Un candidato en una burbuja
Ni una f¨¢brica, ni un mercado ni un aula de la universidad. Mas ha logrado algo meritorio: pasar por la campa?a sin apenas entrar en contacto con la ciudadan¨ªa salvo en reuniones sectoriales y que agrupaban b¨¢sicamente a gente af¨ªn. La c¨²pula nacionalista ha visualizado estas jornadas al mil¨ªmetro. Como un candidato protegido dentro de una burbuja, Mas ha evitado as¨ª sufrir ante las c¨¢maras el menor aprieto y sorteado cualquier situaci¨®n que se le pudiera escapar de las manos. Objetivo: riesgo cero. Y objetivo cumplido.
Tras la abrupta campa?a de 2006, en la que se estrell¨® con la ocurrencia de prometer ante notario que no pactar¨ªa con el PP y ridiculiz¨® en un v¨ªdeo al tripartito, Mas ha optado por una estrategia opuesta. En un s¨ªmil futbol¨ªstico, si entonces jug¨® con cinco delanteros, ahora ha tirado del catenaccio. Su obsesi¨®n ha sido no incurrir en el menor fallo sorteando tanto "las pieles de pl¨¢tano" de sus rivales (desde el caso Palau a insultos) ni las que le pudieran poner espont¨¢neamente los electores. De hecho, la ¨²nica escena en la que Mas tuvo un cierto encontronazo fue antes de la campa?a cuando en una reuni¨®n de sus amigos de Facebook, junto a la plaza de Catalu?a, un joven de Zaragoza y de izquierdas se col¨® entre los admiradores de Mas que buscaban retratarse con ¨¦l y le pidi¨® que explicara qu¨¦ pensaba hacer con los j¨®venes en paro. La situaci¨®n acab¨® con cierta tensi¨®n. No se le ha vuelto a ver otra escena espont¨¢nea igual salvo ayer con un grupo de escolares que coincidieron con ¨¦l en el monasterio de Sant Benet.
Quienes se han pateado la calle han sido sus escuderos: desde Oriol Pujol, con el puerta a puerta, a Felip Puig, repartiendo propaganda en los mercados mientras Mas, ejerciendo casi de futuro presidente, ha ido explicando su programa por sectores por la ma?ana y al mediod¨ªa en diversos foros y siempre en locales cerrados. No ha perdido tiempo en comidas: solo se ha sentado alrededor de una mesa con los m¨¦dicos y los comerciantes. Y, por la noche, a hacer kil¨®metros: m¨¢s de 2.200 desde el Pirineo al Delta para ofrecer m¨ªtines. Eso s¨ª: a diario ha ofrecido ruedas de prensa.
Con la coartada de que en las arcas no habr¨¢ ni un euro, no ha prometido nada hasta el punto de que su propuesta estrella, la del concierto econ¨®mico para Catalu?a, est¨¢ condicionada a que en 2012 PSOE o PP le necesiten. Solo con eso, los sondeos apuntan que ma?ana arrasa.
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