Por el cine a la revoluci¨®n social
Ken Loach presenta en Ronda 'Route Irish', su ¨²ltima pel¨ªcula
El Festival Internacional de Cine Pol¨ªtico de Ronda (M¨¢laga) no tiene alfombra roja ni sus invitados visten de frac. El glamour, ese concepto franc¨¦s hu¨¦rfano de definici¨®n en espa?ol, brilla por su ausencia entre los fr¨ªos muros del Convento de Santo Domingo, por donde transitan universitarios de atuendo variopinto, aunque con predominio del look neo-bohemio. Las pintas de cada cual no importan. Aqu¨ª la gente no ha venido a dejarse ver y solo cuenta el contenido. Ayer, un cineasta brit¨¢nico de sonrisa t¨ªmida, bufanda roja, vaqueros y chaqueta de cuero, y su guionista de cabecera lanzaron un discurso lleno de prote¨ªnas.
Claro que ese cineasta -panfletario le llaman sus enemigos- se llama Ken Loach, quiz¨¢ el realizador con m¨¢s conciencia social del cine europeo. Y ese guionista es Paul Laverty, cuyo m¨¢s que correcto espa?ol, adem¨¢s de a su relaci¨®n con la realizadora Iciar Bollain, hay que atribu¨ªrselo a su labor a favor de los derechos humanos en Centroam¨¦rica. Ambos presentaron ayer en Ronda su octavo largometraje, Route Irish, en el que se sumergen en los sentimientos de un mercenario privado que pierde a su mejor amigo en la guerra de Irak. Por su forma, la cinta, un thriller con algunas escenas de acci¨®n que han requerido el uso de dobles, quiz¨¢ despiste a los seguidores del Loach m¨¢s intimista y austero. Sin embargo, la denuncia de la injusticia en todas sus formas se mantiene intacta.
El guionista Paul Laverty vuelve a trabajar con el director brit¨¢nico
La nueva cinta de Loach se adentra en el mundo de los mercenarios
Loach y Laverty protagonizaron un debate con el p¨²blico antes del estreno de la pel¨ªcula y de que el realizador recibiera la Goyesca de Honor en reconocimiento a su carrera. El festival es de cine pol¨ªtico, y las filtraciones de los documentos del Departamento de Estado de EE UU por el portal Wikileaks no pueden faltar. "La exposici¨®n de estos papeles en Wikileaks han logrado m¨¢s que horas y horas de periodismo de investigaci¨®n", se entusiasma Loach. "Los periodistas ahora deben completar su investigaci¨®n con nuevas preguntas". Separado de su amigo por un eficaz int¨¦rprete de conferencias, Laverty va m¨¢s lejos: "Si son ciertas, en esos papeles se ven cosas realmente aberrantes, que desaf¨ªan la noci¨®n de la independencia judicial o la separaci¨®n de poderes. Si son ciertas, un gobierno socialista en Espa?a ha colaborado con asesinos y torturadores", afirm¨® en referencia al intento de archivo del caso Couso o los vuelos secretos de la CIA sobre suelo espa?ol.
A un espectador que consideraba que "el periodismo es algo m¨¢s que el simple robo de documentos", Loach replic¨®: "Esos documentos revelan cr¨ªmenes, y la revelaci¨®n de un crimen es una obligaci¨®n absoluta. Si somos dem¨®cratas en cualquier sentido, queremos saber qu¨¦ se hace en nuestro nombre. Bienvenidas sean las filtraciones, que son materia prima para que los ciudadanos puedan exigir explicaciones".
Los dos amigos revelaron algunos secretos de su colaboraci¨®n. "Es un proceso sencillo, hablamos del tipo de pel¨ªcula que queremos y Paul escribe un borrador de uno o dos personajes, luego otro borrador, y otro, y otro, es como destilar whisky", bromea. Cuando encuentran a los actores que dar¨¢n vida a sus personajes hacen algunos cambios m¨ªnimos. "Pero la esencia del gui¨®n y casi todos los di¨¢logos est¨¢n en la producci¨®n final".
El mundo cada vez es m¨¢s complejo y ambiguo, y las pel¨ªculas de Loach y Laverty tambi¨¦n. "En los sesenta hac¨ªa pel¨ªculas de problemas y los personajes eran muy dimensionales, el bueno y el malo. Nos han ido interesando m¨¢s los personajes contradictorios enfrentados a dilemas cuya soluci¨®n no est¨¢ clara", afirma.
El director, de 74 a?os y militante trotskista, sigue confiando en la revoluci¨®n social, "aunque parezca un clich¨¦", y cuando se le hace la inevitable pregunta sobre qu¨¦ opina de Obama, deja al lado lo pol¨ªticamente correcto: "Tiene una cara y un color diferente de Bush, pero, como ya sab¨ªamos, defiende los intereses del capital, si bien de forma m¨¢s sofisticada. Esa es su agenda".
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