"Cada uno busca su brevedad"
Una antolog¨ªa incluye al sevillano Javier Mije entre los 40 mejores escritores de cuentos
Un agente judicial sevillano que, por timidez, no present¨® p¨²blicamente su primer libro, ha sido incluido entre los 40 mejores escritores espa?oles de cuentos de la ¨²ltima d¨¦cada. Javier Mije figura en la antolog¨ªa Peque?as Resistencias 5 (P¨¢ginas de Espuma, 2010) con uno de los textos de El camino de la Oruga, aquel libro novel. Pero este "oficinista" reh¨²ye de la cotidianeidad de la Audiencia Provincial de la capital andaluza para inspirarse. "All¨ª la realidad es demasiado dura".
Tras publicar este a?o su segunda obra, El fabuloso mundo de nada, tambi¨¦n con la editorial Acantilado, lo ve claro: "Solo puedo escribir un tipo de libro, uno no se puede desprender de qui¨¦n es". Y ¨¦l se agarra a los pensamientos de personas desorientadas en el mundo urbano, "Shakespeare dec¨ªa que hab¨ªa que atender al mundo interior de los personajes. Vamos, lo que le pasa al com¨²n de los mortales".
"Creo que hay que hablar de las preocupaciones sin ning¨²n pudor"
Un estilo que se refleja en el relato elegido en la antolog¨ªa, en la que comparte p¨¢ginas con, entre otros, Jon Bilbao, Espido Freire o Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n. "Los cuentistas espa?oles no tenemos nada que ver entre nosotros, cada uno busca su brevedad". Y la suya la dibuja en Para toda la vida, donde hace un retrato de las divagaciones de un hombre que, tras recibir un paquete promocional de maquinillas de afeitar, se pregunta: ?Y si se lo mando a mi ex mujer?, ?y si as¨ª le fastidio? "Chejov defend¨ªa que eso era la tragedia de las peque?eces".
Mije (Sevilla, 1969), licenciado en Historia y en Literatura Comparada, recurre a las grandes citas literarias con frecuencia. ?l eligi¨® trabajar como funcionario por la seguridad laboral que aporta y por el tiempo que le deja para escribir. "Est¨¢ bien tener dos trabajos para no tener prisa".
Se siente heredero de una corriente "muy explotada": la de Anton Chejov, Raymond Carver o Ernest Hemingway. Estilo recurrente o no, su aparici¨®n en la antolog¨ªa la ha decidido un premio Alfaguara, Andr¨¦s Neuman. "No s¨¦ por qu¨¦ me incluy¨®, solo nos dijo que estuvo tres a?os haciendo la selecci¨®n". Mantiene que no tiene normas para escribir, pero no busca la creatividad en ese insomnio que le machaca cada cierto tiempo, y por el que anteayer no durmi¨®. "Gustave Flaubert dec¨ªa: vive como un burgu¨¦s y act¨²a como un revolucionario, pero yo no cumplo el mito de escritor rom¨¢ntico que fuma opio y escribe por las noches". Y vuelve a las grandes frases para explicarse: "William Faulkner dec¨ªa que la ¨²nica manera de ser universal es hablar de tu pueblo". Una idea que adapta para descifrar el mundo interior de la sociedad de la que forma parte. "En este mundo ferozmente materialista, hay que hablar de las preocupaciones sin pudor".
Lo suyo es la literatura, en formato m¨ªnimo, sobre la soledad. Escribe de eso desde el t¨ªtulo de su primer libro, cuando propuso a su editor que se llamase Los insoledables, ("una palabra inventada"), pero su editor prefiri¨® El camino de la oruga. Y en esa "soledad sin remedio", Mije ve p¨²blico. "Espa?a nunca ha tenido mejor atm¨®sfera para publicar cuentos. Es un buen momento para no pedir perd¨®n por escribir relato corto". Y eso, pese a la melancol¨ªa que recorre los pensamientos de la mayor¨ªa de sus personajes, muchas parejas rotas o a punto de romperse. "A veces, tengo que defender la tristeza de los cuentos, porque son m¨¢s dados para abordar estados de ¨¢nimo... Pero no s¨¦ por qu¨¦ lo hago, ?nadie dir¨ªa que Kafka es un triste!".
Su narrativa le sale con los p¨¢rpados cerrados, meti¨¦ndose hacia dentro, porque, dice, tiene muy mala memoria para utilizar conversaciones. "Escribo a ciegas, sigo mi intuici¨®n. Lo bueno del relato es que en pocos d¨ªas veo si sirve o no". Cree que, con los a?os, ha adquirido el o¨ªdo suficiente para atender las necesidades del cuento. Empieza cuando una idea le martillea la cabeza, despu¨¦s vienen "infinitas" correcciones, y termina con un n¨²mero: el 12. Sus dos libros tienen una docena de relatos cada uno. ?Y 11?, "mejor 12, es perfecto".
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