Apolog¨ªa del delito
Aludir a que las opiniones expresadas en conversaci¨®n privada est¨¢n protegidas por el derecho a la intimidad es una cuesti¨®n de jerarqu¨ªa: es poner el derecho a la intimidad por encima del derecho al respeto (en este caso al respeto, la integridad y la protecci¨®n de menores).
Manifestar que de la misma forma que no se admiten pruebas testificales obtenidas sin ajustarse a la legalidad, las opiniones en conversaciones privadas tampoco pueden divulgarse, es un hiper-razonamiento propio de la adolescencia. Todas las personas son respetables. Algunas opiniones no solo son despreciables, sino que incluso constituyen una apolog¨ªa del delito. Expresarlas supone asumir la responsabilidad de hacerlo. Admitir opiniones ped¨®filas en privado y rasgarse las vestiduras por la violaci¨®n de la intimidad, constituye una actitud inmoral en una sociedad democr¨¢tica.- Elo¨ªsa Teijeira Bautista. O Porri?o, Pontevedra.
Demasiadas coincidencias en muy poco tiempo de algo muy grave que ocurre en los espacios p¨²blicos de este pa¨ªs, a saber, alcalde con comentarios sexistas, candidata defendiendo mensajes directamente xen¨®fobos, espacios de una televisi¨®n p¨²blica en que ciertos "opinadores" vierten sus miserias personales sobre menores... Podr¨ªamos seguir, pero no merecen p¨¢bulo sino el m¨¢s absoluto desprecio y el peso de la ley hacia la responsabilidad de estos representantes de la ciudadan¨ªa.
?Hasta cu¨¢ndo tendremos que soportar que se escuden en un mal entendido derecho de "libertad de opini¨®n y expresi¨®n" (olvidando lo que los hechos y sus expresiones suponen de vulneraci¨®n de derechos de otros, los m¨¢s desfavorecidos, mujeres, menores, inmigrantes) y no asuman su responsabilidad? Con todos estos s¨ªntomas qu¨¦ podemos esperar quienes nos dedicamos a tratar de inculcar valores democr¨¢ticos, igualdad entre hombres y mujeres, respeto a los dem¨¢s, solidaridad... .- Mar¨ªa Dolores Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez . Salamanca.
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