Ir¨®nico elogio de la trascendencia
Un preliminar conceptual, 'Anonimato', ya nos advierte de que esta ¨²ltima novela de DeLillo constituye un golpe de tim¨®n en su narrativa, que parece poner rumbo a la met¨¢fora que trata de expresar un mundo crepuscular y cr¨ªptico que sigue acosado por un ruido de fondo de psicosis, huidas, confusiones y fracasos, paranoia y claudicaci¨®n, que es percibido por los protagonistas desde la perspectiva de la senectud y que se dir¨ªa inefable. Punto omega no es, en realidad, una novela, sino una meditaci¨®n acerca del ser humano entrado ya el XXI, entre la trascendencia de ciertas inevitables disquisiciones metaf¨ªsicas ("el hombre es un alma atribulada") y la banalidad de ciertas inevitables inercias cotidianas, algo as¨ª como una nueva formulaci¨®n del ser o la nada. Es un elogio de la trascendencia en forma de meditaci¨®n, es une pens¨¦e, el argumento es m¨ªnimo y las digresiones son m¨¢ximas, los mon¨®logos se hinchan como globos, se suceden las descripciones l¨ªricas de la naturaleza, que act¨²an de par¨¦ntesis que interrumpen la acci¨®n ("Atalay¨¦ las cegadoras oleadas de luz y cielo y baj¨¦ la mirada hacia las colinas plegadas y cobrizas que tom¨¦ por p¨¢ramos") y de estampas de un Apocalipsis que llegar¨¢, una jerga entre ontol¨®gica y cientifista preside el relato, y un postliminar azora al lector, pero en modo alguno infunde el tedio: DeLillo domina hasta tal punto la t¨¦cnica narrativa y el empleo de la elipsis, escamoteando informaci¨®n, eludiendo y aludiendo, que el lector, absorto por el enigma que intuye que lleva el relato dentro, avanza de forma compulsiva en la lectura de un texto que, por su reflexi¨®n acerca del Tiempo (no en vano Psicosis 24 horas, la videoinstalaci¨®n de la pel¨ªcula de Hitchcock avanzando a dos fotogramas por segundo durante un d¨ªa entero, abre el relato), del drama absurdo de la existencia que siempre concluye en muerte, de la vejez y de la psicosis inmanente del Hombre, trae a colaci¨®n novelas como Hombre lento (2004) de Coetzee, Eleg¨ªa (2006) de Philip Roth o Un hombre en la oscuridad (2008) de Paul Auster, todas ellas intentos m¨¢s o menos felices de explicarnos un mundo desquiciado y deshumanizado del que huye el antih¨¦roe de DeLillo, el viejo Elster, asesor del Pent¨¢gono refugiado del tiempo urbano de Nueva York, como un San Jer¨®nimo moderno, en el tiempo c¨®smico del desierto al que acude a visitarle el joven cineasta Jim Finley, que pretende filmarlo mientras monologa en torno a la guerra y sus razones del mal. Conversan los dos en soledad durante d¨ªas, esperando a Godot en la tierra bald¨ªa, formul¨¢ndose preguntas sin respuesta en el nuevo desierto de los t¨¢rtaros, y m¨¢s tarde con Jessie, la hija de Elster, que desaparecer¨¢ de la escena en extra?as circunstancias, ti?endo el relato de thriller y favoreciendo en un relato de por s¨ª rico, ambiguo ("un desaf¨ªo impl¨ªcito al lector, a ver si era capaz de averiguar de qu¨¦ iba la cosa [...]. Que todo consistiera en que nada ocurriese. Que todo consistiera en esperar", deja caer el narrador, a otro prop¨®sito pero cargado de complicidad) y abierto ("La verdadera vida no es reductible a palabras habladas ni escritas, por nadie, nunca", arranca el relato) que el lector haga juego y aventure cuantas conjeturas e interpretaciones se le antojen. Con sutil¨ªsimo humor, Punto omega invita a que la m¨ªstica equilibre la tecnolog¨ªa, y aboga por el pensamiento abstracto en detrimento de la tiran¨ªa de las im¨¢genes, y el autor de Submundo (1997) quiere sumergirnos en la seducci¨®n del enigma y de la claustrofobia de los laberintos mentales ("La hermosa complejidad de la mente"), en el dilema del hombre estrat¨¦gicamente situado entre la Tierra milenaria y cicl¨®pea y el pensamiento fr¨¢gil, confuso e instant¨¢neo de un ser humano obligado a entender un mundo del que "lo que queda es el terror. Esto es lo que la literatura debe curar". Dir¨¢n algunos que si Punto omega, no por ambigua menos seductora, fuese un filme, saldr¨ªan del cine de arte y ensayo sinti¨¦ndose estafados por un exceso anfibol¨®gico, pero no tendr¨¢n raz¨®n. DeLillo escribe de laberintos mentales, y los laberintos de los que conocemos la salida no son laberintos, son un fraude.
Punto omega
Don DeLillo
Traducci¨®n de Ram¨®n Buenaventura
Seix-Barral. Barcelona, 2010
157 p¨¢ginas. 17 euros
Edici¨®n en catal¨¢n: Punt omega. Don DeLillo. Traducic¨®n de Ainara Munt Ojanguren. Amsterdam. Barcelona, 2010. 14 p¨¢ginas. 17 euros
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