Tu vacuna tambi¨¦n es por m¨ª
Un juez de Granada obliga a los padres de un centro a vacunar a sus hijos para frenar un brote de sarampi¨®n - El derecho a la salud prima sobre la libertad individual
?Se puede obligar a unos padres a vacunar a su hijo? Un juez de Granada ha considerado que s¨ª. El titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 5 de la capital autoriz¨® ayer la vacunaci¨®n forzosa contra el sarampi¨®n de 35 ni?os cuyos padres hab¨ªan ignorado los requerimientos de la Junta de Andaluc¨ªa para que les inmunizasen contra esta enfermedad. La medida, sin precedentes en Espa?a, pretende servir para frenar la expansi¨®n de un brote de sarampi¨®n detectado a principios de octubre y que ayer ya afectaba a 46 personas: ocho adultos y 38 menores (14 han requerido atenci¨®n hospitalaria y tres siguen ingresados). Ninguno estaba vacunado.
Los ni?os a los que el juez obliga a inmunizar son alumnos del colegio p¨²blico de Infantil y Primaria G¨®mez Moreno, en el barrio del Albaic¨ªn, donde se inici¨® el brote. Cuando la enfermedad empez¨® a extenderse, la Consejer¨ªa de Salud pidi¨® hasta tres veces por carta a los padres de los ni?os no vacunados de la llamada triple v¨ªrica (sarampi¨®n, rubeola y parotiditis) que les vacunaran. A los 79 que no contestaron les enviaron un burofax. Las familias de 30 ni?os hicieron caso omiso de la petici¨®n de la Junta para que presentasen la cartilla de vacunaci¨®n y las de otros cinco contestaron que no iban a inmunizarles. A esos 35 menores es a los que el juez ha impuesto la vacunaci¨®n forzosa.
La vacunaci¨®n en Espa?a es voluntaria como en gran parte de Europa
Han enfermado 38 ni?os, incluidos 17 beb¨¦s, y ocho adultos
Los detractores sostienen que la vida y la comida sanas suplen al f¨¢rmaco
En Holanda, la negativa a inmunizar caus¨® un brote de paperas
Los expertos creen superior el riesgo de sufrir sarampi¨®n que de vacunarse
La cobertura de la triple v¨ªrica ronda el 95% en Espa?a
Tras conocer la resoluci¨®n judicial, la Consejer¨ªa andaluza de Salud dio ayer de plazo hasta el pr¨®ximo martes para que los ni?os sean vacunados. La Junta se pondr¨¢ en contacto con ellos y se ofrecer¨¢ a administrarles la inyecci¨®n en casa, el colegio o en el centro de salud que prefieran. "Queremos darles todas las facilidades", explic¨® la consejera de Salud, Mar¨ªa Jes¨²s Montero. Si el martes todav¨ªa hay algunos que no han respondido, la Junta volver¨¢ a llevar el caso al juez. Con todo, los padres tienen 15 d¨ªas para recurrir la resoluci¨®n de ayer, lo que dilatar¨ªa los plazos marcados por Salud, aunque en la Consejer¨ªa apuntan a que el fallo es "ejecutivo" por lo que har¨¢n todo lo que est¨¦ en su mano para que se cumpla ya y si luego la justicia da la raz¨®n a los padres que hayan recurrido, se les indemnizar¨¢. El juez ha facultado a la Junta a contar, "si fuere necesario", con la ayuda de la polic¨ªa para administrar las vacunas.
La vacunaci¨®n es voluntaria en Espa?a, como en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos. ?C¨®mo puede entonces autorizarse la vacunaci¨®n forzosa? Lo que Andaluc¨ªa plante¨® al juez fue una confrontaci¨®n de derechos: el de los padres a no inmunizar a sus hijos y el colectivo "de defensa de la salud p¨²blica", seg¨²n lo defini¨® ayer la consejera de Salud. Uno de los argumentos de las autoridades es que el sarampi¨®n est¨¢ empezando a cebarse con dos sectores de la poblaci¨®n indefensos ante la enfermedad: personas de entre 25 y 40 a?os que no la sufrieron en su infancia (ya se registraban menos casos que en d¨¦cadas anteriores), pero tampoco est¨¢n inmunizados porque no exist¨ªa vacuna; y, sobre todo, ni?os menores de 15 meses, la edad a la que ahora se administra la primera dosis de la triple v¨ªrica. De los 46 casos registrados hasta ayer en Granada, 17 son beb¨¦s. Para intentar frenar los contagios en esta franja de edad, la Junta ha adelantado de forma excepcional la vacunaci¨®n a todos los ni?os de m¨¢s de seis meses. Pero considera que la epidemia "solo podr¨¢ ser controlada si se vacuna a la pr¨¢ctica totalidad de ni?os susceptibles al sarampi¨®n que hay actualmente en el barrio y, en especial, en el Colegio P¨²blico G¨®mez Moreno", seg¨²n explic¨® en la informaci¨®n remitida al juzgado.
La ley de medidas especiales en materia de salud p¨²blica, de 1986, permite, cuando "as¨ª lo exijan razones sanitarias de urgencia o necesidad" y "con el fin de controlar las enfermedades transmisibles", que las autoridades sanitarias adopten las medidas oportunas "para el control de enfermos, de las personas que est¨¦n o hayan estado en contacto con los mismos y del medio ambiente inmediato". Es lo que Sanidad se hab¨ªa planteado hacer, por ejemplo, si la gripe A hubiera sido muy virulenta.
Es precisamente en esta ley del 1986 en la que se basa el juez de Granada para obligar a inmunizar a los menores. El juez ha entendido que la medida es "id¨®nea y necesaria" sin que suponga para los padres antivacunas un "sacrificio desmedido". Su resoluci¨®n confronta los posibles efectos secundarios de la vacuna (un 10% de casos de malestar general y fiebre durante uno o dos d¨ªas) con los del sarampi¨®n (entre un 5% y un 15% de casos en los que surgen complicaciones que aumentan en ni?os malnutridos y adultos con inmunodeficiencias y que en uno de cada 1.000 enfermos causa la muerte) y concluye que el da?o que puede causar la enfermedad justifica la vacunaci¨®n forzosa.
"El auto establece una medida excepcional ante una situaci¨®n que considera grave. Cree proporcionada la vacunaci¨®n forzosa porque adem¨¢s se trata de menores", explica Eduardo Asensi, abogado especializado en Derecho Sanitario de Asjusa Letramed. "Es una sentencia fundamentada jur¨ªdicamente por motivos de salud p¨²blica y muy coherente", a?ade. El ¨²nico problema, y al que los padres pueden agarrarse para recurrir la sentencia, es que las autoridades sanitarias no han decretado oficialmente a¨²n una situaci¨®n de emergencia en este caso.
Desde que a mediados de los ochenta se incluy¨® la triple v¨ªrica en el calendario de vacunaci¨®n, la incidencia de la enfermedad ha ca¨ªdo en picado. En 1986 hubo en Andaluc¨ªa 1.007 casos por cada 100.000 habitantes; el a?o pasado, 24 en toda la comunidad. Sin embargo, cada a?o se registran uno o varios brotes en Espa?a. Este a?o, antes del de Granada ha habido uno en Murcia con 114 afectados. En 2009, coincidieron 11 casos en Catalu?a, adem¨¢s de alguno aislado en otras comunidades; y en 2008, hubo acumulaci¨®n en Andaluc¨ªa, Catalu?a, Madrid, y la Comunidad Valenciana.
Pero Jos¨¦ Mar¨ªa Mayoral, jefe del servicio de Epidemiolog¨ªa de la Consejer¨ªa andaluza de Salud, admite que es la primera vez que se encuentra con una circunstancia como la de Granada: decenas de padres que se niegan a vacunar a sus hijos. "Lo normal es que te digan que se les ha pasado la fecha, que no se han acordado. Pero esta es una decisi¨®n consciente", explica.
El colegio donde se origin¨® el brote est¨¢ ubicado a unos metros del mirador de San Nicol¨¢s, en pleno coraz¨®n del Albaic¨ªn. El barrio hist¨®rico, que se ha ido despoblando en las ¨²ltimas d¨¦cadas no vive con intensidad esta pol¨¦mica que s¨ª genera controversia en el centro, entre los docentes y los padres. "Hay un problema porque las opiniones son contradictorias entre conocidos, compa?eros e incluso amigos", explicaba ayer a la salida del centro un profesor y padre que prefiere mantener el anonimato.
Lo que se cuestionan los implicados es si debe ser cada progenitor el que decida por su v¨¢stago o puede hacerlo la Administraci¨®n por ellos. Tasnim Pinart acudi¨® ayer al mediod¨ªa con su hijo de a?o y medio a recoger al hermano mayor, de tres. "Los dos acaban de pasar el sarampi¨®n". No estaban vacunados. "Ni mi madre nos vacun¨®, ni yo lo he hecho y mi familia est¨¢ sana. Han pasado el sarampi¨®n sin problema, ahora est¨¢n perfectamente, les ha sentado bien", afirma. No se opone a todas las vacunas y, de hecho, ahora se replantea algunas pero cree, como la mayor¨ªa de padres que se han negado en este caso, que con una vida y alimentaci¨®n saludables no son necesarias.
No opina lo mismo la madre de otro beb¨¦ que no se atreve a pasear por las inmediaciones del colegio por temor a que el ni?o se contagie. La ideolog¨ªa pero, sobre todo, la opci¨®n de acogerse a m¨¦todos naturales para proteger el sistema inmunol¨®gico son las principales razones que aducen los padres que hasta ahora se han opuesto.
En Espa?a a¨²n no han cuajado las corrientes antivacunas que s¨ª tienen auge en otros pa¨ªses como Estados Unidos, donde el movimiento contrario a las inmunizaciones tiene mucha fuerza. Y m¨¢s ahora cuando se han sumado a ¨¦l los veganos (vegetarianos estrictos). En Europa, es Holanda el estandarte de estos grupos. All¨ª, en 2008 las autoridades sanitarias alertaron sobre un brote de paperas en varios municipios en los que residen protestantes ortodoxos que, por razones religiosas, se niegan a vacunar a sus hijos.
"En los pa¨ªses latinos estos movimientos no han cobrado fuerza", explica el secretario de la Liga para la Libertad de Vacunaci¨®n, Vicen? Robles. Esta asociaci¨®n, con unos con 700 miembros en Espa?a, defiende que aunque la vacunaci¨®n no es obligatoria los ciudadanos no tienen informaci¨®n sobre los riesgos que supone. Solo de los beneficios. "Cuestionamos la vacunaci¨®n sistem¨¢tica, que es lo que se hace ahora. Las inmunizaciones se presentan como la panacea y no lo son", explica. Su pareja y ¨¦l decidieron hace 15 a?os no vacunar a su hija. "Y le ha ido bien, m¨¢s que evitar la enfermedad la hemos acompa?ado a pasarla y eso ha ayudado a su maduraci¨®n global", dice.
La Liga para la Libertad de Vacunaci¨®n sostiene que haber triplicado en 20 a?os el n¨²mero de vacunas que se inoculan a un menor de hasta tres a?os no puede ser bueno. "Se ponen demasiadas y muy alegremente, eso no es bueno para el sistema inmunol¨®gico", esgrime.
La mayor¨ªa de los epidemi¨®logos creen, sin embargo, que los da?os potenciales de sufrir la enfermedad son mucho mayores que los de la vacuna. "El sarampi¨®n sigue causando estragos en muchos pa¨ªses", advierte Ferm¨ªn Garc¨ªa, t¨¦cnico de vacunas de la Consejer¨ªa andaluza de Salud. En su opini¨®n, lo que est¨¢ ocurriendo en muchos pa¨ªses occidentales, es que como ya no convivimos habitualmente con la enfermedad, algunos padres "se han relajado". Una situaci¨®n que se ha repetido a lo largo de la historia, explica este m¨¦dico: cuando se tiene miedo a la enfermedad, todo el mundo pide una vacuna contra ella. "Es lo que pas¨® hace d¨¦cadas con la polio", recuerda. Luego se pasa a una etapa en la que no se tiene miedo ni a la enfermedad ni a la vacuna. "Y todo el mundo se vacuna por rutina". "Pero llega un momento en el que ya todo el mundo se ha olvidado de la enfermedad en cuesti¨®n y solo est¨¢ pendiente de si al pincharse se le hincha el brazo o le da un poco de fiebre", explica. Es lo que puede estar empezando a pasar con el sarampi¨®n o la rubeola, igual que el a?o pasado ocurri¨® con la gripe A: cuando se pensaba que la enfermedad era altamente letal, todo el mundo aspiraba a estar incluido en un grupo de riesgo que le diera derecho a la inmunizaci¨®n. Pero al comprobarse que era como una gripe m¨¢s, empez¨® a ponerse en cuesti¨®n la seguridad de la vacuna y apenas se la puso el 15% de la poblaci¨®n de riesgo.
La cobertura de la vacuna contra el sarampi¨®n ronda en Espa?a el 95%. En Granada, tambi¨¦n. Pero el brote surge siempre cuando la enfermedad coincide en un foco en el que se concentran muchas personas no vacunadas, como ha ocurrido esta vez. Las estad¨ªsticas de vacunaci¨®n en Espa?a arrojan un dato que preocupa a los m¨¦dicos: alrededor del 10% de los ni?os a los que se administr¨® la primera dosis de una vacuna (normalmente antes de los dos a?os de edad), no recibieron la segunda dosis que, por ejemplo, en el caso del sarampi¨®n, se administra entre los tres y los seis a?os. "Los padres ven que el ni?o est¨¢ sano y no perciben esa sensaci¨®n de riesgo que s¨ª se tiene con los beb¨¦s", opina Ferm¨ªn Garc¨ªa. "Hay que insistir en que las vacunas no se acaban cuando el ni?o cumple dos a?os. Hay muchas que pierden su poder inmunol¨®gico", se?ala el m¨¦dico, que advierte que la mayor parte de las enfermedades incluidas en el calendario de vacunaci¨®n espa?ol no tienen tratamiento posible.
Con informaci¨®n de Valme Cort¨¦s.
La lucha contra la enfermedad
- El sarampi¨®n se considera una de las enfermedades m¨¢s contagiosas y contin¨²a siendo una de las principales causas de mortalidad infantil, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Se contagia, sobre todo, a trav¨¦s de la tos.
- La enfermedad se caracteriza por un cuadro cl¨ªnico de fiebre, manchas rojas en la piel, y, en algunos casos, tos, rinitis o conjuntivitis. Entre un 5% y un 15% de los casos se complican y puede causar otitis, convulsiones neumon¨ªa, diarrea, encefalitis o ceguera. En los pa¨ªses desarrollados, la tasa de fallecimientos es de uno por cada mil afectados.
- La Regi¨®n Europea de la OMS estim¨® en 2003 que en ning¨²n pa¨ªs deb¨ªa haber m¨¢s de un 5% de ni?os mayores de nueve a?os no vacunados. La cifra se cumple en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, pero ha fracasado el plan para eliminar la enfermedad en 2010.
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