Espa?a lanza el trasplante en cadena contra las listas de espera
El sistema favorece las donaciones de los familiares de receptores - 2.400 personas aguardan un ri?¨®n y m¨¢s de un millar necesita un h¨ªgado
Espa?a busca alternativas para reactivar las donaciones de ¨®rganos -estancadas en 34 por mill¨®n de habitantes desde hace una d¨¦cada- y aliviar as¨ª las listas de espera que engrosan 2.400 enfermos renales y m¨¢s de un millar de h¨ªgado. En el primer trimestre de 2011 iniciar¨¢ el trasplante en cadena, modalidad que se aplica en Estados Unidos (pionero desde 2008), Holanda y Reino Unido y que exige una primera donaci¨®n totalmente altruista. La Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT) tiene ya siete buenos samaritanos, siete donantes vivos dispuestos a dar su ri?¨®n a un desconocido para iniciar as¨ª el proceso. Cada ¨®rgano se implantar¨¢ a una persona a cambio de que un pariente del receptor ofrezca otro ¨®rgano a un tercero.
Sanidad estudia un acuerdo con Italia y Portugal para compartir donantes
El ejemplo que sigue es real, se dio en Estados Unidos y tuvo una importante repercusi¨®n por su componente racial. Un hombre blanco perdi¨® a su hijo de 18 a?os en un accidente con moto de nieve. A los tres a?os, decidi¨® que quer¨ªa salvar la vida de alguien donando su ri?¨®n. El ¨®rgano se trasplant¨® a una mujer de raza negra, cuyo hijo don¨® el suyo a un hombre asi¨¢tico en di¨¢lisis. Y la mujer del asi¨¢tico hizo lo propio en beneficio de una profesora hispana. Se trata de una de las cadenas con mayor eco medi¨¢tico, pero no la m¨¢s larga del mundo. Esa se dio hace apenas tres semanas, tambi¨¦n en EE UU; en el proceso estuvieron involucradas 42 personas (21 donantes y 21 trasplantados) y 11 centros.
Cinco pacientes pasaron por las manos de Jeffrey Veale, coordinador del programa de donantes de UCLA, que participa en Barcelona en un curso de formaci¨®n en la Fundaci¨® Puigvert y explica que en EE UU la coordinaci¨®n se realiza con un sistema inform¨¢tico dise?ado por el National Kidney Registry. Dicho programa se espera poner a disposici¨®n de la ONT gratuitamente, seg¨²n Veale.
La ONT dio a conocer a principios de este a?o su intenci¨®n de incorporar la figura del buen samaritano. Durante estos meses, se han ofrecido 14 personas. "La mitad se han descartado por motivos m¨¦dicos o psicol¨®gicos", explica Rafael Matesanz, presidente de la ONT. De acuerdo con su experiencia, Jeffrey Veale explica que el buen samaritano acostumbra a ser una persona a la que la vida le ha puesto frente a alguna fuerte experiencia. Y, por supuesto, alguien muy sano y equilibrado, indica Albert Breda, jefe del equipo quir¨²rgico de trasplante renal de Puigvert.
Seg¨²n Matesanz, la nueva modalidad contribuir¨¢ a aumentar las donaciones. Para que realmente consiga aliviar las listas de espera se debe superar un doble reto. Por un lado, conseguir samaritanos. Por otro, aumentar la cantidad de donantes no compatibles con sus familiares o amigos, pero dispuestos a que su ¨®rgano lo utilice otra persona. Es la situaci¨®n de las 36 parejas inscritas en el registro de la ONT para el programa de donantes cruzados, que tambi¨¦n ser¨¢n candidatas al trasplante en cadena. Seg¨²n Matesanz, para que el modelo funcione y la consecuci¨®n de una cadena no sea algo puntual deber¨ªan ser m¨¢s. "Unas 100, seg¨²n se ha podido ver en Holanda", explica. As¨ª se logra una mayor variedad de perfiles y, por lo tanto, la posibilidad de combinar parejas compatibles. Por eso se est¨¢ estudiando un acuerdo para que Espa?a, Portugal e Italia sumen sus registros de parejas donantes de vivo.
El a?o pasado se realiz¨® el primer trasplante cruzado de Espa?a. El intercambio se efectu¨® entre dos parejas de Granada y Barcelona. De momento, no se han hecho m¨¢s porque no hay m¨¢s compatibilidades cruzadas.
Seg¨²n Veale, Espa?a cuenta con ventajas respecto a EE UU: un sistema p¨²blico y un importante potencial de donantes. All¨ª se permite que, si lo desea, el buen samaritano conozca a su receptor siempre y cuando este tambi¨¦n quiera. Lo mismo con el resto de la cadena. En Espa?a la donaci¨®n es completamente an¨®nima.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.