Bilbobus: un conflicto sin paradas
La virulenta huelga indefinida que sufre la capital vizca¨ªna es el ¨²ltimo de una larga lista de desencuentros - Parte del problema es herencia del anterior gestor
La huelga indefinida que los trabajadores de Bilbobus mantienen desde el pasado 9 de noviembre hunde sus ra¨ªces, en parte, en los veinte a?os que la anterior adjudicataria, Transportes Colectivos SA (TCSA), gestion¨® el servicio en Bilbao. La negociaci¨®n del convenio a principios de 2008 fue el ¨²ltimo motivo de disputas entre la antigua adjudicataria y los trabajadores que se remontan a 1994, cuando el desacuerdo en torno al convenio oblig¨® a intervenir al Gobierno vasco. Desde entonces, se han intercalado los desencuentros por el calendario laboral o las n¨®minas y las huelgas m¨¢s o menos duraderas. En plena Aste Nagusia de 2007, los conductores dejaron el volante para regularizar el sistema de bolsa de trabajo y, finalmente, s¨®lo se adopt¨® una soluci¨®n provisional. Veolia, la multinacional francesa que asumi¨® la direcci¨®n de las 46 l¨ªneas de autob¨²s en agosto de 2008, hered¨® un conflicto laboral por la negociaci¨®n del convenio que no termin¨® hasta tres meses despu¨¦s con la firma de una subida de sueldo del 13,5% en dos a?os.
El comit¨¦ ejerc¨ªa con TCSA funciones que le otorgaron un gran poder en la empresa
Fuentes consultadas por este peri¨®dico sit¨²an en dos puntos concretos la clave de la virulencia relacionada hist¨®ricamente con los conflictos de los trabajadores del servicio de autob¨²s en Bilbao. Por un lado, se trata de una prestaci¨®n p¨²blica de gran importancia para los vecinos, lo que se traduce, ya de entrada, en una importante ventaja para el comit¨¦. De otro, TCSA habr¨ªa dejado al comit¨¦ concentrar tantas funciones dentro de la empresa, que ¨¦sta se hab¨ªa vuelto "casi suya", se?alan fuentes conocedoras del conflicto.
El a?o pasado Veolia ya sufri¨® una huelga, aunque no lleg¨® a ser indefinida. En aquella ocasi¨®n, seg¨²n portavoces de la empresa, los paros se produjeron por los "cambios de h¨¢bitos" que Veolia trat¨® de introducir en cuanto a las funciones atribuidas al ¨®rgano sindical. En concreto, la compa?¨ªa, que gestionar¨¢ el servicio al menos hasta 2016, no ve¨ªa normal que el comit¨¦ organizara los turnos y las l¨ªneas del servicio. Retirarle esas atribuciones para d¨¢rselas a la direcci¨®n "no gust¨®" al comit¨¦, seg¨²n la empresa. Tras llegar a un acuerdo sobre c¨®mo organizar el servicio contando con el organismo que representa a los trabajadores, las aguas volvieron a su cauce, aunque no por mucho tiempo.
Esta es una de las huelgas m¨¢s largas y violentas de la historia de los conflictos de Bilbobus y la primera indefinida para Veolia, pero no ha sido la peor. Los paros parciales de 2008 se saldaron con unos 250 sabotajes y durante dos semanas ni siquiera se cumplieron los servicios m¨ªnimos. TCSA calcul¨® p¨¦rdidas de 600.000 euros en dos meses.
No obstante, el comit¨¦ considera que el problema es que Veolia ha "incumplido" el convenio pactado en su d¨ªa, lo que habr¨ªa motivado un sentimiento de "desconfianza" entre los trabajadores y la multinacional francesa que explica la larga duraci¨®n de los paros. "Nos cost¨® sangre y sudor negociar el anterior convenio y lo est¨¢n incumpliendo. En Santiago de Chile tambi¨¦n les han hecho huelga, no s¨®lo hay incumplimientos aqu¨ª", se?ala el presidente del comit¨¦, Pedro Angulo (UGT).
Tras varias negociaciones, el principal escollo para poner fin a la huelga es el disfrute con libranzas de las horas extras acumuladas -Veolia asegura que TCSA no devolvi¨® esas horas durante 3 a?os- y el abono del tiempo dedicado a las reuniones. Y eso que a¨²n no han abordado la negociaci¨®n del convenio. Veolia pretende prorrogar el actual un a?o y negociar en 2011, y el comit¨¦ reclama una subida del IPC+5 y del IPC+4 en los dos pr¨®ximos a?os.
La semana pasada arranc¨® la mediaci¨®n del abogado laborista I?aki Eguskizaga, que ya busc¨® el consenso en anteriores conflictos con TCSA. Las reuniones se han desarrollado por separado y continuar¨¢n ma?ana. El comit¨¦ asegura buscar una salida definitiva, pero el informe de Eguskizaga no ser¨¢ vinculante porque los sindicatos no aceptaron un arbitraje que s¨ª obliga a ambas partes, tal y como pretend¨ªa Veolia. As¨ª las cosas, como siempre, la capital vizca¨ªna asiste impotente a los reiterados conflictos en el transporte p¨²blico que le castigan con una periodicidad excesiva. El metro y el tranv¨ªa evitan que la repercusi¨®n en el d¨ªa a d¨ªa de los ciudadanos sea mayor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.