La 'soluci¨®n' para Guant¨¢namo se vuelve contra Obama
La exculpaci¨®n por terrorismo en el primer juicio civil desata la pol¨¦mica
La Casa Blanca ve¨ªa en el juicio a Ahmed Ghailani el modelo para llevar ante la justicia civil de Estados Unidos a los detenidos en la guerra contra el terrorismo que est¨¢n en Guant¨¢namo y poder as¨ª vaciar y cerrar el pol¨¦mico centro de detenci¨®n. Pero el veredicto que seis mujeres y seis hombres emitieron inesperadamente el mi¨¦rcoles por la noche en un tribunal de Nueva York, que exculpa al acusado de los cargos de terrorismo, es un rev¨¦s para la Administraci¨®n dem¨®crata, a la que se acusa de debilidad por cerrar la v¨ªa de las comisiones militares, que, se supone, habr¨ªan emitido un fallo m¨¢s severo. Si Ghailani hubiera sido juzgado en Guant¨¢namo -bajo control absoluto del Pent¨¢gono-, un jurado compuesto por militares habr¨ªa escuchado los argumentos que pesaban contra el acusado sin luz ni taqu¨ªgrafos.
Ahmed Ghailani fue absuelto de 284 de los 285 cargos que le imputaban
De los 285 cargos que se imputaban a Ghailani, el jurado solo le encontr¨® culpable de uno: conspiraci¨®n para destruir propiedades y edificios de Estados Unidos, por los atentados de 1998 contra las Embajadas en Kenia y Tanzania. Por este motivo, el tanzano se enfrenta a una condena de entre 20 a?os y cadena perpetua, que le ser¨¢ comunicada por el juez el pr¨®ximo 25 de enero. Sin embargo, las acusaciones de terrorismo y conspiraci¨®n para asesinar estadounidenses quedaron en nada. Las circunstancias de la detenci¨®n y confesi¨®n de Ghailani, de 36 a?os, han sido determinantes en el juicio civil. En 2004, Ghailani fue capturado en Pakist¨¢n y pas¨® por una de las c¨¢rceles secretas de la CIA antes de terminar en la base naval norteamericana de Guant¨¢namo, en la isla de Cuba.
Las pruebas que hab¨ªa en su contra estaban todas marcadas por la sospecha de la tortura. De hecho, el propio testimonio del acusado sobre el papel que desempe?¨® en los atentados de 1998 nunca ha visto la luz en el juicio, que ha durado cuatro semanas, y no se ha aportado como prueba en su contra a pesar de ser una confesi¨®n. La fiscal¨ªa decidi¨® no utilizar el relato de Ghailani, ya que fue obtenido durante uno de los interrogatorios que sufri¨® en la base militar, donde, seg¨²n sus abogados, fue sometido a pr¨¢cticas que constituyen tortura, como el waterboarding (ahogamiento simulado) o la privaci¨®n del sue?o.
Ghailani ha sido el primer sospechoso de terrorismo en ser transferido desde Guant¨¢namo a Estados Unidos para someterse a un tribunal civil. El resultado no ha gustado nada a los detractores de la pol¨ªtica de Barack Obama de enterrar Guant¨¢namo. El senador republicano de Carolina del Sur Lindsey Graham, uno de los arquitectos de las comisiones militares, inst¨® ayer a la Casa Blanca a utilizar tribunales de guerra en esa base-prisi¨®n. "Estamos en guerra contra Al Qaeda. Miembros de esa organizaci¨®n y sus asociados deber¨ªan ser tratados como combatientes, no como criminales comunes", declar¨® Graham.
Los cr¨ªticos de los juicios civiles han deplorado que se hayan dejado de lado pruebas determimantes. Los defensores, en cambio, argumentan que una comisi¨®n militar habr¨ªa actuado igual que el tribunal civil, ya que existen restricciones en el uso de pruebas obtenidas bajo tortura.
La justicia estadounidense pretendi¨® transferir tambi¨¦n a Nueva York al cerebro de los atentados del 11-S, Jalid Seij Mohammed. Pero el Congreso bloque¨® el plan y cerr¨® el grifo de los fondos para semejante traslado. Los resultados de las elecciones de noviembre no van a mejorar -m¨¢s bien lo contrario- esa posici¨®n. Actualmente 174 personas siguen detenidas en Guant¨¢namo. Solo tres de esos detenidos han sido acusados de cr¨ªmenes de guerra y una cuarta parte sigue en poder de las comisiones militares.
"Este veredicto es una reafirmaci¨®n de que el sistema judicial de nuestra naci¨®n es el mejor que jam¨¢s se haya creado", declar¨® Peter Quijano, uno de los abogados de Ghailani. "Es un aut¨¦ntico sistema de leyes y no de hombres, un sistema que es capaz de absolver a Ahmed Ghailani de 284 de los 285 cargos justo a la vuelta de la esquina de donde estaba el World Trade Center".
Consultado por este peri¨®dico, Bruce Fein, uno de los m¨¢s reputados expertos en derecho constitucional de EE UU, que fue adjunto al fiscal general durante la presidencia de Ronald Reagan, consider¨® que el veredicto pone de relieve la incongruencia de la opini¨®n p¨²blica. "Los detractores del veredicto consideran que los juicios a terroristas internacionales deber¨ªan ejecutarse al estilo estalinista, donde la culpabilidad deber¨ªa estar tan asegurada como el hecho de que sale el sol. Creen que la justicia es la misma que la de la reina de corazones en Alicia en el pa¨ªs de las maravillas: primero la sentencia, luego el veredicto", explic¨® Fein.
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