Carta desde California
El Comit¨¦ de Ideas a Largo Plazo para California se plantea una estrategia integral para reparar y renovar la forma de gobernar que saque al Estado del estancamiento y lo adapte a los retos del siglo XXI
California es, desde hace mucho tiempo, la vanguardia de Estados Unidos. Y hoy sigue siendo as¨ª. Sepultada en un mar de deuda tras a?os de par¨¢lisis pol¨ªtica, refleja, amplificada, la situaci¨®n del pa¨ªs en general. La Oficina de Analistas Legislativos de California (un ¨®rgano independiente que asesora a la Asamblea estatal) prev¨¦ unos d¨¦ficits de 20.000 millones de d¨®lares durante otros cinco a?os. Casi el 90% de los californianos considera que su Gobierno no funciona. La insatisfacci¨®n de la ciudadan¨ªa es mayor que nunca.
Aunque la influencia creciente del Tea Party ha contribuido a que hubiera un gran giro hacia la derecha en las ¨²ltimas elecciones de Estados Unidos, California tuvo su momento tea party hace siete a?os, cuando Arnold Schwarzenegger derrot¨® al entonces gobernador Gray Davis en unas elecciones extraordinarias. Hoy, la popularidad del gobernador Schwarzenegger es tan baja como era la de Davis entonces. Es decir, los californianos han acabado por comprender que el verdadero reto al que se enfrentan no es el de sustituir a unos dirigentes pol¨ªticos sino el de arreglar un sistema que ha dejado de funcionar.
La insatisfacci¨®n de la ciudadan¨ªa es mayor que nunca. El 90% cree que su gobierno no funciona
Como si fuera un preludio al pr¨®ximo gran giro en la pol¨ªtica estadounidense, que llegar¨¢ dentro de un tiempo, cuando las pasiones y la furia actual por derrocar a quien est¨¢ en el poder se hayan apagado, los californianos emprendieron un camino claramente distinto en las elecciones. El candidato dem¨®crata a gobernador, Jerry Brown, que ya estuvo durante dos mandatos al frente del Estado, result¨® elegido por un amplio margen, y el intento de las grandes compa?¨ªas petrol¨ªferas de revocar la hist¨®rica ley de California sobre el cambio clim¨¢tico sufri¨® una contundente derrota a manos de los electores, tanto de derechas como de izquierdas.
Mientras los sectores pol¨ªticos partidistas del resto del pa¨ªs se despellejaban unos a otros en v¨ªsperas de las elecciones, en California conseguimos convocar al gobernador republicano, Arnold Schwarzenegger, y al gobernador dem¨®crata al que hab¨ªa derrotado, Gray Davis, junto con una colecci¨®n de destacados ciudadanos de la regi¨®n, desde el secretario de Estado de Reagan, George Shultz, hasta la dirigente sindical m¨¢s poderosa del Estado, en la primera reuni¨®n del Comit¨¦ de Ideas a Largo Plazo para California. El anfitri¨®n del encuentro fue Eric Schmidt, consejero delegado de una de las empresas m¨¢s innovadoras de Estados Unidos, Google, en su sede pr¨®xima a San Francisco. El grupo, formado por 15 miembros, incluy¨® tambi¨¦n, entre otros, a dos ex presidentes de la Asamblea estatal, Terry Semel, que dirigi¨® Warner Brothers y Yahoo!, Laura Tyson, que presidi¨® el Consejo Econ¨®mico Nacional durante la presidencia de Clinton, y Eli Broad, multimillonario y mecenas de las artes.
Como dijo uno de los participantes en la reuni¨®n, utilizando una met¨¢fora inform¨¢tica, mientras el resto de Estados Unidos est¨¢ en pleno colapso, California, al menos, est¨¢ prepar¨¢ndose para "reiniciarse".
La descomunal tarea de resolver los problemas de California y hacer que Estados Unidos vuelva al buen camino no surge de la nada. En otros lugares del mundo actual, sobre todo en China, unos l¨ªderes resueltos y unidos est¨¢n construyendo con la vista puesta en el futuro como hizo California hace 50 a?os, cuando convirti¨® la Universidad de California en un sistema universitario de categor¨ªa mundial, vinculado a un plan educativo para todo el Estado, y construy¨® grandes redes de carreteras y canales para que llevaran el agua desde el norte h¨²medo hasta el ¨¢rido sur.
Con unas reservas inmensas, la atenci¨®n puesta en la educaci¨®n y unas infraestructuras eficientes desde el punto de vista energ¨¦tico, incluido el trazado de una red de ferrocarriles para los trenes m¨¢s r¨¢pidos del mundo, que enlazar¨¢n al 80% de la poblaci¨®n, China est¨¢ tomando ya la delantera incluso en energ¨ªa solar y otras tecnolog¨ªas limpias que, en otro tiempo, eran patrimonio de California.
Como a mis colegas del Comit¨¦ de Ideas a Largo Plazo, me preocupa mucho en qu¨¦ situaci¨®n estar¨¢n California y Estados Unidos de aqu¨ª a 20 a?os si no encontramos la forma de que las sociedades democr¨¢ticas salgan del estancamiento actual, que nos est¨¢ llevando de una era de promesas a una trayectoria de desaparici¨®n. Si California, en su papel de l¨ªder, puede mostrar el camino de regreso al buen gobierno, ser¨¢ un ejemplo decisivo para el resto del pa¨ªs.
Cualquier estudiante universitario, empresario, propietario de vivienda, inmigrante reci¨¦n llegado o jubilado en California tiene la desoladora sensaci¨®n de que el futuro, ese futuro al que nuestro Estado siempre se adelantaba, est¨¢ dej¨¢ndonos atr¨¢s.
Sabemos en qu¨¦ situaci¨®n est¨¢ hoy California. Sus ciudadanos, que antes aspiraban a construir una sociedad equiparable a su magn¨ªfico paisaje, se han resignado a tener monta?as de deudas, empleos inestables, escuelas de p¨¦sima categor¨ªa, m¨¢s dinero p¨²blico para las prisiones que para la ense?anza superior y unas infraestructuras anticuadas, medio desmoronadas, que son una verg¨¹enza al lado de las de pa¨ªses emergentes como China. La ra¨ªz de estos fallos est¨¢ en un sistema de gobierno en descomposici¨®n que, a?o tras a?o, no genera pr¨¢cticamente nada m¨¢s que bloqueos sectarios y d¨¦ficit cada vez mayores.
Y los californianos saben en qu¨¦ situaci¨®n quieren estar en 2025. Quieren un gobierno con solidez fiscal, que pueda afrontar los altibajos de los ciclos econ¨®micos y promover empleos bien remunerados, asociados a los sectores de vanguardia de California, desde la biotecnolog¨ªa hasta las energ¨ªas limpias, pasando por la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n. Quieren sostener la pr¨®spera agricultura californiana, reforzar la competitividad mundial de su sector del espect¨¢culo y ampliar el comercio con M¨¦xico y Asia. Para garantizar la movilidad social, quieren escuelas excelentes, una ense?anza superior que sea asequible y est¨¦ al alcance de todos los californianos, capaz de proporcionar los profesionales innovadores y cualificados que se necesitan para construir las industrias del futuro. Quieren unas ciudades habitables, que respeten el medio ambiente, que utilicen la energ¨ªa y el agua con inteligencia. Un tren de alta velocidad que haga el recorrido entre Los ?ngeles y San Francisco con la misma rapidez y la misma comodidad con las que los japoneses van de Tokio a Kioto facilitar¨ªa la circulaci¨®n de personas y el comercio entre las principales regiones del Estado.
A pesar de las buenas intenciones y los esfuerzos concertados de los dirigentes pol¨ªticos en los ¨²ltimos a?os, los californianos no han logrado pasar de su situaci¨®n actual a la que quieren tener porque el propio sistema es disfuncional. El cambio solo ser¨¢ posible si California adopta un sistema de gobierno moderno que tenga la capacidad de actuar con decisi¨®n, refleje la complejidad y diversidad de su poblaci¨®n y su econom¨ªa y est¨¦ m¨¢s adaptado a los retos y las oportunidades del siglo XXI que el que heredamos de la ¨¦poca de los ranchos y los magnates del ferrocarril.
Sobre todo, en lugar del agotador e irresponsable rencor que paraliza la pol¨ªtica actual, ese nuevo sistema debe estar imbuido del esp¨ªritu independiente del pragmatismo y la perspectiva de largo alcance que tuvieron los grandes constructores del Estado en los a?os cincuenta y sesenta: el gobernador republicano Earl Warren, que despu¨¦s fue magistrado del Tribunal Supremo, y el dem¨®crata Pat Brown, padre del gobernador electo actual, que en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial sentaron las bases de la prosperidad y la calidad de vida que disfrut¨® California durante muchos a?os.
Con ese objetivo, el Comit¨¦ de Ideas a Largo Plazo para California, el grupo independiente que yo patrocino, pretende ofrecer una estrategia integral para reparar y renovar la forma de gobernar.
Las reformas que estamos estudiando incluyen modificar los l¨ªmites de los mandatos legislativos y el sistema de iniciativas populares, del que abusan los grupos de intereses especiales y que permite a los electores aprobar un gasto sin tener una fuente de financiaci¨®n. Estamos pensando en un "fondo para tiempos dif¨ªciles" que acabe con la volatilidad presupuestaria y un nuevo sistema tributario, propio del siglo XXI, que se apoye menos en el impuesto sobre la renta y m¨¢s en un "impuesto sobre los ingresos netos de la empresa". Tambi¨¦n se est¨¢ examinando la posibilidad de descentralizar los poderes y las responsabilidades fiscales del Estado a las comunidades locales, para que el gobierno est¨¦ m¨¢s cerca de la gente y sea m¨¢s receptivo a sus inquietudes. Una prioridad fundamental es incorporar a la gobernanza la perspectiva a largo plazo, a trav¨¦s de un Consejo Estrat¨¦gico de California que se centrar¨ªa en la creaci¨®n de puestos de trabajo de alta remuneraci¨®n vinculados a los sectores de vanguardia del Estado, la calidad de la educaci¨®n y la construcci¨®n de infraestructuras inteligentes basadas en energ¨ªas limpias. Para ello es necesario establecer un fondo que se reponga continuamente para garantizar que la ense?anza superior, en especial en la Universidad de California, siga siendo asequible y estando al alcance de todos los californianos.
No hay duda de que California puede volver a ser la rep¨²blica del futuro que fue en otro tiempo. En mi opini¨®n, es el lugar del que el mundo debe estar pendiente. Donde vaya ella, ir¨¢ Estados Unidos.
Nicolas Berggruen es fundador y presidente de Berggruen Holdings. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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