La banda sonora (catalana) del cine
Las cuotas ling¨¹¨ªsticas han puesto en pie de guerra el sector de la exhibici¨®n
Todav¨ªa hay muchos en su partido que no han perdonado a Montilla que cediera a ERC todas las ¨¢reas relacionadas con la cultura, la identidad y la lengua. En definitiva, el corpus simb¨®lico del Gobierno. Tras una primera legislatura del tripartito, en manos del PSC, en el que la prioridad fue lograr un aumento del presupuesto para potenciar las ayudas a la creaci¨®n, en la etapa de ERC el objetivo principal ha sido aumentar la difusi¨®n, especialmente de la cultura catalana y, a ser posible, en catal¨¢n.
El caso del cine ha sido paradigm¨¢tico de la actuaci¨®n del departamento que ha dirigido Joan Manuel Tresserras, preocupado por aumentar el consumo interior de la cultura priorizando las producciones catalanas con capacidad de llegar al gran p¨²blico. La actuaci¨®n ha tenido dos frentes. Por una parte, desde el Instituto Catal¨¢n de Industrias Culturales (ICIC), ha aumentado de forma considerable el presupuesto dedicado al apoyo al sector audiovisual, pero cambiando las reglas del juego. El baremo de puntos para conseguir subvenci¨®n ha priorizado la catalanidad del filme. Por otra, en 2008 se firm¨® un acuerdo con TV-3 por el que cada a?o se invertir¨ªan cuatro millones de euros en otras tantas producciones "estrat¨¦gicas" con "alta capacidad de difusi¨®n y exhibici¨®n".
Han aumentado las ayudas a la producci¨®n audiovisual
"Hay que apoyar al sector porque es importante desde el punto de vista cultural, pero no se puede descuidar al p¨²blico y hay que tratar de que los filmes sean rentables", comentaba Antoni Llad¨®, director del ICIC. Los primeros frutos -Herois, Pa negre, Bruc, Eva- est¨¢n empezando a llegar a la cartelera y es a¨²n pronto para valorar el ¨¦xito de esta apuesta que, de funcionar, ser¨ªa el principal argumento para contrarrestar las cr¨ªticas de los exhibidores hacia la supuesta falta de gancho p¨²blico del cine catal¨¢n.
Y es que el otro frente abierto en el cine ha provocado una guerra de consecuencias imprevisibles. La pol¨¦mica Ley del Cine de Catalu?a, aprobada el pasado 30 de junio, obliga a que la mitad de las copias de los filmes doblados no comunitarios se estrenen en versi¨®n catalana y las majors estadounidenses amenazan con estrenar directamente en ingl¨¦s. Luis Hern¨¢ndez de Carlos, presidente de Fedicine, que agrupa a las grandes distribuidoras, insiste: "es una cuesti¨®n de principios" por lo que ni aunque la Generalitat asumiera el coste del doblaje aceptar¨ªan la cuota. Para Joan Manuel Tresserras, se trata de "salvaguardar el derecho de los catalanes a elegir libremente el idioma en el que quieren ver una pel¨ªcula". El decreto que desarrolla la ley, y que establecer¨¢ plazos y ayudas a distribuidores y exhibidores, no ha podido aprobarse, aunque estar¨¢ redactado. La patata caliente quedar¨¢ en manos del nuevo Gobierno.
A falta de dinero, plan y cambios
Cuando Tresserras se dio cuenta de que para que realmente fuera central la cultura deb¨ªa luchar por lograr el objetivo inicial del tripartito de llegar al 2% del presupuesto global de la Generalitat ya era tarde y la crisis hab¨ªa arrasado con las esperanzas de crecimiento. A falta de dinero, el departamento se ha lanzado a la elaboraci¨®n de planes sectoriales (de equipamientos culturales, museos, arqueolog¨ªa, circo, danza, ferias de libros, etc¨¦tera) cuya aplicaci¨®n depender¨¢ de los presupuestos de los futuros Gobiernos, y tambi¨¦n a modificar la estructura del departamento pese a que ya se hab¨ªa reformado en la anterior legislatura.
Lo m¨¢s significativo ha sido que en la puesta en marcha del Consejo Nacional de las Artes y la Cultura (CoNCA) lo han dotado de m¨¢s responsabilidades de las previstas inicialmente y se ha querido consolidar la profesionalizaci¨®n de parte de sus miembros. Se ha creado as¨ª una estructura paralela que no se corresponde con el ¨ªnfimo presupuesto que gestiona.
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