La belleza del silencio

Ahora todo nos parece tridimensional, colorido y supers¨®nico en velocidad y sonido. Y que de resultas de esa mezcla nace la belleza del cine actual. Hace un siglo, 90, 80 a?os tambi¨¦n hab¨ªa belleza, y era una belleza hipn¨®tica, silenciosa, en blanco y negro contrastado, que se mostraba en unos palacios audiovisuales como no existen ahora, de inmensas pantallas en los que muy pocos aguantaban un primer plano. Y en ese mundo en el que la gente iba cuatro y cinco veces por semana al cine, reinaban actrices como Greta Garbo o Gloria Swanson. A Swanson ahora solo la recordamos por El crep¨²sculo de los dioses, de Billy Wilder, pero a finales de los a?os veinte era una diosa, una actriz casi sin igual. En esos tiempos su rostro levantaba cualquier producci¨®n y un buen ejemplo es La reina Kelly, de otro genio, Erich von Stroheim, un atrapador de im¨¢genes, un urdidor de melodramas como este de 1928, que recrea un amor entre un pr¨ªncipe y una hu¨¦rfana (cuya vida ir¨¢ a peor, al acabar en un burdel en ?frica) en una corte centroeuropea. La Fundaci¨®n Juan March (Castell¨®, 77) la recupera en su ciclo dedicado al cine europeo el viernes a las 19.30, en una versi¨®n limpia de a?adidos sonoros y con la partitura original: un regalo.