As¨ª se enga?a al antidopaje
Investigadores de la Universidad de Valencia alertan a las autoridades sobre los usos fraudulentos de los deportistas para superar los controles y trucar el pasaporte biol¨®gico
La curiosidad de los fisi¨®logos, la fascinaci¨®n por comprobar c¨®mo aumentaba el rendimiento de los animales primero, de las personas despu¨¦s, seg¨²n aumentaba la cantidad de ox¨ªgeno que pod¨ªa transportar su sangre, condujo en los a?os 80 del siglo XX a la gran transformaci¨®n cualitativa del dopaje. Ya entrado el XXI, cuando las autoridades, asustadas por los esc¨¢ndalos sucesivos, empezaron a considerarlo una espiral sin fin ni principio, el antidopaje dio, a su vez, su gran salto cualitativo, tambi¨¦n guiados sus pasos por la curiosidad de los fisi¨®logos y otros cient¨ªficos.
Algunos de ellos trabajan en Valencia, en la Facultad de Medicina de su Universidad, y ¨²ltimamente han sometido a la comunidad del antidopaje a un alud de estudios publicados en revistas cient¨ªficas en los que han expuesto al p¨²blico las rendijas a trav¨¦s de las cuales los deportistas pueden enga?ar al sistema.
"Lo hacemos para alertar a las autoridades, para que se tomen medidas", dice Fabi¨¢n Sanch¨ªs-Gomar, el m¨¢s joven del grupo, consciente tambi¨¦n de la delgada l¨ªnea en la que se mueven sus investigaciones, que pueden interpretarse al mismo tiempo como voz de alarma y como publicidad de m¨¦todos fraudulentos; "tambi¨¦n la Agencia Mundial Antidopaje [AMA], cuando proh¨ªbe una sustancia, como ha hecho con el AICAR, da a conocer el producto y alienta la curiosidad de los deportistas...".
Por ejemplo, el arma m¨¢s sofisticada y cara, el pasaporte hematol¨®gico, que deber¨ªa detectar las manipulaciones de los ciclistas, pero que ha dado pie a un debate sin fin en todos los ¨¢mbitos, en el jur¨ªdico y en el cient¨ªfico. Como se basa en el principio de que, si hay estimulaci¨®n externa, a trav¨¦s de EPO o de transfusiones, aumenta la hemoglobina, pero baja el porcentaje de reticulocitos (gl¨®bulos rojos j¨®venes), las se?ales que se anotan en el pasaporte, los tramposos recurren a dosis menores de EPO combinadas con sesiones de hipoxia mediante una m¨¢quina que no est¨¢ prohibida y que simula las condiciones de escasez de ox¨ªgeno que se da en altitud, con lo que estimulan los reticulocitos. "Lo hemos demostrado en ratas", dice Sanch¨ªs-Gomar; "el pasaporte es una buena arma para orientar o dirigir controles, pero no para sancionar, pues no se sabe lo suficiente sobre las alteraciones de los valores sangu¨ªneos, sus fluctuaciones. Por ejemplo, un deportista puede usar minitransfusiones de 150 mililitros de sangre cada tres d¨ªas y sus valores no var¨ªan".
Otro m¨¦todo de enga?o es la desmopresina, el principio activo del Minur¨ªn, las gotas contra la incontinencia urinaria, que combinadas con agua hacen descender el hematocrito y la hemoglobina, pero no afectan a los reticulocitos, con lo que enga?an a la f¨®rmula que se aplica en el pasaporte. "Y tambi¨¦n est¨¢n, m¨¢s conocidos, los expansores de plasma, el ¨¦ter de almid¨®n, la alb¨²mina...", contin¨²a Sanch¨ªs-Gomar, quien conoci¨® el uso del Minur¨ªn porque lo denunci¨® el ciclista Jes¨²s Manzano hace a?os.
"Lo hacemos porque necesitamos financiaci¨®n para nuestras investigaciones", dice Jos¨¦ Vi?a, el director del departamento; "comenzamos hace mucho a investigar los efectos del ejercicio en el envejecimiento y desarrollamos conceptos como el de la fragilidad muscular. Pero en los a?os 90, cuando los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, se empez¨® a financiar la investigaci¨®n en fisiolog¨ªa deportiva y abrimos esa v¨ªa". Claro que, a veces, como les ocurri¨® con la desmopresina precisamente, se llevan un chasco. "Mandamos el proyecto a la AMA para solicitar que financiaran la investigaci¨®n y nos pidieron m¨¢s detalles. Hicimos un trabajo preliminar con cinco personas. Eso les vale ya para ponerlo en la lista de sustancias prohibidas y, cuando se lo mandamos ya bien, nos dicen que no, que ya no es necesario porque lo han prohibido para 2011", se lamenta Vi?a; "y eso nos daba dinero y prestigio. Si nos hubi¨¦ramos callado..."
"No nos ha llamado ning¨²n deportista, ning¨²n equipo, para que les ayudemos", precisa, por si acaso, Mari Carmen G¨®mez-Cabrera, la jefa de Sanch¨ªs-Gomar; "y que no lo hagan. Nos preguntar¨ªan c¨®mo mejorar el rendimiento y la respuesta que les dar¨ªamos es entrenarse m¨¢s, mejor. Nosotros publicamos en lo contrario al dopaje. Estamos en la oposici¨®n..."
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