Predicciones amn¨¦sicas
Con cierto asombro estamos viendo que algunas firmas e instituciones que fracasaron claramente no solo en predecir la crisis econ¨®mica que se avecinaba, sino tambi¨¦n en explicarnos la solidez y fiabilidad de los bancos que quebraron despu¨¦s de que varias de las agencias de calificaci¨®n norteamericanas les pusieran la m¨¢xima nota. Probablemente, no ser¨¢ f¨¢cil de probar que semejante error descomunal fue cometido a prop¨®sito, pero resulta claro que, como m¨ªnimo, se puede hablar de un alto grado de incompetencia. Sin embargo, esas agencias de calificaci¨®n contin¨²an su actividad como si nada hubiese pasado y sin parpadear se permiten amenazar a los Estados con bajar sus calificaciones. Es claro que se aprovechan del bajo n¨²mero de agencias existente, de tal manera que esas firmas ejercen una especie de monopolio predictivo. La Uni¨®n Europea amag¨® con crear otras agencias en vista de la situaci¨®n, pero hasta ahora no ha concretado nada.
En la fusi¨®n, Feij¨®o dice que llevaba raz¨®n aunque haya sucedido lo contrario a lo que ¨¦l quer¨ªa
En Espa?a, despu¨¦s del advenimiento de la crisis, tambi¨¦n han proliferado las predicciones sobre la econom¨ªa, que difieren entre ellas en unas d¨¦cimas m¨¢s o menos, pero que tampoco explican por qu¨¦ no predijeron la crisis econ¨®mica. Con algunas excepciones, la mayor¨ªa se limita a exponer generalidades que no hace falta ser experto para llegar a ellas, de la misma manera que se podr¨ªan sostener otras generalidades que apuntasen justo en direcci¨®n opuesta. Parece como si quisiesen demostrar, no que la econom¨ªa no es una ciencia exacta, cosa l¨®gica dado que en ella intervienen el hombre y la sociedad, sino que es una ciencia inexacta. Ahora, de vez en cuando, aparecen predicciones del grupo de los cien, que bajo este nombre esconde a las instituciones de las que son empleados sus miembros
Una instituci¨®n que ¨²ltimamente no escatima predicciones es la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorro (Funcas). Esta fundaci¨®n tampoco predijo la crisis econ¨®mica, ni el departamento de coyuntura fue especialmente diligente en ello. Ni nos dijeron que la Caja de Castilla-La Mancha estaba haciendo unas inversiones locas que, como se vio, la llevaron a la quiebra t¨¦cnica. Tampoco nos dijeron que Cajasur, la caja de C¨®rdoba, ten¨ªa una estructura org¨¢nica y de gesti¨®n que la hac¨ªa inviable. Y nos habr¨ªa gustado que hubiesen estudiado en su momento y recomendado la fusi¨®n entre cajas para hacer viables la mayor¨ªa de ellas. Pero no hicieron ning¨²n estudio sobre la viabilidad de las entidades, ni sobre si importaba o no el tama?o de cada una. Ni siquiera se preocuparon de elaborar un informe para conocer si eran necesarias estructuraciones de personal a fin de hacerlas eficaces.
En Galicia nos habr¨ªa gustado conocer varios de estos estudios. En el proceso de integraci¨®n de las cajas gallegas, un ciudadano de buena fe, siguiendo a un medio de comunicaci¨®n y a lo que dejaba entender el presidente de la Xunta, podr¨ªa creer que la fusi¨®n era algo bueno, entre otras cosas para mejorar la gesti¨®n de Caixanova y meter en ella a una direcci¨®n nueva, jubilando al presidente. Despu¨¦s result¨® todo lo contrario: el presidente y el director general de la nueva caja son de Caixanova y el presidente que ten¨ªa que jubilarse va a ser el nuevo presidente de la entidad fusionada. Para ello tuvo que cambiarse la ley gallega a las pocas semanas de ser aprobada. Nadie dice por qu¨¦, aunque muchos lo intuimos. Y el presidente de la Xunta afirma que llevaba raz¨®n, aunque haya sucedido lo contrario de lo que ¨¦l quer¨ªa.
Para su reestructuraci¨®n, las cajas van a acudir en mayor o menor medida a los fondos del Banco de Espa?a. No estar¨ªa de m¨¢s exigirles austeridad y eficacia. Y tampoco que en la restructuraci¨®n de sus plantillas se incluyese adem¨¢s a la de Funcas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.