"Soy parte de la actual revoluci¨®n silenciosa de India"
Vivi¨® su infancia y adolescencia en una chabola de un barrio violento y marginal de Mumbai (la antigua Bombay) habitado por intocables, la ¨²ltima casta india a la que pertenec¨ªa su familia. Pero el padre de Narendra Jadhav nunca acept¨® que sus hijos no tuvieran derecho a progresar y se empe?¨® en llevarles a la escuela. "El ascenso de mi familia comenz¨® el d¨ªa que mi padre se sent¨® en la puerta de la escuela y le dijo al maestro que no se mover¨ªa de all¨ª hasta que admitieran a su hijo", comenta orgulloso. Su libro Intocable, del que ha vendido 600.000 ejemplares, es la historia de la lucha de su familia -¨¦l era el ¨²ltimo de los seis hermanos- por romper la condena a la miseria que le ven¨ªa impuesta por la casta.
El primer 'intocable' en el c¨¦nit econ¨®mico indio arremete contra el freno de las castas
Conversador nato, le encanta optimizar el tiempo con entrevistas en las comidas, m¨¦todo que casi ha instaurado desde que en junio de 2009 se convirti¨® en miembro de la Comisi¨®n de Planificaci¨®n de India, el superministerio encargado del desarrollo de los 1.200 millones de habitantes del pa¨ªs. Como tal fue invitado a venir a Madrid para participar en la V Tribuna India-Espa?a.
El decepcionante salpic¨®n de marisco le da la oportunidad de hablar en lugar de comer. "Siempre fui el primero de mi clase, pero nunca abr¨ª la boca porque si hablaba se notaba que era un dalit [la casta conocida en Occidente como intocable] y me daba miedo que el profesor me pegara por atrevido".
"Nunca sabes lo lejos que puedes llegar. Mi empuj¨®n fue cuando en lugar de preguntarme ?por qu¨¦ yo? cambi¨¦ al ?por qu¨¦ no yo?", afirma mientras da buena cuenta del cordero.
Narendra Jadhav cambi¨® su carrera de matem¨¢tico para especializarse en econom¨ªa despu¨¦s de leer un ensayo sobre la pobreza. Hoy, desde la Comisi¨®n de Planificaci¨®n est¨¢ empe?ado en impulsar la educaci¨®n, el empleo, el desarrollo, la justicia social y el acceso de todos los indios sin distinci¨®n de castas. Para el economista doctorado en la Universidad de Indiana (EE UU), no existe m¨¢s discriminaci¨®n que la positiva: el sistema de cuotas, que reserva un porcentaje de plazas en las universidades y en la Administraci¨®n p¨²blica para miembros de las tribus y de las castas m¨¢s bajas. "Las cuotas", asegura, "son fundamentales para abrir la puerta. Luego que cada uno responda como quiera".
Seg¨²n Jadhav, la divisi¨®n en castas y subcastas hasta un total de 4.000 distintas, "ha hecho un da?o irreparable al desarrollo de India". Y a?ade: "El freno impuesto a la poblaci¨®n por el solo inter¨¦s de los gobernantes ha supuesto una p¨¦rdida para la naci¨®n. Si miramos la historia, vemos que hace 2.000 a?os el producto interior bruto (PIB) de India supon¨ªa el 31% del mundial y ahora, apenas alcanza el 2% del PIB global".
Pero es optimista: "En India se ha puesto en marcha una revoluci¨®n silenciosa -yo formo parte de ella- que lleva a los que estaban fuera del sistema a introducirse en la corriente y no tiene vuelta atr¨¢s". Aunque han llamado para decir que se le acab¨® el tiempo, pide postre para poder acabar la conversaci¨®n. Cuenta que a sus dos hijos, de 30 y 25 a?os, les ha dado tres consejos: "Primero, tu pasado no es un impedimento en la vida. Segundo, los que olvidan el pasado no ser¨¢n perdonados por el futuro, y tercero, sea cual sea el ¨¦xito que alcances debes de tener sentido de la responsabilidad para los que tienen menos oportunidades o ¨¦xito que t¨²".
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