® con el cardenal arzobispo de Barcelona mostrando a los asistentes el pergamino con el decreto papal que consagra al templo como bas¨ªlica menor. Tras impartir la comuni¨®n a la Reina, el Papa cerr¨® la celebraci¨®n con una nueva alocuci¨®n en catal¨¢n, confiando a los presentes a la protecci¨®n "de la Mare de D¨¦u, Maria Sant¨ªssima, Rosa d' Abril, Mare de la Merc¨¨".

Ratzinger abandon¨® el templo por la puerta principal, y bajo la fachada del Naixement recit¨® el ?ngelus en castellano y catal¨¢n ante varios cientos de fieles. Tras regresar al templo, el Papa salud¨® a los presentes y fue despedido con una gran ovaci¨®n.

Por la tarde, Benedicto XVI visit¨® el centro de atenci¨®n cat¨®lica a ni?os con discapacidades Nen D¨¦u y aprovech¨® para pedir a las autoridades que trabajen para los m¨¢s desvalidos en estos tiempos de crisis y a los cristianos que multipliquen los actos de caridad. Fue el discurso m¨¢s social de una cita que promet¨ªa ser muy constructiva pero que se cerr¨® con dudas sobre las verdaderas intenciones de la Iglesia en su relaci¨®n con el Gobierno socialista. Despu¨¦s el Papa se reuni¨® brevemente en el aeropuerto con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, poco antes de iniciar el viaje de regreso a Roma.