Autorretrato en m¨®vil de Pasqual Maragall

"Cuando ya no puedes cambiar la realidad, lo que haces es fijarla; aunque en el fondo est¨¢s reordenando el pasado". El ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall, que padece la enfermedad de Alzh¨¦imer, explica as¨ª por qu¨¦ publica ahora un libro con fotograf¨ªas hechas con su tel¨¦fono m¨®vil . Su t¨ªtulo, Pasqual Maragall mira (Editorial Blume), no solo es un juego de palabras con su segundo apellido, es tambi¨¦n la escueta definici¨®n de un trabajo tan seductor como este pol¨ªtico de raza. ?l insiste en fijar su imagen, que no es otra cosa que fijar su propia memoria.

El libro va acompa?ado por una exposici¨®n en el Arts Santa M¨®nica de Barcelona, que se inaugur¨® ayer con la presencia del propio Maragall y que podr¨¢ visitarse hasta el 8 de diciembre.

"Supongo que tiene que ver con la necesidad de fijar la presencia", afirma

La elecci¨®n del m¨®vil como herramienta es decisiva. Como se?alaba ayer el director del centro, Vicen? Altai¨®, las nuevas tecnolog¨ªas transforman la memoria y crean una cultura de la memoria visual. En este caso, a?adi¨®, estamos ante la "tecnolog¨ªa democr¨¢tica" por excelencia.

El libro tiene su origen en la relaci¨®n de Maragall con la fot¨®grafa Caro Garc¨ªa, que en 2008 comparti¨® un viaje con la familia del ex alcalde de Barcelona por Argentina y de vuelta autoedit¨® un volumen con las im¨¢genes que hab¨ªa tomado y se lo mand¨®. Pasqual le contest¨® con un mensaje en el que inclu¨ªa una foto y el siguiente comentario: "?Qu¨¦ poderosas son las im¨¢genes!". "?Por qu¨¦ no lo hacemos con las tuyas?", fue la respuesta de Garc¨ªa. Y as¨ª arranc¨® el proyecto. Maragall y Garc¨ªa seleccionaron 178 im¨¢genes de las casi 1.000 que hab¨ªa hecho a lo largo de un a?o. No ten¨ªan suficiente resoluci¨®n, por lo que decidieron imprimirlas y trabajar con las copias, lo que les permiti¨® una dosis de creatividad. La construcci¨®n del libro no es cronol¨®gica, sino en base a criterios est¨¦ticos y derivados del juego que establecieron. "Descubrimos que las fotos se emparejaban por razones, que pod¨ªan ser est¨¦ticas, documentales o narrativas", explicaba ayer Garc¨ªa.

"La fotograf¨ªa es un vicio de ex", ironiz¨® Maragall, "de ex alcalde, de ex pol¨ªtico... Cuando ya no puedes cambiar la realidad, lo que haces es fotografiarla y, como mucho, retocarla est¨¦ticamente. En realidad lo que haces es reordenar el pasado". El presente, a?adi¨®, "es el d¨ªa a d¨ªa y el futuro es incierto". Tan incierto, admiti¨®, como la evoluci¨®n de esa enfermedad cruel que padece que borra la memoria, que nos borra, y de la que Maragall habla sin tapujos. "Estoy diagnosticado y no se sabe c¨®mo avanzar¨¢ la enfermedad, pero espero que los cient¨ªficos encuentren una soluci¨®n y mis nietos ya superen el alzh¨¦imer". El trato que hicieron Maragall y Garc¨ªa fue que solo pod¨ªan utilizarse fotos hechas por ¨¦l. No sorprende que buena parte sean autorretratos ante espejos y superficies reflectantes. Pero ¨¦l tiene otra explicaci¨®n: "Supongo que tiene que ver con la enfermedad, con la necesidad de fijar la presencia". Y a?ade coqueto: "Y tambi¨¦n con la egolatr¨ªa".

La mitad de los beneficios de la venta del libro se destinar¨¢ a la Fundaci¨®n Pasqual Maragall Alzheimer Internacional.