M¨¢s se perdi¨® en Nicaragua
Sede del PSC. A las 20.05, con una prontitud que rompe la tradici¨®n peninsular ante la derrota, comparece Miquel Iceta, portavoz en el Parlament y un miembro-tipo del aparato del partido, un aparato dividido en sectores, con poco contacto con la sociedad y, en alg¨²n sector, mucho contacto con sociedades inmobiliarias. Gato pardo, gran lector de un partido muy dif¨ªcil de leer -la sensaci¨®n es que no naci¨® en una maternidad, sino fruto de un pacto con otro sector interno-, Iceta muestra cierta expresi¨®n de perplejidad, nueva en su registro. No s¨¦ cuanto gana, pero en este caso, gane lo que gane, hoy ganar¨¢ poco para el papel¨®n que le toca hacer: hablar -TV3 dixit, y el sondeo de TV3 nunca se ha equivocado hasta la fecha- de una derrota hist¨®rica.
Iceta empieza a modular el discurso universal Dukakis. Da las gracias a todo el mundo que ha participado en el buen curso de esta jornada electoral. Cuando va por el noble cuerpo de ambulancias, se produce un sonido extra?o en la sala. Alguien ha tirado un huevo a Iceta. Se desconoce la identidad del individuo, salvo que es un virtuoso del lanzamiento de huevo -le da en toda la frente-. A los pocos segundos dibuja m¨¢s su car¨¢cter con la emisi¨®n de un "vivaespa?a" y un rojodemierda, que la cr¨ªtica especializada ya intu¨ªa. Repuesto apenas, el portavoz socialista finaliza abruptamente su discurso: "Ser¨¢ una noche electoral corta". Derrota confirmada.
Desprovisto de una lectura de Catalu?a y de Espa?a desde Pasqual Maragall, con una campa?a centrada en el cintur¨®n, con un discurso sin autocr¨ªtica y un silencio Zapatero style ante la crisis, los socialistas catalanes ven dulcificada su derrota a lo largo de la noche. Su derrota pierde su car¨¢cter de R¨¦cord Guinness, su violencia de huevo estrellado en la frente. El escrutinio, no obstante, confirma la victoria de diversos y distantes accesos a la derecha -CiU, PP, SI, C's-, partidos o l¨ªderes relacionados en algunos casos con esa rama de la cultura espa?ola denominada corrupci¨®n, un hecho que al votante tipo, aparentemente, no le preocupa.
Al PSC, aparte de su cultura de lo p¨²blico, por lo visto poco importante en el sur de Europa, le faltan otros ingredientes. Ser¨¢ divertido ver c¨®mo un aparato poco ¨¢gil, m¨¢s dado a progresiones internas que a la emisi¨®n de ideas, verbaliza todo esto. Sale a hablar Montilla -22.20-. Empieza a verbalizar todo eso: anuncia su desaparici¨®n del escenario pol¨ªtico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.