A clase en el hospital
La maestra Julia Fern¨¢ndez ayuda a los ni?os ingresados a proseguir sus estudios durante su enfermedad
Julia Fern¨¢ndez podr¨ªa ser una profesora muy parecida a cualquier otra de no ser por una lesi¨®n que la oblig¨® a dejar de impartir clases de violonchelo. Entonces esta maestra de Vigo, especialista en Educaci¨®n Especial, decidi¨® probar suerte como docente en un aula hospitalaria, la f¨®rmula con la que las conseller¨ªas de Educaci¨®n y Sanidade palian las prolongadas estancias hospitalarias de los ni?os en educaci¨®n obligatoria. Tras un tiempo ense?ando en el hospital, se dio cuenta de que lo que les hac¨ªa falta a los ni?os ingresados era aprender a mostrar sus emociones. "Sienten miedo, ansiedad, sobre todo ante una prueba o una operaci¨®n", explica. As¨ª que Fern¨¢ndez decidi¨® innovar introduciendo en sus clases la m¨²sica de Yann Tiersen -autor de la banda sonora de Am¨¦lie-, a Beethoven, Debussy o Stravinsky, o fiestas tradicionales gallegas, como los maios, marionetas o pl¨¢stica. Su idea le vali¨® dos premios a la innovaci¨®n educativa de la Xunta y del Gobierno central y la presencia en conferencias internacionales, como el Encuentro Iberoamericano de Educaci¨®n Art¨ªstica y Cultura, celebrados la pasada semana en Ciudad de M¨¦xico.
Los cursos son voluntarios, pero la mayor¨ªa de los ni?os va con gusto
Solo la Universidad de Vigo tiene una materia para este tipo de profesores
En Galicia hay ocho aulas dedicadas a la formaci¨®n de los ni?os ingresados, a veces durante largas temporadas, en las cl¨ªnicas p¨²blicas. Las tienen, en Santiago, el Cl¨ªnico y el Psiqui¨¢trico de Conxo; el Teresa Herrera de A Coru?a; el Complexo Xeral Calde de Lugo; el Complexo Hospitalario de Ourense, el Xeral de Vigo, el Arquitecto Marcide de Ferrol y el Complexo Hospitalario de Pontevedra. Todos ellos tratan de hacer lo m¨¢s llevadera -el componente l¨²dico es esencial- y provechosa posible la estancia en el hospital de los chavales en edad escolar. Atienden a peque?os de entre tres y 16 a?os (hasta el fin de la educaci¨®n obligatoria) y por las circunstancias, muy variadas, que enfrentan los alumnos distan mucho de aulas al uso. "Son ni?os enfermos y est¨¢n en un lugar ajeno", explica Fern¨¢ndez, con siete a?os de experiencia en el aula del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo.
A partir de una selecci¨®n de m¨²sica cl¨¢sica, el alumno debe explicar al resto de sus compa?eros -en ocasiones hasta 17 en una misma aula- qu¨¦ sentimientos le sugiere la pieza; estudiando instrumentos de otras latitudes, como cuencos tibetanos, palos de lluvia o tambores de oc¨¦ano, el ni?o podr¨¢ relajarse y desahogarse. Han colaborado el Conservatorio de Vigo, el Museo de Arte Contempor¨¢nea (Marco) y profesores de m¨²sica popular. Tras dos a?os poniendo en pr¨¢ctica su proyecto con alumnos de entre siete y 15 a?os, en este curso acad¨¦mico Fern¨¢ndez ha introducido un nuevo contenido, el que ella llama "el de la autoimagen". Algunos de los tratamientos a los que est¨¢n sometidos los chavales provocan cambios importantes en su aspecto f¨ªsico. "Algunos engordan, a otros se les cae el pelo... Por eso trabajar la autoestima es tan importante", explica la profesora. Cada a?o, los docentes de las aulas hospitalarias acuden a unas jornadas de formaci¨®n organizadas por la Conseller¨ªa de Educaci¨®n que, aunque no son obligatorias, les ayudan a encarar situaciones a veces traum¨¢ticas, como la muerte de alg¨²n alumno. Esta es pr¨¢cticamente la ¨²nica preparaci¨®n que reciben, porque hasta hace pocos a?os apenas se le prest¨® atenci¨®n a la formaci¨®n de este tipo de profesores. A¨²n hoy, la titulaci¨®n de Maxisterio de Educaci¨®n Especial de la Universidade de Vigo es la ¨²nica que ofrece una asignatura, optativa, de Pedagog¨ªa Hospitalaria. En la pr¨¢ctica, la vocaci¨®n es imprescindible, igual que la ayuda del resto de trabajadores del hospital, sobre todo la de las enfermeras, "un colectivo del que nunca se habla".
"Despu¨¦s de pasar tanto tiempo en el centro, acabas siendo parte emocional de ¨¦l", reconoce la maestra, funcionaria en comisi¨®n de servicios, aunque adscrita a otro colegio de Vigo. Las plazas de las aulas hospitalarias no son fijas, as¨ª que cada cierto tiempo el aspirante debe hacer recuento de sus m¨¦ritos y volver a presentar su candidatura. La Conseller¨ªa de Sanidade se encarga del mantenimiento de las aulas y la de Educaci¨®n, del funcionamiento interno de las escuelas.
Trabajar las emociones no es obligatorio, pero las referencias a la enfermedad siempre acaban saliendo. "Aunque la mayor¨ªa de los ni?os vienen encantados, algunos al principio se resisten", cuenta. Las clases nunca son obligatorias y si el ni?o no puede venir al aula, el maestro va a la habitaci¨®n. El alumno sigue teniendo como centro de referencia su colegio habitual. De hecho, nada m¨¢s producirse un ingreso que va para largo, Fern¨¢ndez se pone en contacto con la escuela del paciente para saber qu¨¦ estaba estudiando antes de enfermar.
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