El 74% de los ingresos de Povisa los aporta Sanidade

La guerra abierta entre Sanidade y el hospital Povisa no ha terminado pese a que la amenaza de los despidos se quedar¨¢ en eso, en una advertencia. El viernes, la Xunta remitir¨¢ a la sociedad un compromiso por escrito que garantice que, mientras ambas partes negocien, el convenio seguir¨¢ prorrogado. Ese plazo podr¨ªa dilatarse hasta un a?o, seg¨²n los sindicatos, que ayer decidieron suspender las protestas a la espera de que la empresa anuncie la paralizaci¨®n definitiva del ERE.

La sanidad p¨²blica es la principal fuente de ingresos para el hospital Povisa, que atiende en Vigo a una poblaci¨®n de 143.000 personas. Los conciertos con el sistema p¨²blico de salud le reportaron el a?o pasado 77,8 millones de euros sobre una facturaci¨®n total de 100 millones (a la que se le aplicaron penalizaciones y descuentos por 3,2 millones). El resto de su actividad se debe en gran parte a los seguros generales y de asistencia sanitaria (17 millones), seguros de accidentes de tr¨¢fico (tres millones) y a particulares (cinco millones).

Los trabajadores se reunen por primera vez con el director del centro sanitario

El Sergas garantiza una pr¨®rroga que dejar¨¢ sin efecto la amenaza de despidos

La compa?¨ªa presenta unas cuentas muy saneadas, con un nivel de endeudamiento m¨ªnimo y apenas vencimientos a la vista. Pero el beneficio dio un vuelco en 2009, al caer un 74%, hasta el mill¨®n de euros. La empresa achaca este resultado al menor volumen de facturaci¨®n a mutuas; la eliminaci¨®n por parte del Sergas de un programa de reducci¨®n de listas de espera por el que recib¨ªa dos millones y por el incremento del coste salarial derivado del convenio colectivo firmado para 2009 con los trabajadores.

Pero los gastos en la plantilla aumentaron el a?o pasado en cinco millones (hasta los 66) no solo por los incrementos del convenio. Se produjeron 76 nuevas contrataciones de licenciados, lo que dej¨® la cifra total en 1.479 efectivos. Tambi¨¦n subieron un 35% las remuneraciones a los miembros del consejo. Los cuatro consejeros (el presidente, Jos¨¦ Silveira, su hijo Jos¨¦ Bernardo Silveira, la mujer de este, Rosario Mart¨ªn, y el empresario y m¨¦dico Antonio Pintado) recibieron, de media, 117.787 euros cada uno frente a los 86.821 del a?o anterior. Otras once personas adscritas a la alta direcci¨®n vieron sensiblemente reducidas sus remuneraciones (en 283 euros de media), hasta los 68.894 euros. Lo que no vari¨® con respecto al 2008 fue el n¨²mero de personas de alta direcci¨®n y mandos superiores. Tampoco el de consejeros.

Ahora, en pleno cruce de acusaciones, lo ¨²nico cierto es que la Xunta y la empresa admiten un convenio para los 10 pr¨®ximos a?os, m¨¢s all¨¢ incluso de que entre en funcionamiento el nuevo hospital p¨²blico de Vigo. Pero ni siquiera est¨¢n de acuerdo en c¨®mo: la firma dirigida por Jos¨¦ Bernardo Silveira pide nueve a?os de convenio y uno de pr¨®rroga, mientras que la parte p¨²blica opta por cinco a?os con pr¨®rrogas sucesivas a?o por a?o.

En el tira y afloja de su negociaci¨®n con Sanidade, la empresa se ha negado a rebajar un 5% lo que recibe por atender al ¨¢rea sanitaria actual argumentando que entrar¨ªa en p¨¦rdidas de forma inmediata. Tampoco est¨¢ dispuesta a asumir ese recorte en el pr¨®ximo concierto, como quiere Sanidade. La conseller¨ªa le ha respondido que en un contexto de fuerte contracci¨®n presupuestaria, cuando el sistema p¨²blico debe ajustar al m¨¢ximo sus gastos de funcionamiento, los proveedores no son una excepci¨®n. El hospital reconoce que en este ejercicio las compras de medicamentos han absorbido 1,7 millones m¨¢s que sus previsiones iniciales, por a la subida del IVA.

En medio del cruce de acusaciones est¨¢ la plantilla, que ayer fue recibida por primera vez por el director, Jos¨¦ Bernardo Silveira. El ejecutivo les comunic¨® que Povisa no presentar¨¢ el ERE si la Xunta garantiza por escrito la pr¨®rroga. Tras la reuni¨®n, portavoces de CIG y CC OO en el comit¨¦ de empresa admitieron que est¨¢n siendo utilizados como moneda de cambio en la lucha de la direcci¨®n por conseguir un acuerdo mejor. Desde la central nacionalista se habla de "utilizaci¨®n descarada", de los trabajadores. Las movilizaciones de protesta se aplazar¨¢n hasta la semana que viene. "Esperamos que ya no sean necesarias", insistieron en CIG.