Robins¨®n en la gr¨²a

La barba rala de Doney Ram¨ªrez, empleado de la empresa Estructuras Jigar, parece la de un n¨¢ufrago solitario, pero este hombre no es un navegante perdido, es un obrero subido a una gr¨²a de 40 metros de alto por los desmanes de un Ayuntamiento y una potente constructora.

En un c¨¦ntrico solar de Pozuelo de Alarc¨®n (82.000 habitantes), la empresa Ploder Uicesa ultima una obra enmara?ada. El Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular, le encarg¨® en 2007 la construcci¨®n de una casa de la cultura y un parquin en la plaza del Padre Vallet, con un presupuesto de 23 millones de euros: cinco los aportar¨ªan fondos municipales y 18 una Uni¨®n Temporal de Empresas, concesionaria de la explotaci¨®n del aparcamiento, llamada Pozuelo Infraestructuras y participada al 100% por Ploder. Hoy la obra casi est¨¢ lista, pero con secuelas. Su coste se ha inflado en cinco millones de euros y encima de ella hay un problema de carne y hueso: "Me duelen mucho las rodillas; si me pongo de pie me tiemblan las piernas...", dice por tel¨¦fono el robins¨®n de la gr¨²a, un colombiano de 35 a?os, casado y con tres hijos peque?os, que sufre el paso del tiempo (lleva 272 d¨ªas subido a la gr¨²a de la obra) y las estrecheces de su hogar, una tienda de campa?a.

La empresa de Doney ya no espera cobrar, solo seguir denunciando el caso

Ram¨ªrez es el sost¨¦n de una protesta que empez¨® en febrero, cuando otro compa?ero de su empresa subi¨® a la gr¨²a y colg¨® una pancarta que contin¨²a en el cielo de Pozuelo: "ruina consentida". Jigar fue subcontratada por Ploder para hacer las estructuras, pero dej¨® de cobrar a finales de 2009. Iniciaron su valiente protesta para cobrar 150.000 euros que les adeudan. Siguen sin pagarles. Y el Ayuntamiento se desmarca del asunto.Para entender los problemas que han acabado con un hombre encaramado a una gr¨²a en solitario (otros dos compa?eros estuvieron arriba pero acabaron bajando) es conveniente leer la letra peque?a con que se escribi¨® esta obra.

Meses antes de que se iniciara el proyecto, en octubre de 2007, la interventora municipal de Pozuelo se hab¨ªa opuesto a la obra, atribuy¨¦ndole una cadena de defectos administrativos: "Inseguridad jur¨ªdica, infracci¨®n legal a la Ley de Contratos de las Administraciones P¨²blicas, inviabilidad econ¨®mica de la futura concesi¨®n, inviabilidad de la aportaci¨®n econ¨®mica municipal al no ser susceptible de concesi¨®n de obra p¨²blica el edificio de la casa consistorial del Padre Vallet".

La opini¨®n de la interventora municipal estaba clara, pero el entonces concejal de Hacienda, Roberto Fern¨¢ndez, la interpret¨® a su manera: "Cuando habla de inviabilidad econ¨®mica no se est¨¢ refiriendo a que la obra se va a quedar sin fondos. La interventora se est¨¢ refiriendo a que la mec¨¢nica de contrataci¨®n no es la m¨¢s adecuada y considera que una parte de la obra deber¨ªa tener un mayor control por parte del Ayuntamiento a la hora de fiscalizar las certificaciones de obra". Dicho esto, la obra se inici¨® sin modificaciones.

Doney Ram¨ªrez es uno de los obreros que han puesto sus manos para ejecutar esta obra, que deber¨ªa haber finalizado en junio de 2009. Los trabajos contin¨²an. Ayer los obreros picaban una zona del suelo que ya se hab¨ªa terminado. "Han salido humedades", se excus¨® uno. Aun as¨ª queda poco para que se acabe la obra; ni las humedades ni el empe?o vehemente de Ram¨ªrez por reclamar las deudas con su empresa evitar¨¢n que, antes o despu¨¦s, la obra de la plaza del Padre Vallet tenga su feliz inauguraci¨®n y quede abierta al p¨²blico, con un nuevo edificio cultural del Ayuntamiento y un aparcamiento que explotar¨¢ durante 37 a?os Pozuelo Infraestructuras. Quiz¨¢s con el tiempo se borren las inc¨®gnitas que ha dejado.

La interventora no quer¨ªa. La oposici¨®n (PSOE), tampoco. El Ayuntamiento, s¨ª. Cuando la funcionaria municipal puso pegas al proyecto, la concejal de Contrataci¨®n, Pilar Garrido, explic¨® la virtud del plan, que la financiaci¨®n era mixta, p¨²blica y privada, con lo que los vecinos de Pozuelo solo se gastar¨ªan cinco millones de euros.

Fueron nueve. La propia Garrido promovi¨® en abril de 2009 una modificaci¨®n presupuestaria que encareci¨® la obra un 16%. Todo el sobrecoste lo pag¨® el Ayuntamiento.

El plus se aprob¨® gracias a que el PP gobernaba en mayor¨ªa, con Jes¨²s Sep¨²lveda de alcalde; Sep¨²lveda es hoy uno de los imputados en el caso G¨¹rtel, la mayor trama de corrupci¨®n de la democracia en Espa?a vinculada a un partido pol¨ªtico. Su hombre de confianza en Urbanismo era Gonzalo Aguado, actual alcalde, imputado en otro caso judicial, el del Parque del Arroyo de las C¨¢rcavas, incluido a su vez en el sumario de la operaci¨®n G¨¹rtel.

Cuando se decidi¨® el sobrecoste el sector de la construcci¨®n ya estaba en plena crisis. Pero en la plaza del Padre Vallet no hubo reparos en construir un segundo t¨²nel que no estaba previsto, a?adir un piso al aparcamiento sin perder el n¨²mero de plazas totales del proyecto adjudicado y demoler y reconstruir la antigua Casa Consistorial. Si el aumento del gasto hubiese pasado del 20% del plan original, Pozuelo tendr¨ªa que haber vuelto a adjudicar el proyecto. Fue un 16%. Cuatro millones de euros m¨¢s. Un bal¨®n de ox¨ªgeno para la empresa concesionaria, que adem¨¢s obtuvo una pr¨®rroga de a?o y medio en la concesi¨®n, pasando de 35 a 37 a?os.

Poco despu¨¦s, Ploder dej¨® de pagar a Estructuras Jigar, la subcontrata que ahora defiende en las alturas Doney Ram¨ªrez. Su jefe, Arturo Send¨ªn, no acaba de comprender c¨®mo con el mercado cerca del crac se pudo pagar todo ese dinero a mayores. "Las empresas del sector de la construcci¨®n sabemos que si alguien nos pide un trabajo ahora, tenemos que ofrecer un precio hasta un 50% m¨¢s bajo que hace un a?o. Y si hay una modificaci¨®n de proyecto, deber¨ªa ser para que el precio sea menor", argumenta Send¨ªn, que cobr¨® 150.000 euros por su trabajo y contin¨²a esperando que le den la otra mitad.

El patr¨®n cree que Ploder no va a pagar nunca. Y que el Ayuntamiento no va a hacer nada por forzarlo, apoy¨¢ndose, como ha hecho desde que empez¨® el problema, en que ha cumplido con su parte y no es responsable de los impagos de la constructora.Send¨ªn, en cualquier caso, no renuncia a "incordiar". Jigar ya no trabaja en la plaza del Padre Vallet. Otra empresa continu¨® y cerr¨® su trabajo. Pero el patr¨®n sigue acudiendo al lugar, con un hatillo de comida para dar fuerzas al estilete de Jigar, Doney Ram¨ªrez, que sigue arriba por iniciativa propia, cobrando su sueldo y denunciando lo que ha pasado abajo con su fe de Robins¨®n.