"No soy un trofeo. ?Gui?o a la izquierda? Todos los gui?os son c¨®mplices"
La melod¨ªa del m¨®vil de Rosa Aguilar es un poema. El vigoroso arranque de Por la boca vive el pez, de Fito y los Fitipaldis, suena cada poco all¨¢ a lo lejos, sobre la mesa de su despacho de ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, al que siguen lleg¨¢ndole flores de felicitaci¨®n por su nuevo cargo. Pero ella, arrellanada frente a frente en el sill¨®n de las visitas, no le hace ni caso. Dice que le gusta mirar a los ojos de su interlocutor, y es cierto que no pierde la mirada ni un segundo. No regatea tiempo ni rechaza preguntas. Otra cosa es lo que responde. Llegar¨¢ incluso a decir que vale m¨¢s por lo que calla que por lo que habla. Aunque luego, cuando se apaga la grabadora, quiera contar, y cuente, todo lo que ha omitido cuando estaba en marcha.
"Ha habido un alejamiento y a los pol¨ªticos se nos ve como extraterrestres"
"?El Papa? Soy creyente, pero la jerarqu¨ªa de la Iglesia no me representa"
"No saldr¨¢ de mi boca ninguna respuesta por m¨¢s insultos que profieran"
Por qu¨¦ se fue de Izquierda Unida. Hasta qu¨¦ extremo soport¨® para intentar evitarlo. La magnitud de su dolor cuando compa?eros de toda la vida le llaman traidora. El desgarro de dejar la alcald¨ªa de C¨®rdoba. Su desaz¨®n ¨ªntima en los primeros meses en la Junta socialista de Andaluc¨ªa. Su necesidad de tiempo para asimilar los entresijos del ministerio. Su esfuerzo por adecuar sus ideas m¨¢s viscerales a las necesidades de la gesti¨®n de Gobierno. Por qu¨¦ se afili¨® al PCE y no al PSOE a los 16 a?os, siendo, como es, m¨¢s socialdem¨®crata que comunista. Pero tambi¨¦n la huella que las muertes de los suyos -su padre, su madre, un gran amor, su t¨ªa del alma, su primo- le han dejado en el coraz¨®n. Lo cuenta todo. Sin reparos, sin reservas, sin testigos. Cara a cara.
Ante el micr¨®fono usa sin embargo el lenguaje institucional y pol¨ªticamente correcto de los gestores p¨²blicos. As¨ª que si leen "ciudadanos", "amigos" o "compa?eros", sepan que dijo "ciudadanos y ciudadanas", "amigos y amigas", "compa?eros y compa?eras". Lo reconocen hasta sus rivales. Aguilar es un animal pol¨ªtico. Puede que el pez de Fito viva por la boca, pero ella no va a morir por la suya.
Por ahora le va bien. Es, despu¨¦s del vicepresidente Rubalcaba, la nueva ministra mejor valorada. El 62% de los espa?oles aprueba su nombramiento. Se la ve feliz. Ilusionada. Viene de su tercer Consejo de Ministros y en cuanto acabe esta charla cruzar¨¢ la calle y abordar¨¢ el tren a C¨®rdoba en Atocha. La estaci¨®n se ve desde la ventana. Ser¨¢ as¨ª todos los viernes salvo causa de fuerza mayor.
Tiene el AVE de puerta a puerta.
Pr¨¢cticamente. Me subo al tren y en hora y media estoy en casa. Y a la vuelta, lo primero que veo es el ministerio.
?D¨®nde vive ahora?
En un hotel, pero voy a vivir en el ministerio. Eso tiene la ventaja del tiempo y la desventaja de estar las 24 horas en el mismo espacio, pero no me importa. La vivienda ya la llenar¨¦ de alegr¨ªa y bienestar con mi familia y amigos.
Entonces, ?por qu¨¦ esa dependencia de C¨®rdoba?
El primer a?o de diputada en Madrid, iba y ven¨ªa cada d¨ªa. Estando en Sevilla en la Junta, muchos d¨ªas iba a C¨®rdoba a dormir o a dar un paseo por mi barrio, Santa Marina, el de los toreros. Y luego cog¨ªa el tren para seguir trabajando. Viva donde viva, mi casa es C¨®rdoba.
Tambi¨¦n ha cogido todos los trenes pol¨ªticos.
Cuando te pasa por delante un reto de primera magnitud, como cuando Pepe Gri?¨¢n me llam¨® para el Gobierno de Andaluc¨ªa, o dices s¨ª o no, no hay actitudes intermedias. Me hab¨ªa entregado 10 a?os en cuerpo y alma a mi ciudad, pero tambi¨¦n hac¨ªa tiempo que hab¨ªa espacios de desencuentro pol¨ªtico. Pepe es una persona de verdad, un pol¨ªtico s¨®lido con un proyecto ilusionante. Fue el momento de tomar una decisi¨®n doloros¨ªsima, porque dejar la alcald¨ªa me desgarraba, pero sab¨ªa que no deb¨ªa estar m¨¢s tiempo.
?Y este ¨²ltimo tren, el del Gobierno?
Ah¨ª se han conjugado varias cosas. La confianza de Zapatero, el respaldo de Pepe Gri?¨¢n y el momento. Precisamente por ser mal momento, he dicho s¨ª de manera inmediata, y con voluntad de comprometerme a fondo lo que queda de legislatura. Si las cosas hubieran estado bien, puede que hubiera dicho que me quedaba en Andaluc¨ªa, pero ahora m¨¢s que nunca hay que arrimar el hombro, dar la cara, estar cerca de quienes lo est¨¢n pasando mal. Cuando el presidente deposita la confianza en ti, lo ¨²nico que puedes decir es s¨ª. Le dije: me tienes al 100% porque coincido con el proyecto global. Y lo he hecho con toda la ilusi¨®n y compromiso.
?Y ambici¨®n?
Hay personas, y yo estoy entre ellas, a las que la vida les ha brindado posibilidades de servir a la ciudadan¨ªa desde distintas instituciones, y no tienen ninguna ambici¨®n ya. Quiero seguir trabajando para los dem¨¢s, entregarme con pasi¨®n a lo que hago, pero ya est¨¢.
?No quiere ser nada m¨¢s en pol¨ªtica?
No, lo digo as¨ª de claro. Lo ¨²nico que quiero es trabajar de manera leal en el marco del Gobierno. La confianza que Zapatero deposita en m¨ª yo se la voy a devolver hecha trabajo y lealtad d¨ªa a d¨ªa.
Pero los pol¨ªticos ambicionan el poder, leg¨ªtimamente, para hacer cosas.
Pues yo te digo que Rosa Aguilar est¨¢ en un momento de su vida que no ambiciona nada. Estoy feliz y tremendamente responsable con el trabajo que tengo encomendado para responder a la ciudadan¨ªa, que nos espera con respuestas ciertas. No me planteo otra cosa.
Algunos ven en su nombramiento una forma de captar votos a la izquierda del PSOE. ?Los socialistas la consideran un trofeo?
No soy un trofeo. Ellos saben que formo parte del proyecto, que soy una m¨¢s, que mi lealtad y convicci¨®n es plena. A nadie le debe extra?ar que un Gobierno socialista mire a la izquierda. Hay una realidad objetiva: soy una mujer de izquierdas, y aporto mis valores a las ideas del proyecto socialista, y me sumo a ellas. ?Gui?o? Todos los gui?os son c¨®mplices.
?Est¨¢ c¨®moda en un Gobierno que ha decretado el mayor recorte social?
El presidente ha tenido que tomar decisiones que nunca habr¨ªa querido. Pero sabe que son las adecuadas para hacer frente con garant¨ªas a la situaci¨®n. Cuando hayamos salido de ella nos daremos cuenta de que hizo lo que ten¨ªa que hacer, con un ejercicio de responsabilidad extraordinario por su pa¨ªs. Tambi¨¦n digo: c¨®jase la realidad de los pa¨ªses europeos y veremos que es en Espa?a donde se mantienen pol¨ªticas sociales fundamentales.
La veo muy en "modo ministra". ?La lealtad le impide manifestar discrepancias?
Yo soy as¨ª. No s¨¦ lo que es estar en "modo ministra". Mira, en todos los ¨¢mbitos de la pol¨ªtica, y de los Gobiernos, se dan contradicciones. Pero me gusta administrarlas con los compa?eros lealmente, dialogando y buscando puntos de confluencia. No buscar un titular f¨¢cil, porque todos estamos en el mismo barco, formamos parte del mismo colectivo con los mismos objetivos: hacer las cosas bien para que la ciudadan¨ªa tenga respuestas. Por eso me gusta ser prudente, y la prudencia no est¨¢ re?ida con la libertad.
El vicepresidente Rubalcaba dijo que el nuevo Gobierno tiene un presidente y 15 portavoces. ?Se lo ha tomado a pecho?
Es imprescindible que los pol¨ªticos expliquemos lo que hacemos. Forma parte de nuestro trabajo. No solo qu¨¦ se hace, sino por qu¨¦ se hace eso y no otra cosa. Eso es dar transparencia y calidad a la gesti¨®n. Es que aqu¨ª no hay nada que esconder. Y es verdad, hace falta que estemos los compa?eros del Gobierno opinando con sinceridad. Unas veces te traer¨¢ cr¨ªticas, y otras, aplausos, pero deben saberlo.
Siempre habla de responsabilidad, compromiso, entrega. ?Desde cu¨¢ndo es as¨ª?
Son palabras que me han acompa?ado casi desde reci¨¦n nacida. Cuando se te muere tu padre con ocho para nueve a?os, adem¨¢s siendo hija ¨²nica, tienes que afrontar la vida de otra manera. Aquellos tiempos eran dif¨ªciles, y tienes que asumir responsabilidades que por edad no te corresponden, pero que la vida te las pone delante, y tienes que responder, porque est¨¢bamos solas mi madre y yo.
?Fue la cabeza de su familia?
En alg¨²n momento tuve que asumir esa responsabilidad porque mi madre, despu¨¦s del palo que supuso la muerte de la persona que quer¨ªa con 40 a?os, no fue igual. Visto con el tiempo, creo que quiso ser demasiado fuerte porque yo era peque?a, y eso le signific¨® una depresi¨®n importante. Y mientras, en ese espacio nuestro, tuve que tomar las riendas. Quemas etapas, y eso te acompa?a para siempre. Ya no sabes hacer las cosas de otra forma que no sea con ese sentido profundo de la responsabilidad, del compromiso, del deber, del entregarte a los dem¨¢s.
?Y usted? ?Se encontraba sola?
He sido siempre una persona afortunada. He tenido a mis amigos que no me han fallado, han estado ah¨ª, y me han dado fuerza para seguir. Quiz¨¢ porque las personas tengamos mecanismos de defensa, cuando la vida te deja casi sola, con una familia corta, t¨² la ampl¨ªas con las personas que est¨¢n con la mano tendida. Los amigos forman parte de mi vida, de mi familia, y me faltan dedos para contarlos.
Se declara creyente. ?Su compromiso tiene una base religiosa?
Es que yo soy creyente en la expresi¨®n de lo que significa un fuerte compromiso social. Hay personas, como monse?or Romero, que s¨ª son un referente. A m¨ª me importa la gente que se compromete por los dem¨¢s.
?Y el Papa?, ?se sinti¨® aludida con su visita?
Nada, para nada, absolutamente nada. Institucionalmente, siempre he respetado y respeto a la Iglesia. Pero tengo un desacuerdo profundo con la jerarqu¨ªa. Soy creyente, pero la estructura y la postura de la Iglesia no representa a todos los creyentes. Porque desde la intransigencia no se puede pretender dirigirse a todos los creyentes, y los que desde la creencia tenemos un compromiso y unas posiciones de progreso desde el ¨¢mbito de la izquierda, no nos sentimos representados por esa jerarqu¨ªa, que a veces hace m¨¢s pol¨ªtica que otra cosa.
?C¨®mo valora la postura de la Iglesia ante el preservativo o el matrimonio homosexual?
Yo me encuentro entre los millones de personas a las que esas actitudes nos hacen no creer en esa Iglesia.
?Reza?
S¨ª, pero tengo otros interlocutores. No me hacen falta estos interlocutores tan intransigentes, tan excluyentes y tan alejados de la doctrina de Jesucristo. Es que aqu¨ª el nombre de Dios se utiliza para todo y se interpretan las cosas como conviene. Como a m¨ª eso no me gusta, tengo mis creencias y las practico a mi manera.
?Qu¨¦ fue lo primero que le removi¨® las tripas tanto como para querer cambiar las cosas?
Lo primero que me rebel¨® por dentro fue saber que hab¨ªa personas que por razones de su pensamiento estaban privadas de libertad.
?A los 16 a?os le preocupaban los presos pol¨ªticos?
S¨ª, claro. De peque?a, cuando hab¨ªa cosas que no entend¨ªa, preguntaba. Yo ve¨ªa que mi abuela hablaba bajo con mi t¨ªa, le preguntaba por qu¨¦, y me dec¨ªa: porque no me pueden o¨ªr, porque si no me llevan. O poner una emisora, la Pirenaica, o la BBC, bajito y no poder darle voz. Hab¨ªa una dictadura, y que las personas no tuvieran libertad para hablar, para mostrarse, me parec¨ªa una cosa inadmisible y que hab¨ªa que luchar contra ella. Y lo que he tenido claro desde peque?ita es que en esta vida sola no se puede hacer nada. Todo lo bueno se hace acompa?ada. Por eso di el paso de organizarme. Primero con otros j¨®venes cristianos, luego entr¨¦ en la pol¨ªtica, porque las cosas importantes se hacen colectivamente.
?Se toma la pol¨ªtica como una misi¨®n laica?
No, no he tenido nunca vocaci¨®n de monja ni de misionera. Una cosa es tener un compromiso social, solidario, y establecerlo desde tu acci¨®n en las responsabilidades pol¨ªticas, que te permiten tender la mano a gente que lo necesita, y otra es, con todos mis respetos, la vocaci¨®n religiosa. Esto no tiene nada de misi¨®n.
?Ni de vocaci¨®n
Eso s¨ª, la pol¨ªtica es una vocaci¨®n, no una profesi¨®n. Yo ah¨ª niego la mayor. Yo no soy clase pol¨ªtica, ni mi profesi¨®n es la pol¨ªtica. Yo soy abogada. La pol¨ªtica es comprometerte de verdad con los dem¨¢s. Dar un paso en tu vida. Me merece respeto la gente que no lo har¨ªa nunca. Pero desde la opci¨®n del compromiso social, la pol¨ªtica es el espacio donde m¨¢s y mejor se puede desarrollar.
Para no ser una profesi¨®n, lleva 30 a?os viviendo de la pol¨ªtica.
Llevo toda mi vida, porque me met¨ª con 16 y cuando te metes en pol¨ªtica es para siempre. Pero no he vivido de la pol¨ªtica. Esa expresi¨®n no se corresponde con la realidad. Me gustar¨ªa que cualquier ciudadano viniera conmigo un a?o y pudiera ver c¨®mo es de verdad la vida pol¨ªtica, que es una vida de entrega 100%, que tiene mucha renuncia, y por eso mucho de vocaci¨®n. Ejercer una responsabilidad, estar al servicio de la ciudadan¨ªa, no es vivir de la pol¨ªtica, es hacer pol¨ªtica dignamente desde tus principios, y austeramente.
La de pol¨ªtico es de las profesiones menos valoradas. Quiz¨¢ por los casos de corrupci¨®n. ?Le ofenden personalmente?
Me duelen. El tiempo que te come la gesti¨®n te resta la posibilidad de cercan¨ªa con los ciudadanos. Y quiz¨¢ esa desafecci¨®n se produzca cuando no hay esa proximidad y se dan circunstancias rechazables desde el punto de vista ¨¦tico. Yo intento superarla practicando la cercan¨ªa. Pero somos humanos y reivindico el derecho a equivocarnos. Me puedo equivocar en una decisi¨®n, puedo y debo pedir perd¨®n, lo he hecho algunas veces, y he rectificado. Pero es verdad que durante muchos a?os ha habido un alejamiento y se nos percibe como si fu¨¦ramos seres extra?os, diferentes, extraterrestres.
Usted fue una ni?a acomodada. ?De d¨®nde le viene la austeridad?
Es cierto, pero cuando falt¨® mi padre, s¨ª tuvimos momentos de dificultad. Mi madre trabaj¨® en hosteler¨ªa porque quer¨ªa que yo estudiara. Y yo desde COU ya daba clases particulares y no he dejado de trabajar. Eso me ha hecho aprender m¨¢s de la vida y en la vida y m¨¢s aprisa de lo habitual. Es verdad que no me faltaba nada. Me sobraban muchas cosas, ahora me doy cuenta. Pero no he sido nunca alguien a la que le haga falta mucho.
Sin embargo, dice que le gusta ahorrar para el futuro.
S¨ª, por una raz¨®n fundamental. Cuando est¨¢s en pol¨ªtica, tienes que preservar tu libertad. Y me explico: si en un momento determinado te quieres ir?de la pol¨ªtica, por cualquier raz¨®n, siempre he querido tener la seguridad de no tener que quedarme ni un segundo m¨¢s por tener que comer de ello.
?Poder dar un pu?etazo en la mesa y decir: ah¨ª os qued¨¢is? Lo hizo al irse de Izquierda Unida.
Bueno [sonr¨ªe], pero sin pu?etazo. Si en un momento determinado me tengo que marchar, me marcho, sin alharacas, con mucha prudencia y con mucho respeto. Pero siempre he pensado que es muy importante tener ese margen de libertad para una misma.
?Sabe que si pone Rosa Aguilar en Google, en la tercera opci¨®n sale "Rosa Aguilar traidora"?
S¨ª, es normal que haya gente que en su manera de ser y pensar haya dicho eso, pero yo tengo una cosa clara. Mis padres me ense?aron much¨ªsimo aunque estuve poco tiempo con ellos. Me dejaron un caudal y un legado extraordinario. El respeto es fundamental. No va a salir de mi boca ninguna respuesta por m¨¢s insultos que algunos profieran. Me quedo con la inmensa mayor¨ªa que te mira a los ojos, te sonr¨ªe, te desea suerte o te da los buenos d¨ªas.
Pero est¨¢ herida.
Yo no soy de piedra. A nadie le gusta que le digan cosas que sabe que no son ciertas, pero lo pongo al margen porque tampoco es cuesti¨®n de dejar que te hagan da?o gratuito. Adem¨¢s, esas personas, si me hubieran preguntado, yo?habr¨ªa estado dispuesta a explicarles muchas cosas y lo habr¨ªan entendido y a lo mejor lo habr¨ªan retirado.
Le debi¨® de doler que Julio Anguita, su 'padre' pol¨ªtico, haya declarado que ya no es su amigo.
Yo padre no he tenido m¨¢s que uno [rotunda], y lo perd¨ª muy peque?a. Hace muchos a?os que guardo un silencio total en relaci¨®n a Julio y no lo voy a romper jam¨¢s. ?l, que me conoce bien, lo sabe. Las personas valen m¨¢s por lo que callan que por lo que hablan.
Cuando sali¨® de IU para irse a la Junta socialista hubo declaraciones que parec¨ªan de despecho amoroso. Cayo Lara dijo lo de "se va una Rosa, pero vendr¨¢n claveles". ?Despierta pasiones?
Bueno...[sonr¨ªe]. S¨ª, es verdad que me entrego. Me gusta que me quieran y querer.
No he encontrado a nadie que hable mal de usted. Hasta sus adversarios ideol¨®gicos la definen como un animal pol¨ªtico.
Soy una mujer trabajadora. No me importa echarle las horas que sea con tal de entregarme a la gente, de poder solucionar problemas que le afectan o le duelen. En el ¨¢mbito de la pol¨ªtica y en el ¨¢mbito de lo humano.
?Y eso genera pasi¨®n?
Eso genera muchas circunstancias vividas, compartidas, se establecen unos mecanismos pasionales?para lo bueno, lo malo y lo regular. Cuando tom¨¦ una decisi¨®n tan importante como irme de una organizaci¨®n, lo hice con el respeto absoluto a las personas que forman parte de ella y dejando muchos amigos que lo van a seguir siendo toda la vida, porque hay lazos humanos y personales que no se rompen por esas decisiones, por importantes que sean.
Pero hay gente que trabaja 24 horas y no traspasa la l¨ªnea. ?Qu¨¦ es el carisma?
Pues probablemente ser siempre t¨² y estar ah¨ª siempre abierta y dispuesta, porque yo lo ¨²nico que hago es entregarme tal cual soy. Ser as¨ª. Yo soy una persona de verdad, lo que se me ve es lo que hay. Y a lo mejor eso es lo que traspasa y conecta. Intento estar cuando alguien me necesita, y tender una mano si puedo, y abrir mi coraz¨®n. No s¨¦ si es eso lo que provoca un sentimiento u otro hacia m¨ª. Pero no voy a cambiar. He sido as¨ª toda mi vida.
?C¨®mo ha visto la evoluci¨®n de Izquierda Unida tras su marcha? ?Qui¨¦n cree que ocupa ahora mismo el espacio de la izquierda en este pa¨ªs?
Es que tampoco he hecho, ni quiero hacer, valoraciones pol¨ªticas sobre Izquierda Unida. Lo que s¨ª te puedo manifestar es que el proyecto socialista, del que yo formo parte, tiene vocaci¨®n y voluntad de dirigirse a la izquierda de este pa¨ªs y que ampl¨ªa su mirada al centro, y al centro-izquierda, para poder avanzar sobre posiciones ciertas que nos sit¨²en mirando al futuro con posibilidades reales. Negar que hay otras formaciones de izquierda, como IU y otras, ser¨ªa absurdo por mi parte, y no lo voy a hacer. IU se dirige a una parte del electorado de la izquierda, est¨¢ ah¨ª, trabajando, y mi respeto hacia ellos es pleno y total.
Algunos le achacan cierta adicci¨®n al trabajo. Opinan que quiz¨¢ busca sentirse querida por esas ausencias que tuvo tan pronto.
Yo es que creo que a todo el mundo nos gusta sentirnos queridos, pero vivimos una vida en la que no nos lo decimos. Reprimimos mucho los sentimientos. Necesitamos mostr¨¢rnoslos, pero no lo hacemos. Parece que hay que ir como que todo lo puedes. Y no es verdad. Yo necesito a las personas, necesito que me quieran, necesito querer, necesito compartir, necesito conversar, necesito incluso compartir el silencio.
?Entonces admite ser adicta al trabajo? ?Cu¨¢les son sus placeres?
No es eso, es que cuando tienes responsabilidades importantes tienes que responder a ellas. Yo trabajo mucho, pero procuro hacerlo con alegr¨ªa. Y tambi¨¦n tengo mis ratos para las personas que yo quiero y las cosas que me gusta hacer. Hacer deporte, o ver una pel¨ªcula, o tomarme un Coca-Cola (s¨ª un Coca-Cola, esto es muy del Sur) con amigos. Son ratitos chicos, pero los disfruto mucho. No necesito muchas cosas. Yo le pido poco a la vida.
Se la ve plet¨®rica. Un conocido suyo dice que en un momento dado dej¨® usted su aura de introspecci¨®n y floreci¨®.
[C¨®mplice] Bueno, yo soy una esponja, y estoy en un aprendizaje continuo de la vida. Pero donde me pude mostrar como era, y abrir mi coraz¨®n, y ser como soy, fue en la alcald¨ªa de C¨®rdoba. Si ve¨ªa a una persona mayor, o a un chiquillo, y me daba alegr¨ªa, pues le daba un abrazo o me paraba a charlar. Y es que as¨ª soy yo. Es cierto que durante un tiempo estuve constre?ida. Pero lleg¨® un momento en el que dije: si yo soy as¨ª y me sale del alma ver a una persona y pararme y darle los buenos d¨ªas, ?por qu¨¦ no lo voy a hacer? Entonces decid¨ª que esas barreras que yo misma me pon¨ªa, esa cortedad, ten¨ªa que vencerla, porque aunque parezca mentira soy t¨ªmida, y ten¨ªa que vencer ese corte y ser yo misma.
?Esa cortedad ven¨ªa de haber tenido que madurar tan joven?
Probablemente. De repente tienes 11 a?os, y no tienes 11, tienes 20, y eso afecta. O eres muy echada para adelante, o te quedas as¨ª, tocada. Y como yo no era muy echada para adelante, era m¨¢s cauta, pues me qued¨¦ un poquito parada. Y lleg¨® un d¨ªa en el que necesitaba ser yo y expresarme tal cual.
Sin embargo, siempre ha sido reservada sobre su vida personal, casi opaca.
Yo tengo mi vida personal, y la hago con normalidad. Lo que pasa es que creo que estar en la vida p¨²blica no te obliga a poner a tu gente en el foco. Yo tengo mi familia. Es un espacio m¨ªo donde tengo mis alegr¨ªas, mis penas, mis situaciones buenas, malas, regulares y buen¨ªsimas, pero ah¨ª est¨¢n. De opaca nada, eso no es cierto. Mi vida es p¨²blica, pero el espacio familiar creo que hay que cuidarlo, y tu gente tiene que sentir que tiene su propio espacio. La pol¨ªtica y la vida familiar no tienen por qu¨¦ estar sin ninguna l¨ªnea fronteriza. Para m¨ª la hay, y por eso preservo mi familia.
?Tiene pareja?
[Pausa de dos segundos]. Mi coraz¨®n est¨¢ ocupado, ?vale? [Sonr¨ªe]. Bien ocupado y habitado.
Antes dec¨ªa as¨ª, en tercera persona, que en este momento Rosa Aguilar no tiene ambiciones. ?Es en este momento Rosa Aguilar feliz?
S¨ª, s¨ª.?
![Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NCQ3QKTLQDRH2RFJ33CXYD6FLA.jpg?auth=ae667bdff8af2ea7b49117f6e35587466a8bd3ff000969c1eb4c9293b8c9ee2f&width=414)
![Rosa Aguilar, con su madre, Rosa Rivero](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/I5DVQRBLTZXV35P4KI5WQUOASM.jpg?auth=f347022dd63df63a18452c23ac6f7cc72c11ada1bf026856ea8182d542b181c5&width=414)
La ministra de las chaquetas rojas
A Rosa Aguilar
(C¨®rdoba, 1957) le encanta el rojo. "Es un color que me define de manera vital". Por eso viste a menudo chaquetas rojas. Tiene 10 o 12. Cada una "de un tono, porque hay mucha variedad dentro del rojo". As¨ª tom¨® posesi¨®n hace un mes como ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino. Hasta entonces era consejera de Obras P¨²blicas del Gobierno socialista de Andaluc¨ªa, adonde lleg¨® en 2009 tras abandonar la alcald¨ªa de C¨®rdoba y su militancia de d¨¦cadas en Izquierda Unida por "discrepar" con la direcci¨®n.
Hu¨¦rfana de padre a los ocho a?os, tuvo que llevar la mercer¨ªa familiar y cuidar a su madre, Rosa Rivero, enferma de depresi¨®n y luego de c¨¢ncer. Aguilar ha dicho alguna vez que renunci¨® a la maternidad para cuidarla. Muri¨® cuando ella ten¨ªa 27 a?os.
Ingres¨® en el PCE a los 16 a?os. En los noventa fue portavoz de IU en el Congreso. La primera mujer en el puesto.
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![Luz S¨¢nchez-Mellado](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8fa6d141-6327-4b3a-ba1c-06d47dfc5fb2.jpg?auth=83e5f118677c09bcd05b5e7c3bd2bd322707e7e9095295e6017bde16d9ee2d96&width=100&height=100&smart=true)