El PP tiene una deuda
La presi¨®n de los acreedores exige un pacto del Gobierno y la oposici¨®n sobre gasto p¨²blico
Desde que estall¨® la crisis de Irlanda, la econom¨ªa espa?ola est¨¢ amenazada por la tendencia a un empeoramiento progresivo de su deuda que agravar¨ªa la situaci¨®n recesiva y dificultar¨ªa todav¨ªa m¨¢s el estrangulamiento de la financiaci¨®n p¨²blica y privada. El anuncio del rescate irland¨¦s no solo no ha tranquilizado a los inversores, sino que refuerza la hip¨®tesis de una repetici¨®n peri¨®dica de los episodios de crisis, que podr¨ªa acabar desmintiendo la tesis de que "Espa?a no es Irlanda", a pesar de la solvencia de la banca espa?ola o de los ajustes fiscales en marcha. Ayer, el diferencial de la deuda espa?ola lleg¨® a la cifra r¨¦cord de 236 puntos b¨¢sicos, subieron los costes de los seguros de cr¨¦dito frente al impago y el Ibex 35 se hund¨ªa el 3,05% arrastrado por la desconfianza hacia la marca Espa?a.
La tarea pol¨ªtica prioritaria hoy es recuperar la confianza en la solvencia de las finanzas espa?olas. Pero el Gobierno no es la ¨²nica instituci¨®n implicada en esta labor. El primer partido de la oposici¨®n, el PP, tiene una responsabilidad manifiesta en la gesti¨®n del gasto p¨²blico. Gobierna en varias autonom¨ªas y en muchos Ayuntamientos. Las costuras de la econom¨ªa, intensamente presionadas por la falta de cr¨¦dito y el hundimiento de la demanda, han empezado a romperse por los impagos de comunidades y Ayuntamientos a proveedores; se destruyen empleos y empresas, al tiempo que, por desgracia, no se coordinan pol¨ªticas de contenci¨®n del gasto y de la deuda en las instituciones que controlan m¨¢s del 60% de los recursos del pa¨ªs.
El PP tiene una deuda de responsabilidad con la econom¨ªa espa?ola. Una parte del d¨¦ficit que pesa sobre las instituciones es imputable a decisiones tomadas por Gobiernos del PP. Puede eludir su responsabilidad, como ha venido haciendo hasta ahora, manteniendo la estrategia de desgaste del Gobierno sin aceptar ning¨²n acuerdo que mejore la estabilidad econ¨®mica; o puede honrarla, aceptando una negociaci¨®n de un amplio acuerdo que contribuya a moderar el endeudamiento y el gasto de autonom¨ªas y Ayuntamientos y respalde el plan de austeridad del Gobierno. Ese acuerdo, que el Gobierno est¨¢ obligado a proponer con criterios realistas, es imperativo porque a corto plazo resulta imposible mantener los niveles de gasto auton¨®mico y local y es probable que en 2011 sean necesarios nuevos y dr¨¢sticos recortes.
Se equivoca el PP si cree que los efectos de las tormentas de la deuda se esfumar¨¢n despu¨¦s de las elecciones de 2012. Si no se toman decisiones ahora, reestructurando algunas administraciones perif¨¦ricas mediante un pacto entre el Gobierno y la oposici¨®n, no se restablecer¨¢ la confianza en las emisiones espa?olas, gobierne quien gobierne. Un acuerdo sobre pol¨ªtica auton¨®mica reducir¨ªa la prima de riesgo y enfriar¨ªa las expectativas de ¨¦xito de futuros ataques especulativos. Si el PP no colabora hoy, dejar¨¢ un retrato n¨ªtido y desagradable de c¨®mo ser¨ªa un hipot¨¦tico Gobierno de Rajoy y ser¨¢ corresponsable de cualquier agravamiento de la situaci¨®n econ¨®mica.
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