Artur Mas exhibe indiferencia ante las ofertas lanzadas por Esquerra Republicana

Los vaivenes de Esquerra Republicana con sus ofertas de apoyo a Converg¨¨ncia i Uni¨® no lograron modificar un ¨¢pice ayer la estrategia de los nacionalistas liderados por Artur Mas. En su opini¨®n, el tripartito de la izquierda que ha gobernado durante siete a?os en Catalu?a volver¨¢ a pactar si suma suficientes diputados.

Con gesto cansado y una mueca de evidente fastidio, Mas no se tom¨® casi ni la molestia de responder al l¨ªder de ERC, Joan Puigcerc¨®s. Con el freno puesto, afirm¨® que podr¨ªa hacer una intervenci¨®n "muy agria y cr¨ªtica" pero que se la iba a ahorrar. "Lo que hace falta es organizar estrategias y sumar esfuerzos y voluntades; no quiero hacer una subasta de pactos", afirm¨®, invitando a los republicanos a esperar al resultado que arrojen las urnas el 28 de noviembre. "Habr¨¢ un mandato u otro. Hay que ser prudente", a?adi¨®.

CiU espera obtener suficientes diputados como para no necesitar el apoyo de ning¨²n partido. Adem¨¢s, los convergentes sienten una profunda desconfianza hacia los republicanos desde que en 2003 se sumaron al primer tripartito y, sobre todo, desde que en 2006 lo repitieron pese a que juntos hubieran sumado mayor¨ªa absoluta (48 esca?os CiU, 21 ERC). Los republicanos, sin embargo, apostaron otra vez por un Gobierno de izquierdas con el PSC e ICV. Y esa alianza se encaj¨® casi como una traici¨®n en CiU.

Mas no cesa de decirlo cuando puede: el tripartito, por mucho que diga Jos¨¦ Montilla o el mismo Puigcerc¨®s, se reeditar¨¢ en 24 horas si suma mayor¨ªa absoluta, como sucedi¨® en 2006.

Los dirigentes de CiU no olvidan que se enteraron por boca de los periodistas de que el tripartito estaba hecho cuando todav¨ªa esperaban una respuesta de ERC a la posibilidad de un Gobierno nacionalista. Y todo eso pesa. Sin ir m¨¢s lejos, Mas descalific¨® a Puigcerc¨®s por su cruzada fiscal contra los andaluces y le invit¨® a no ofender a nadie y a hacer una campa?a en positivo.