Trances
Los comicios catalanes celebrados ayer est¨¢n llamados a significar el cierre del presente ciclo pol¨ªtico, caracterizado por el predominio socialista en los Gobiernos catal¨¢n y espa?ol, y la apertura de un periodo de transici¨®n que se prolongar¨¢ hasta que se instaure definitivamente el nuevo ciclo pol¨ªtico que salga de las pr¨®ximas elecciones generales (previstas para 2012, si la crisis de la deuda espa?ola no fuerza su adelanto), que probablemente se caracterizar¨¢ por un nuevo predominio del centro-derecha conservador. Y como ocurre en todos los procesos de tr¨¢nsito, este interregno entre dos ciclos pol¨ªticos alternantes estar¨¢ presidido por la incertidumbre, cuya tensi¨®n se ir¨¢ incrementando paulatinamente a lo largo de los pr¨®ximos meses, sobre todo a partir del ag¨®nico trance que supondr¨¢n los comicios municipales y auton¨®micos del a?o pr¨®ximo.
Esta vez le tocar¨¢ caer a Portugal; pero luego viene Espa?a, y enseguida Italia
Pero, adem¨¢s, este incierto proceso de transici¨®n entre ambos ciclos pol¨ªticos estar¨¢ condicionado por el trance todav¨ªa m¨¢s incierto de la crisis del euro, que este a?o de 2010 no ha hecho m¨¢s que iniciarse sin que podamos saber todav¨ªa cu¨¢ndo ni c¨®mo terminar¨¢. Lo que s¨ª se sabe es que la crisis se abri¨® con la ca¨ªda de Grecia en mayo pasado, lo que oblig¨® al directorio europeo (el eje Berl¨ªn-Par¨ªs, a la cabeza del t¨¢ndem que forman la Comisi¨®n y el BCE) a dise?ar un excepcional fondo de rescate cifrado en 750.000 millones de euros.
Ahora bien, ese arreglo improvisado solo ha durado seis meses, pues la semana pasada se produjo la ca¨ªda de la siguiente pieza del domin¨®: ahora le ha tocado a la neoliberal Irlanda. Y si en mayo pasado la ca¨ªda de las bolsas y las deudas soberanas de los pa¨ªses perif¨¦ricos (los famosos PIGS) se alivi¨® enseguida hasta neutralizarse, respondiendo positivamente al fondo de rescate europeo, esta vez en cambio no ha habido alivio alguno tras la decisi¨®n de la UE de rescatar a Irlanda.
Por el contrario, las bolsas y las deudas de los pa¨ªses perif¨¦ricos siguen desplom¨¢ndose en ca¨ªda libre. De modo que la siguiente ficha del euro-domin¨® podr¨ªa caer en breve plazo, probablemente inferior a los seis meses de lapso entre las ca¨ªdas de Grecia e Irlanda. Esta vez le tocar¨¢ caer, por el ranking del tama?o relativo, a nuestra vecina Portugal. Pero a continuaci¨®n ya viene Espa?a, y enseguida Italia: unas piezas mayores que, como son demasiado grandes para caer, arrastrar¨¢n indefectiblemente al euro consigo, si es que el directorio europeo no improvisa un nuevo plan B, porque el plan A, dise?ado en mayo, ya no sirve para contener su ca¨ªda. Ahora bien, con independencia de la suerte que corra el euro, lo que s¨ª parece claro es que la bolsa y la deuda espa?ola se est¨¢n hundiendo en el descr¨¦dito, sin que el debilitado Gobierno de Zapatero pueda hacer demasiado por evitarlo.
De modo que en este aciago oto?o se abaten sobre nuestro pa¨ªs dos procesos de tr¨¢nsito no menos inciertos, que adem¨¢s se interfieren entre s¨ª: la fase terminal del ciclo pol¨ªtico de Zapatero y el trance ag¨®nico de nuestra deuda soberana, a punto de caer en el descr¨¦dito. Y en esta concatenaci¨®n de incertidumbres cobran una especial relevancia los comicios catalanes, pues el tema central de su campa?a electoral ha sido tambi¨¦n la soberan¨ªa fiscal: justo como en la crisis del euro. El problema de fondo de la eurozona es que una unidad monetaria no puede funcionar sin instituciones federales, pues con el BCE no basta (solo gobierna el tipo de inter¨¦s) sino que hace falta adem¨¢s un Tesoro com¨²n y una pol¨ªtica fiscal unificada. Justo lo que ahora el soberanismo catal¨¢n cuestiona respecto al caso espa?ol, reclamando un concierto econ¨®mico que rompa la unidad fiscal de la caja com¨²n federal.
Si la reivindicaci¨®n catalana de soberanismo fiscal fuese atendida, y su ejemplo cundiera hasta extenderse a las dem¨¢s autonom¨ªas, Espa?a se convertir¨ªa en una reproducci¨®n de la Uni¨®n Monetaria Europea a menor escala fractal. Pero as¨ª se abrir¨ªa una divisi¨®n entre Ccomunidades aut¨®nomas ricas (el eje Madrid-Barcelona, como el eje Par¨ªs-Berl¨ªn) y pobres (los pa¨ªses meridionales y perif¨¦ricos de la Uni¨®n espa?ola: Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andaluc¨ªa).
En ¨¦poca de vacas gordas (es decir, en ¨¦poca de burbujas especulativas), esa Uni¨®n espa?ola funcionar¨ªa como la seda. Pero en ¨¦poca de vacas flacas (o estallido de las burbujas), el domin¨® espa?ol iniciar¨ªa su cuenta atr¨¢s, cayendo sus piezas m¨¢s d¨¦biles unas tras otras. Justo como est¨¢ ocurriendo en la Uni¨®n Europea, donde la bolsa alemana ha subido este a?o un 15% mientras la espa?ola est¨¢ cayendo el 20%. Y si Alemania aspira a salvarse a cuenta de la ruina de los pa¨ªses perif¨¦ricos del sur, ?aspirar¨¢ Catalu?a a hacer lo mismo a escala espa?ola?
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