Pero... ?qui¨¦n es Ai Weiwei?
El disidente chino es uno de los grandes artistas contempor¨¢neos del momento
Cuando el artista chino Ai Weiwei decidi¨® llenar la Sala de Turbinas de la galer¨ªa Tate Modern de Londres con 100 millones de pipas de girasol de porcelana, no solo realiz¨® una atrevida apuesta en uno de los templos sagrados del arte en Europa sino que dio un nuevo paso en la utilizaci¨®n de las condiciones sociales y pol¨ªticas de su pa¨ªs como uno de los motivos centrales de su obra, que le ha convertido en uno de los creadores m¨¢s importantes del momento en el arte contempor¨¢neo.
La capa de semillas, que ocupa una superficie de 1.000 metros cuadrados y tiene un espesor de 10 cent¨ªmetros, muestra una extensi¨®n gris en la que todas sus diminutas piezas parecen id¨¦nticas. Pero, en realidad, son todas distintas, ya que han sido pintadas una a una a mano por 1.600 artesanos de la ciudad china de Jingdezhen, cada uno de los cuales ha decorado alrededor de 60.000 pipas. Ai asegura que ¨¦l ha pintado solo tres.
La instalaci¨®n, denominada Pipas de girasol, tiene, como ocurre a menudo en China, numerosos niveles de lectura. Ai asegura que ha pretendido reflejar los conceptos de individualismo, producci¨®n con mano de obra intensiva y trabajo artesanal.
Las obras del artista chino suelen requerir muchas horas de trabajo, y la instalaci¨®n actualmente abierta al p¨²blico en la Tate Modern no es una excepci¨®n. En ella, hace uso de un aperitivo muy com¨²n en las calles de su Pek¨ªn natal, que es, adem¨¢s, un fuerte s¨ªmbolo de los a?os de la Revoluci¨®n Cultural, cuando el l¨ªder Mao Zedong era representado en los carteles de propaganda como un sol rodeado de girasoles, que simbolizaban la gente. Pipas de girasol contin¨²a una trayectoria art¨ªstica cr¨ªtica, rebelde e ir¨®nica, que ha estado marcada por la r¨¢pida transformaci¨®n que ha vivido China desde hace tres d¨¦cadas.
Ai Weiwei es hijo de Ai Qing, uno de los mejores poetas chinos del siglo XX, que fue acusado de intelectual derechista por el r¨¦gimen de Mao, y fue desterrado a la regi¨®n occidental de Xinjiang, donde se le prohibi¨® publicar y fue obligado a limpiar letrinas.
Ai ha desafiado tradicionalmente al poder y ha trastocado el uso de los objetos. Entre sus obras m¨¢s conocidas, destaca la serie de tres fotos realizadas en 1995, en las que se ve c¨®mo deja caer y rompe un jarr¨®n de la dinast¨ªa Han (202 antes de Cristo-220 despu¨¦s de Cristo). Sus proyectos han sido expuestos por todo el mundo, y ha participado en la Bienal de Venecia y la Documenta de Kassel. Para muchos, sin embargo, solo salt¨® a la fama cuando dise?¨® la intrincada estructura del estadio de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn 2008 del cual dijo m¨¢s tarde que no era m¨¢s que "una sonrisa fingida", debido a la utilizaci¨®n propagand¨ªstica que de ¨¦l hizo el Gobierno. Posteriormente, expuso en Madrid y Barcelona. Ai, de 53 a?os, es hoy uno de los artistas conceptuales m¨¢s prominentes de China. Y es uno de los pocos que se atreven a alzar la voz contra el Gobierno, lo que le ha granjeado las simpat¨ªas de muchos chinos y las cr¨ªticas de otros, incluidos artistas, que dicen que gracias a ello logra publicidad internacional y sube su cach¨¦.
Ai Weiwei dijo ayer que la polic¨ªa puso el domingo por la noche fin al arresto domiciliario al que estaba sometido desde el viernes pasado para impedirle que acudiera a la fiesta que hab¨ªa organizado el mismo domingo para celebrar la prevista demolici¨®n de su estudio en Shanghai.
Babelia
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