Revitalizando la fuente
El Auditorio Nacional se llen¨® anoche de sonidos negros que acudieron al escenario sin necesidad de amplificadores. Fueron los de dos voces privilegiadas del flamenco actual, dos cantaores que a¨²n est¨¢n por explotar, pero que tienen en sus gargantas la fuente del flamenco. Jes¨²s M¨¦ndez, primero, y Jos¨¦ Valencia, despu¨¦s, dos metales similares, dos voces potentes, de color tostado, profundas, pero con dos maneras diferentes de acometer el cante, ambas bien afianzadas en la m¨¢s negra tradici¨®n. Dos voces que no se alivian, que suenan adoloridas incluso en los cantes m¨¢s festeros, junto a las que sobra todo salvo la guitarra.
Jes¨²s M¨¦ndez (Jes¨²s Ruiz Cabello, Jerez, 1984) es heredero de una de las voces m¨¢s importantes del ¨²ltimo siglo en Jerez: es sobrino de la Paquera. Anoche, en el ciclo Andaluc¨ªa flamenca, se hizo acompa?ar por la guitarra de Miguel Salado. Cant¨® por ton¨¢s, soleares, seguiriyas, fandangos y buler¨ªas. Lo hizo respetando los c¨¢nones, apoy¨¢ndose en los tonos medios, con un gran manejo de la modulaci¨®n y el comp¨¢s.
Jos¨¦ Valencia (Barcelona, 1975) pertenece tambi¨¦n a otra tierra donde hunde sus ra¨ªces el flamenco: Lebrija. Y desde all¨ª trajo su voz poderosa, aunque la de Valencia se detiene m¨¢s cuando acomete los cantes, alarga los tercios y pone toda su intenci¨®n en la potencia que derrocha sobre el escenario: por soleares, por aires de Levante, abandolaos, seguiriyas y buler¨ªas. El cantaor se hizo acompa?ar por la guitarra de Salvador Guti¨¦rrez, que acompa?¨®, marc¨® el comp¨¢s, meci¨® y cant¨® con la voz de Valencia con una destreza y un sentimiento loables.
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