Los ¨²ltimos de Can Batll¨®

Cinco o seis peque?as industrias son las ¨²ltimas moradoras del recinto de la antigua colonia textil de Can Batll¨®, en la entrada de Barcelona por la Gran Via. Entre los llamados bloques -las naves que se alzaron en 1878 y dieron trabajo a 3.000 personas - no se ve ni un alma. El silencio reina en todo el recinto excepto en un peque?o rinc¨®n. El ruido de una prensa hidr¨¢ulica que da forma a todo tipo de moldes de aluminio es la ¨²nica pista de que all¨ª se trabaja. Es el taller de la empresa Caselli. "Trabajamos 25 personas y seguramente nos trasladar¨¢n a una nave en Canovelles", explica Jos¨¦, el encargado. Esa empresa, como el resto de las que quedan, tiene los d¨ªas contados.

Ayer, la comisi¨®n de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona aprob¨® la urbanizaci¨®n de uno de los sectores de Can Batll¨®: un gran parque, viviendas y equipamientos con nuevas calles se levantar¨¢n en el lado monta?a de la Gran Via, al lado de la plaza de Cerd¨¤. Sin poner fecha a la entrada de las m¨¢quinas, la concejal de Sants, Imma Moraleda, dio por sentado que el de las indemnizaciones de las industrias que quedan en el recinto es un asunto ya resuelto. La que est¨¢ negociando esas compensaciones es la promotora Gaudir, dirigida por descendientes del que fue el propietario del recinto, Julio Mu?oz Ramonet.

Algunas empresas no han llegado a un acuerdo con la promotora

Y esas negociaciones no est¨¢n cerradas, al menos en todos los casos. Ricardo Guirau, un aut¨®nomo que tiene un taller de cromados en Can Batll¨®, no ha llegado a ning¨²n acuerdo: "Aqu¨ª trabajamos cinco personas y solo pedimos poder ir a trabajar a alguna parte, porque lo que nos propon¨ªan era inviable", explica. A su empresa, como a las cerca de 80 que exist¨ªan hace cuatro a?os, se le ofreci¨® trasladar los talleres a naves que constru¨ªa el Consorcio de la Zona Franca. "Me ofrec¨ªan los metros que necesitaba en una tercera planta. ?C¨®mo voy a poner m¨¢quinas que pesan m¨¢s de 2.000 kilos en algo no est¨¦ en planta baja?", a?ade. No lleg¨® a ning¨²n acuerdo, como los pocos que siguen en Can Batll¨®. El resto s¨ª se avino a la oferta o acab¨® aceptando la indemnizaci¨®n y se busc¨® la vida en otros pol¨ªgonos.

El sector que se urbanizar¨¢ en primer lugar es el reservado al parque y los equipamientos de barrio. Quedar¨¢ para mejores tiempos inmobiliarios la construcci¨®n de los pisos de mercado libre. A la espera de que estos lleguen, los solares se convertir¨¢n en un aparcamiento para los vecinos.