As¨ª comemos, as¨ª somos

Ingestum in gero, poner dentro, meter, introducir, echar en.

Comer es un acto de amor por algo que deseamos y que para obtenerlo destruimos. Como afirma Felisa Kociak, "la incorporaci¨®n necesita de la destrucci¨®n previa del objeto para poder ser incorporado".

Gracias a los dientes, la actividad de la mordedura y la acci¨®n de devorar logramos la destrucci¨®n del objeto. Con ello conseguimos tres cosas fundamentales: la obtenci¨®n de placer haciendo penetrar el objeto en nuestro cuerpo, la destrucci¨®n del objeto y la integraci¨®n de las cualidades de ese objeto conserv¨¢ndolo dentro de nosotros.

Creo en el car¨¢cter m¨¢gico y simb¨®lico del arte de comer. "El hombre primitivo com¨ªa el coraz¨®n del le¨®n para tener su fuerza y lo hacia bajo el imperio de una creencia, lo que le aportaba un car¨¢cter m¨¢gico", dijo Freud.

Somos lo que comemos

Una de las cosas que m¨¢s me gustan del mundo es comer. Los sabores, el ritual de la comida, la sensualidad que despierta, son una parte important¨ªsima de mi vida. Y como siempre, al lado de lo bueno, muy cerca, est¨¢ lo malo: los excesos y los errores del mundo de la alimentaci¨®n industrial. Son las cosas que m¨¢s nos perjudican. No hay bien que mal no contenga, ni mal que bien nos traiga.

De peque?o fui alimentado bajo el s¨ªndrome del hambre. Recib¨ª una sobrealimentaci¨®n por la obsesi¨®n de todas las madres de que sus hijos comieran bien. Era un peque?o monstruito acostumbrado a comer cualquier cosa que llegara a mi alcance y en cantidades importantes. El dinero que me daban para comprarme el TBO lo invert¨ªa en adquirir garbanzos cocidos, y durante el recreo en el colegio me com¨ªa los bocadillos de mis compa?eros. Mientras jugaban a baloncesto los dejaban confiados en las rejas de las ventanas de las clases. El mejor era el de Casimiro, hijo de pasteleros: un brioche con mantequilla y jam¨®n dulce; una delicia.

Espa?a ha sido un pa¨ªs pobre, y como consecuencia de ello existe a¨²n la costumbre de ingerir grandes cantidades de alimentos. Por otra parte, somos un pa¨ªs de cachondos amantes de lo l¨²dico y creemos que cada d¨ªa es fiesta. En mi opini¨®n, respecto a la alimentaci¨®n, con un d¨ªa de pecado y fiesta a la semana es m¨¢s que suficiente. No creo en las dietas ni es los esfuerzos cruentos para cuidarse. Hay que descubrir el placer de cuidarse. El placer y la salud.

Si tuviera que hacer un retrato de un espa?ol con un plato de comida lo har¨ªa sin dudas con una paella. Es el plato que mejor nos representa a todos, potente como nuestra cultura, y lleva desde conejo o gambas hasta guisantes o garbanzos, que un amigo notario dice que son los culpables de la mala leche espa?ola. La paella es variada como nosotros. Cuando sale bien es una maravilla. Y si sale mal no hay quien se la coma, como los milagros o desdichas de nuestra cultura. Es solo para los domingos. Potente, surreal, divertida, loca y siempre precisa de una buena siesta y de lo que convenga.

Hoy tenemos, afortunadamente, mucha mas informaci¨®n y conocimientos sobre alimentaci¨®n que por desgracia no se aplican. Es evidente que en nuestro pa¨ªs seguimos bebiendo y comiendo demasiado. Un viejo proverbio chino dice: si quieres ser feliz unas horas, emborr¨¢chate; si quieres ser feliz un d¨ªa mata un cerdo; si quieres ser feliz unas semanas haz un viaje; si quieres ser feliz unos meses b¨²scate una buena pareja, y si quieres ser feliz toda tu vida cuida de tu huerto.

Creo que hoy lo mas revolucionario es hacerse un huerto.

Todo por ilusi¨®n, nada por obligaci¨®n

Hace 10 a?os hice mi primer huerto ecol¨®gico y mi vida mejor¨® mucho. Mi entusiasmo por una alimentaci¨®n sana fue creciendo como el tama?o de mi huerto.

El s¨ªmbolo de la riqueza no es un lingote de oro, es una semilla. El culto a los alimentos me apasiona, son una parte important¨ªsima de nuestras vidas. Me gusta hablar de comida incluso mientras como, cosa que echo siempre en falta cuando estoy con anglosajones.

Los mejores consejos sobre alimentaci¨®n los he o¨ªdo a Michael Pollan, un sabio de ese mundo en el siglo XXI. Recomiendo encarecidamente sus libros, y en especial Food rules.

Y para terminar, tres sugerencias que me han ayudado a vivir mejor y a acercarme m¨¢s a descubrir el placer de cuidarse:

- No ingerir nada que no sepas qu¨¦ es, de d¨®nde viene ni qu¨¦ contiene.

- Comer como m¨ªnimo cinco veces al d¨ªa, solo una comida importante y cenar poqu¨ªsimo.

- Limpiar los platos en casa por lo menos un d¨ªa a la semana.