Rajoy reprocha que la banca d¨¦ cr¨¦dito solo a grandes empresas y al Estado

A pesar de que estaba sentado junto a Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid y el dirigente m¨¢s importante del entorno del PP en el proceso de fusi¨®n y recapitalizaci¨®n de las cajas de ahorros, Mariano Rajoy lanz¨® ayer duras cr¨ªticas al sector financiero, y especialmente al de las cajas, por su gesti¨®n y sus errores con el ladrillo, su lentitud a la hora de superar los problemas y su cicater¨ªa a la hora de conceder pr¨¦stamos a las peque?as empresas y familias.

Lo hizo durante el discurso que pronunci¨® en el X Encuentro Financiero Internacional Caja Madrid-EL PA?S, donde poco antes hab¨ªa hablado sobre el mismo asunto otra pol¨ªtica del PP con mucho poder sobre las cajas, como Esperanza Aguirre.

"El mundo al rev¨¦s: ciudadanos prestan a la banca", dice sobre los rescates

Rajoy, como es habitual, tambi¨¦n lanz¨® cr¨ªticas al Gobierno, pero se concentr¨® en las cajas, muchas de ellas controladas por Gobiernos aut¨®nomos en manos del su partido. Para el l¨ªder del PP, aunque se est¨¢ produciendo una cierta normalizaci¨®n del cr¨¦dito, este no llega a donde ser¨ªa deseable, esto es, a familias y empresas.

"Ha habido una cierta normalizaci¨®n, pero los que se han beneficiado especialmente han sido algunas grandes empresas, algunas entidades financieras y, sobre todo, la Administraci¨®n central del Estado", reproch¨®. Esto es, las cajas y bancos no est¨¢n haciendo llegar el dinero a quien puede reflotar la econom¨ªa y el empleo, muy dependiente de las pymes, seg¨²n recuerda Rajoy en todos sus discursos.

El l¨ªder del PP record¨® que su partido ha apoyado hasta ahora todas las reformas financieras o inyecciones de dinero p¨²blico planteadas por el Gobierno. Y admiti¨® que eso puede tener un coste pol¨ªtico porque los ciudadanos no entienden que se entregue dinero a los bancos mientras estos no agilizan el cr¨¦dito.

"Se trata de un asunto de dif¨ªcil explicaci¨®n a los ciudadanos que miran con asombro c¨®mo los contribuyentes tienen que poner encima de la mesa enormes cantidades de dinero, actuando como inversores y avalistas de las entidades de cr¨¦dito. Se dir¨ªa que es el mundo al rev¨¦s: los ciudadanos prest¨¢ndole dinero a los bancos", explic¨®. Rajoy nunca hab¨ªa hecho una cr¨ªtica tan de fondo a los bancos y cajas, y menos en presencia de algunos de sus principales dirigentes. Aun as¨ª, el l¨ªder del PP tranquiliz¨® a los directivos: "Pensaba entonces [cuando apoy¨® los planes de rescate] y sigo pensando que vale la pena apoyar".

El l¨ªder del PP lanz¨® cr¨ªticas a las decisiones de esos ejecutivos de las cajas, muchos de ellos ex altos cargos de este partido: "Se ha asumido un exceso de riesgo en operaciones empresariales e inmobiliarias desmesuradas. Estamos a punto de acabar el plazo que nos hab¨ªamos dado para la actuaci¨®n del FROB (Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria) y a¨²n no sabemos cu¨¢nto dinero extra va a ser preciso aportarle para esa recapitalizaci¨®n".

Rajoy remat¨® su ataque: "La reestructuraci¨®n del sector de las cajas se est¨¢ haciendo con excesiva parsimonia. Cuanto antes tengamos un mapa definitivo de las entidades viables, debidamente recapitalizadas, cuanto antes afloren los riesgos y se saneen las carteras crediticias, antes se producir¨¢ la normalizaci¨®n del flujo de cr¨¦dito. Hay que plantear la parte de responsabilidad cuando se han tomado decisiones incorrectas, el riesgo moral es que se premie la irresponsabilidad y se castigue la prudencia", afirm¨®.

Tambi¨¦n tuvo tiempo para algunas cr¨ªticas ideol¨®gicas a quienes defienden que debe haber m¨¢s est¨ªmulos fiscales en vez de recortes, y para defender al mercado, en la l¨ªnea marcada por Aguirre: "El juicio de los mercados es inapelable, nos guste m¨¢s o nos guste menos".

El l¨ªder del PP aprovech¨® el final de su discurso, en el que hab¨ªa asaeteado a las cajas, para atacar al Gobierno. Asegur¨® que el PP est¨¢ "decepcionado" por el resultado del ¨²ltimo G-20, en el que particip¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y remat¨®: "Sorprende la pasividad e inacci¨®n del Gobierno espa?ol, cuya posici¨®n en casi todos los asuntos es pr¨¢cticamente desconocida".