Los d¨ªas de este mundo

Pocos saben, como Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias (Salamanca, 1964), de la tradici¨®n como factor de modernidad. Sencillez y emoci¨®n, claridad y belleza, hacen de su poes¨ªa sin¨®nimo de dicci¨®n y palabra po¨¦ticas antes que ficci¨®n literaria. Como muestra, este libro "bueno y verdadero", ejemplo certero de que "Ser / contempor¨¢neo quiere / decir s¨®lo que somos / simult¨¢neos de todo nuestro tiempo". Eros y logos "sellando la alianza entre lenguaje y ¨¦xtasis". Del lado del amor, emblema y resumen de una vida, re¨²ne 15 a?os de escritura en seis libros, m¨¢s una secci¨®n de poemas sueltos e in¨¦ditos. Aqu¨ª est¨¢ retratada esa figura del h¨¦roe como hombre admirable que se enfrenta al caos y modifica el orden del mundo. As¨ª el cuerpo, ejemplo de la carnalidad de un esp¨ªritu que se hace lengua; as¨ª la restituci¨®n de las cosas y sus simples relaciones, convertidas en realidad sublime y plena; as¨ª el amor y la muerte en relaci¨®n natural, sin tragedias ni eleg¨ªas, celebrando la madura aceptaci¨®n del tiempo. Ni sacrificios ni culpas, alma y cuerpo en perfecto acuerdo. Tal es su actitud moral, esa que crece en "la suma sencilla de momentos / que quedan para siempre en el registro / general de los d¨ªas de este mundo". Y el poema, parte de ese mundo, es lugar ¨²nico para mostrar y cambiar las cosas, espacio dado a la claridad moral. A esta realidad se une, en el hasta hoy in¨¦dito Selva de f¨¢bula, la exaltaci¨®n de la naturaleza, ¨¦gloga y canto ecol¨®gico, cuyos referentes son Salamanca y el Tormes, con An¨ªbal N¨²?ez al fondo: el agua y la piedra en un mismo futuro. Esta poes¨ªa reunida se muestra, en su madurez, m¨¢s po¨¦tica y menos literaria: "Todo va al coraz¨®n y, transcurridas / las d¨¦cadas, se vuelve / serenidad". Una obra limpia y nueva, real y sencilla en lo esencial y sustantivo, en ese decir pleno de matices de la tradici¨®n m¨¢s libre, en su calculada tersura. Un modo expl¨ªcito de ser, un modo de estar en el mundo que hace del amor sus d¨¦cadas, se vuelve / serenidad". Una obra limpia y nueva, real y sencilla en lo esencial y sustantivo, en ese decir pleno de matices de la tradici¨®n m¨¢s libre, en su calculada tersura. Un modo expl¨ªcito de ser, un modo de estar en el mundo que hace del amor su fuerza: "aqu¨ª mi vida entera extraviada, / el amor que he sentido, el que ahora siento". Una voz, tan inconfundible y tan contempor¨¢nea, que empieza a ser soberanamente cl¨¢sica.